Como cada año los montes a los que vamos están un poco más lejos y son un poco más complicados, cuando volvimos por segunda vez ya no estaba tan lejos, ni la canal era reseñable...así que nos propusimos intentarlo con algo de nieve. Nos ha costado tres intentos y casi podría decirse que hemos tenido que hacer trampa, la nieve este año es muy escasa, así que nos ha permitido acercarnos sin pisar nieve mucho más que en las otras dos ocasiones, cuando encontramos nieve blanda desde el mismo aparcamiento.
En cualquier caso, esta descripción no es más que una escusa para colgar unas fotos del Anie y de su entorno, que también tenía ganas.
Pic d'Anie
Fecha: 26-11-2011
Montañeros: 2
Distancia (Ida y vuelta): 13,45 km
Desnivel (positivo): 960 m
Duración (Ida y vuelta con paradas): 6 h 19 min (3h ida)
Dificultad: Fácil (Precaución con las brechas al atravesar el karst y la pendiente, nieve helada en nuestro caso, en algunos puntos de la ascensión final y en la última pala).
Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2258805
Llegamos al parking del Collado de la Piedra de San Martín a eso de las ocho de la mañana (unos 13 km de Isaba por la NA 137). Yo voy diciendo que es tarde, que ya se ve de sobra, pero cuando llegamos solo hay otro coche en el parking, cosa rara ya que nunca solemos ser de los primeros.
El camino lo podemos tomar al lado del refugio que mira hacia el lado de Isaba, aunque hay muchas otras opciones que salvan el talud y que poco a poco van confluyendo. En cualquier caso nada más encaramarnos, si el día es claro, tendremos a la vista la pirámide del Anie, con lo que la orientación más básica ya la tenemos. En general, hasta pasar el Arlas iremos hacia el Este, para luego mantener dirección Sureste.
Mirando hacia el Anie al inicio del camino...
...con el Roncal y sus montañas a nuestra espalda
Llegamos a una pequeña hondonada, la seguimos unos metros dirección noreste y la cruzamos volviendo a retomar la subida. Una senda muy marcada, manchas de pintura y algunos hitos nos marcarán el camino. En seguida, aparece frente a nosotros la pirámide del Arlas. Abajo, a nuestra derecha, queda el Llano Carreras.
Hace un par de años, por las mismas fechas. Arlas en primer plano y Anie al fondo, perdiendo nieve por el viento que azotaba la zona.
Por terreno herboso y senderos marcado avanzamos hacia el Arlas, pasamos por debajo del Collado de la Serre llegando a una fuente. Varios caminos flanquean el pico dejándolo a nuestra izquierda, conduciendonos al siguiente collado, el Collado de Pescamou.
Llegando al collado de Pescamou
Siguiendo dirección al Anie pasamos una pequeño coscorro por camino evidente para llegar al Col de Boticotch, collado caracterizado por una pequeña cabaña metálica conocida como Refugio de los Espeleólogos, cabaña que siempre he visto cerrada.
Pic' dAnie y Soumcouy, impresionantes desde el Collado de Boticotch
Pasado el collado una nueva subida nos lleva bordeando el Latras-Murlong por el lado izquierdo, desapareciendo poco a poco la hierba y ganando presencia la caliza. Y como la materia prima empieza a abundar, aunque todavía el camino es evidente y presenta marcas de pintura, también abundan los hitos, así que por aquí y sin nieve no habrá demasidos problemas de orientación.
Mirada atrás pasado el Collado de Boticotch, hacia la pirámide del Arlas
Prácticamente cuando dejamos atrás y a nuestra derecha la cima del Latras-Murlong y justo al bajar un buen "escalón" en el camino aparece una bifurcación señalizada con poste indicador. Un camino se va prácticamente perpendicular a nuestra izquierda, atravesará los Arres de Anie por una especie de pasillo natural hasta llegar bajo el Soumcouy, luego enlazará con el camino que viene de Lescun, rodeará los desplomes del lado Noroeste del Anie y enlazará con los tramos finales de subida. Este camino lo hemos tomado alguna vez a la vuelta, pero por costumbre, siempre hemos subido, o intentado subir, por el que sigue de frente, y esta vez no ha sido una excepción.
Pasada la bifurcación el karst ya domina el paisaje completamente, y en nuestro caso, empezaron a hacerse frecuentes las manchas de nieve helada.
Aquí la hierba pasa a ser anecdótica y entramos en una zona de grietas, simas y dolinas. Como la nieve helada también va cubriéndolo todo, avanzamos poniendo mucha más atención en cada paso e intentando seguir escrupulosamente los hitos. En esta zona, y en lo que resta, los rastros de senda se pierden en la caliza y no hay tantas zonas con hierba como para que sirva la huella en las mismas de referencia.
Camino (en verde) aproximado hacia la zona de karst en la base del Anie
Los hitos nos van acercando a una especie de muralla caliza que aparece a nuestra derecha. Tras descender unos metros, quedará entre nosotros y la muralla una canal, o una serie de hoyas, en nuestro caso cubiertas de nieve. Los hitos las dejan a nuestra derecha y ascienden decididos por una serie de lomas, buscando como siempre pasar las grietas, y hay muchas, de la mejor manera posible. Para hacer esta subida nos calzamos los crampones, si no imposible con la nieve como estaba, y ya no nos los quitamos hasta la vuelta, más o menos en el mismo punto.
Este camino nos deja, en una especie de collado entre dos promontorios rocosos desde donde el Anie casi puede ya tocarse.
Llegando a la base del Anie...
Una pequeño llano, por supuesto erizado de grietas, nos separa de la base del Anie. Lo recorremos guiándonos por los hitos y mientras nos acercamos vamos analizando la única huella que se aprecia en la nieve. El camino normal busca un pequeño corredor que en verano nos exigiría poner las manos en algún momento (I) para pasar al lado Sur donde el camino de subida discurre ya por una ladera pedregosa sin dificultades, pero con la nieve no lo teníamos tan claro. Al final, acabamos buscando el mismo corredor (muy empinado), aunque supongo que hacemos algún zigzag más que en verano para llegar a él.
Itinerario aproximado de subida para alcanzar la última pala. La zona de mayor pendiente en estos tramos es la subida vertical, arriba a la derecha de la foto.
...y esta pinta tiene cuando bajas.
Pasado el corredor nos vamos hacia nuestra izquierda, bordeando un promontorio, para enlazar con el camino que viene del lado francés. Una vez alcanzado, el camino va a nuestra derecha buscando la pedregosa ladera que con la nieve helada se ha convertido en una pala en la que avanzar con mucho cuidado.
Accediendo a la pala final. Nosotros ascendimos directamente, realizando luego un flanqueo sobre las rocas que quedan en el centro de la foto. La opción que marcan las otras huellas, flanqueando al inicio, me parece una opción más adecuada y fue la que utilizamos en la bajada.
Así ves la pala cuando subes...
Así ves la pala cuando subes...
...y esta pinta tiene cuando bajas.
Al final la pala nos deja a unos metros a la derecha del pico, así que avanzamos hacia nuestra izquierda para alcanzar la cima del Pic d'Anie-Auñamendi (2.507 m; 3 h). El viento que nos asustó en los primeros momentos de la mañana ha cesado, apenas hay nubes, así que disfrutamos de la cima, toda para nosotros, y de sus vistas.