Fecha: 11/08/2008
Tipo: ascensión
Montañeros: 3
Dificultad: Moderado
Duración total: 10 horas
Track: no
Esta ascensión debería llamarse “Lézat-Quayrat”, pero el hecho de acabar convirtiéndose en el paradigma de “Ascensión tipo Tiene que ser por ahí” la dejo solo en Lézat... y gracias.
El día anterior (10/08/2008) subimos desde el parking en las Granjas de d’Astau (a unos 14 Km de Luchon, tras pasar Oô) al refugio Jean Arlaud o del Portillón. Unos 1550 m de desnivel y unas 4 horas de camino. El camino está bien marcado, sale del final del parking y tras internarse en el bosque pasa primero junto al albergue del Lago de Oô (1.500 m), bordea por el lado izquierdo de la marcha el propio lago de Oô (preciosa cascada) y continua hacia el refugio de Espingo (1.967 m), que dejamos a nuestra derecha, bajando al Lac Sausset que aparece a nuestros pies, (buen momento para parar a comer algo sentados en el borde del lago) y cruzándolo por una pasarela.
Toda esta zona es realmente espectacular y es destino habitual de senderistas, mayormente franceses, pero también mucho español, que suben o hasta el lago de Oô o incluso hasta Espingo.
Nosotros continuamos por camino bien marcado, en algunos casos hasta cubierto de losas (realizado por mineros o forzados, en cualquier caso seguro que mucho trabajo), hacia el fondo (sur) y ascendemos por una ladera junto a un torrente.
Tusse de Montarqué, desde Espingo. A la izda. el torrente que nos acompaña en parte de la subida. Una excursión interesante sin nieve, subida a la Tusse, bajada al Lac Glace y vuelta por el camino de los mineros al refugio, parece que no, pero si, hay camino.
Aquí ya parece la muralla que se resuelve en unos cuantos zigzags y que da acceso a un llano superior. Aquí la orientación es un poco más caótica, ya que entramos en canchales de granito donde se pierden el camino y abundan los hitos que no siempre llevan la misma línea. Pero como enseguida se ve la presa y junto a ella, a su derecha, el refugio. Los canchales de granito y unos cuantos pluviómetros oxidados, ya cerca del refugio. Tuvimos suerte y apenas había niebla.
Esta última zona puede ser problemática con niebla, ya que un camino, también bien marcado, continúa hacia la Tusse de Montarque y es posible pasarse el refugio pese a los cacerolazos que el guarda hace sonar en la puerta para orientar a los que sabe que faltan por subir. La niebla, además suele ser muy puntal y aparecer todos los días al atardecer (al menos en el par de ocasiones que hemos estado nosotros).
Las nubes tratando de alcanzar el frente de la presa. Pueden tirarse así toda la noche, y arriba, miles de estrellas.
Al día siguiente empezamos tarde a andar, 8:30 h, así que mi hermano ya sale refunfuñando, pero como la idea es hacer Lézat-Quayrat y están ahí mismo la cosa no va a más. Quayrat y Lezat con la cresta que los une (no pasaremos por ella, demasiado para nosotros)
El camino comienza al otro lado de la presa (2.568 m), tras cruza su frente se continua bordeando el Lac du Portillón por un camino tallado en la roca y que enseguida comienza a coger altura hacia el Collado Inferior de Literola. En seguida se abandona esta ruta hacia nuestra izquierda (hitos) pasando a subir una ladera hasta llegar a un resalte que, tras superarlo, da acceso a un zócalo en la parte inferior de la muralla.
Hemos dejado abajo el camino hacia el collado y nos dirigimos por la ladera hacia el resalte.
Aquí tomaremos hacia nuestra derecha, hacia un corredor de grava y piedras, bastante empinado y descompuesto, que da acceso a la cresta. Y entonces empezaron nuestros problemas...Llegamos al corredor tras pasar los restos de un pequeño nevero en su base y subimos, ayudándonos en ocasiones de las manos, hasta las rocas de la cresta utilizando la canal más a la derecha de las tres que forman el corredor. Nos encaramamos a las rocas que a derecha e izquierda nos cierran el camino de la cresta y tras valorar la ruta y deliberar decidimos que no es posible continuar (al menos no para nosotros y sin equipo) así que creemos haber tomado la canal equivocada. Bajamos por donde hemos subido hasta llegar a un punto donde podemos pasar a la canal central, y retomamos la subida, otra vez ayudándonos de las manos.
Una vez arriba la situación es similar a la anterior, nos encaramamos a la roca que nos cierra el paso de la cresta a nuestra izquierda, pero no nos atrevemos a continuar ni vemos claro el paso más allá.. Nueva deliberación tras la que decidimos bajar al zócalo y seguir la muralla hacia la izquierda, visto en la subida (NW) (no hay más zócalo hacia el otro lado del corredor), por si este corredor que hemos tomado no era el correcto.
Bajamos, pues, y recorremos la muralla buscando algún otro camino posible, un par de intentos de subida sin apenas esperanza, que acaban a pocos metros y nueva deliberación. Analizamos la descripción de la “Guía de los 3000m” y vuelve a estar claro, tiene que ser el corredor por el que hemos subido solo que tomaremos ahora la canal de la izquierda.
La canal de la izquierda es como las otras, piedra y grava suelta que te obligan a usar las manos para tener más seguridad. Llegamos a la cresta y tras un paso por la roca que recuerdo estrecho y algo aéreo salimos, por fin, a la amplia cresta final del Lézat, la cual nos lleva a la cima en un instante (3.107 m) y bastante tiempo más de 1h 45 min de lo que viene en las guías, pero más que nada por culpa nuestra. Eso si, yo subiría la clasificación de F a F+, ya que el corredor no es nada “amigable”.
Por cierto que llegados a casa, y analizadas algunas fotos encontradas en internet así como las descripciones de las Agujas Lézat, nos entró la duda. ¿Podemos apuntarnos un par de agujas como realizadas? Yo creo que al menos la Aguja Superior Lézat (3.069 m) debemos apuntárnosla, mi hermano además añade, y puede que tenga razón por la fotos y las descripciones encontradas, la Aguja Central NO de Lézat (3.058 m) e incluso se atreve a añadir la Central SE, pero por como son las descripciones, yo creo que a esta seguro que no llegamos.
Como siempre fotos en la cima, algo de agua y comida y a seguir hacia el Quayrat. Bajamos por la ladera dirección norte hasta llegar a una brecha (2.960 m) (a nuestra derecha quedará un corredor de piedra suelta y el resto, paredes así que no hay perdida). Destrepamos a la brecha y seguimos, todavía usando las manos, por la cresta rocosa justo en frente nuestro. Pronto aparecen algunos hitos (desaparecerán enseguida), aunque el paso, con el corredor a nuestra derecha, puede ser comprometido y merece la pena agarrarse bien.
En la ancha cumbre, inspeccionando en busca del paso de la bajada. No hay problema pues no hay más.
Salimos de la cresta y el espolón comienza a ensancharse, al poco descendemos sin problemas hacia nuestra izquierda, hacia el caos de rocas del pequeño circo de la base. (Recuerdo una gran losa sobre otras rocas marcada como posible refugio y sobre la que bromearíamos más adelante, al no tener nada claro donde íbamos a acabar).Bajando hacia el circo de la base
Cruzamos este circo hacia el norte, hacia una brecha en el contrafuerte NE del Quayrat. Una vez pasado este contrafuerte veremos ya los Lacs des Crabioules, los cuales rodearemos por su parte superior y nos dirigiremos ascendiendo (oeste) hacia la segunda brecha que vemos por encima de nosotros. El Quayrat desde el Lezat. A la derecha la brecha que nos permitirá pasar a los Lacs des Crabioules.
Y nueva equivocación. Íbamos tres personas, todos sabemos contar e incluso, tenemos una edad, hemos visto Barrio Sésamo y el Conde Drako estaba entre nuestros favoritos, pero nos pusimos de acuerdo, no sabemos como, para no contar la primera brecha, por lo que decididos nos dirigimos por un empinado corredor herboso a la tercera, la traspusimos pasando a la otra vertiente (seguimos sin hitos). Imposible progresar hacia nuestra izquierda, progresión lógica si queremos llegar al Quayrat, así que decidimos continuar descendiendo por si se abre algún camino a la izquierda, y descendemos, y descendemos...pero nada. Ya empezamos a mirar la hora, está claro que por aquí no es, hemos bajado muchos metros por una ladera herbosa pero la ladera se acaba, no hay camino evidente y empiezan los desplomes. Nueva deliberación, dar la vuelta no aparece entre las primeras opciones, así que decidimos investigar si podemos descender del resalte por algún punto. Al final llegamos a una chimenea que, tras un destrepe demasiado expuesto para nuestro gusto, pasa a ser practicable y nos dejaría, o eso creemos, cerca de la base del Quayrat, en la vertiente del refugio del Portillón.
Intentamos el destrepe pero no lo vemos, nos gustaría asegurar pero no llevamos cuerda, así que nueva reunión. Pros y contras, y el tiempo que va pasando, son las cuatro de la tarde, pero no nos queda otra opción, seguir buscando un paso que puede que no exista o que nos lleve a enriscarnos no es solución, y si nos damos prisa puede que seamos capaces de encontrar el verdadero camino al Quayrat o incluso deshacer nuestros pasos, volver al Lézat y llegar, ya sin luz al refugio del Portillón. Y si no, bromeamos, ahí esta el refugio de la gran losa que vimos antes...pero la verdad es que poca gracia nos hace.
Remontamos la ladera herbosa para situarnos de nuevo en la brecha y bajamos por el corredor herboso, y aquí comprobamos que nos habíamos dejado una brecha por contar. Vuelta a ascender hasta esa segunda brecha, y ¡BIEN!, al pasar a la vertiente del Portillón aparecen hitos que nos llevan en ligero destrepe hacia la izquierda, hacia donde queríamos ir, para al poco encontrar una canal marcada con hitos que sube de la base del Quayrat. Todo indica que ese es el camino que sube de Espingo, y como la niebla ya empieza a verse en la base decidimos dejar para mejor ocasión la cima del Gran Quayrat y bajar, que no sabemos que nos espera.
El corredor está bastante descompuesto y tiene bastante pendiente, pero nos lleva rápido y sin demasiados problemas a una zona de bloques y después a una zona herbosa. La niebla ya lo cubre todo y de nuevo no tenemos claro el camino. Afortunadamente el día anterior, durante la subida, habíamos analizado esta ladera y creíamos tener claro el camino hacia el Refugio. Con esto tuvimos suerte, había un paso herboso hacia nuestra izquierda y posibilidad de bajar al cauce del arroyo que sale de la presa. Luego salimos a la zona de canchales de granito y restos de estructuras metálicas bajo el refugio y finalmente, incluso la niebla se levanto un poco y pudimos llegar sin problemas (18:00). Buen día de paseo, lleno de despistes que pudieron habernos complicado, y mucho, la ascensión pero al final, la sensatez y algo de buena suerte se unieron y pudimos llegar con tiempo de la ducha (fría), la cerveza y la cena.
Os dejo unas cuantas fotos más, principalmente del maravilloso entorno, muy montañero, del refugio (mucho tresmil alrededor, algunos de ellos asequibles) . No es una panorámica, pero las fotos de los picos por encima del refugio se pueden unir, aunque lo mejor es subir allí para verlos (lo peor, el agua fria de la ducha, pero eso no sale en las fotos). No se como estarán este año, pero con todo lo que ha caido merecerá la pena echar un vistazo a esos glaciares.