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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Intento a la Cresta de Bardamina (06-08-2012)

Siempre tengo serias dudas cuando adjudico una dificultad a una ascensión. Sé que es algo completamente subjetivo, que no están fácil como medir con un metro, que aunque haya una "guía" para determinar el F, F+, PD- etc también depende del día, de la experiencia...y lo veo cada vez que subo un tresmil y comparo lo que yo he vivido con la dificultad que le ponen y compruebo que pocas veces casan.

La cresta de Bardamina es una de esas veces que no hay acuerdo. En lo que a mi respecta subiría ese "PD-" del libro de los tresmiles, pero vete a saber, puede que yo esté totalmente equivocado...en cualquier caso, o precisamente por eso, cuento como nos fue, incluyendo la infructuosa, y arriesgada, búsqueda de alternativas.

 La cresta, desde el Pico Bardamina con la mole del Posets al fondo...

 ...y vista desde el Abeillé. Desde aquí apenas destaca, es solo una línea recta a la izquierda del Posets.

Fecha: 06-08-2012
Recorrido: Refugio Ángel Orús- Ball d'es Ibons-Pico de Bardamina (3.079 m)-cresta Bardamina (parcialmente)-Pico Inferior de la Paul (3.073 m)-Collado de la Paul- Ball d'es Ibons-Ref. Ángel Orús.
Montañeros: 2
Distancia (Ida y vuelta): 13,73 km
Desnivel (positivo): 1.383 m
Duración (Ida y vuelta): 8 h 45 min
Dificultad: Difícil (PD- según las guías). Cresta aérea.
Track:  http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3713034

Pasamos la noche en el Ángel Orús. La cena, pobre, nos hace añorar otros refugios de la zona, sobretodo el de Viadós. La habitación repleta de "aficionados a la montaña con poca cultura de refugio" nos hace pasara una mala noche (supongo que a las 2 se puede salir a fumar si el vicio aprieta, pero no es necesario despertar a todo el mundo al entrar y al salir, hay gente que no fuma y que no va a acompañarlos; supongo que un niño le puede comentar a su madre que no se puede dormir, pero si el niño tienen más de 18 años, da el parte cada media hora y nos enteramos todos algo va mal).

 Me quejo, pero paisajes así me obligan a volver. Ibón de les Alforches

A la mañana siguiente poco a poco vamos abandonando el refugio, la inmensa mayoría sigue el camino hacia el Posets, unos pocos siguen hacia Viadós en la vuelta al Posets y nosotros nos vamos solos, está visto que somos los raros.

        
 El camino en sus tramos iniciales

El camino sale muy marcado, con marcas rojas y blancas de GR, de la parte de atrás del refugio. En seguida pasa a ascender por canchales, donde nos encontraremos multitud de hitos, con algunos pequeños tramos herbosos intercalados en los que el camino deja una huella profunda.

 Mirada atrás. El refugio va quedando abajo poco a poco

El barranco del Ibons. Hacia el nos dirigimos
 
Al poco el camino se encajona en una especie de canal que se va hacia nuestra derecha. Tras subir esta canal llegamos a una bifurcación con poste indicador. A nuestra izquierda, en ascenso, sigue el camino hacia el Posets y el GR hacia Viadós. Nosotros seguimos de frente, por el GR que nos lleva hacia Estós.
 Por la canal...

...y al poco, los indicadores
 Mirada a nuestra izquierda, hacia el camino del Posets

Descendemos unos metros hasta encontrarnos, en una explanada, con el torrente de Llardaneta y que cruzamos como podemos, que para eso están las piedras. A partir de aquí, y tras recuperar los metros que hemos perdido en el descenso a la explanada, el sendero faldea, noreste, en continuo sube-baja por canchales y ladera herbosa, donde deja un profundo surco, camino del fondo del valle. A nuestra derecha quedará una borda de pastores con medio techo (Cabaña de Llardana), y a su alrededor, vacas pastando.
 Avanzando por prados y alguna que otra roca. De momento mantenemos cota.
 La cabaña de Llardana. A la vuelta nos la encontramos ocupada y cubierta por una lona. no se puede negar que es un lugar con magníficas vistas

Cuando nos acercamos al fondo del valle, el desagüe de los ibones, la roca gana en presencia, así que hay que estar algo más atento a los hitos, pero sigue la abundancia de ellos, y llegamos sin problemas a las cercanías del arroyo del Barranco d'es Ibons..., sacamos unas fotos de la cascada pero no lo cruzamos, si no que, abandonando definitivamente la GR, seguimos los hitos dirección norte por una canal paralela al arroyo.

  
 Nos vamos acercando al arroyo

 Alcanzado el arroyo, la GR se va a la derecha y lo cruza...

 ...pero nosotros seguimos por esta hondonada hacia el Ibón de les Alforches

Ante nosotros aparece un primer ibón, (Ibón de les Alforches). Los hitos nos llevan (Norte) por canchales con zonas de hierba intercaladas hacia su parte trasera para, en un momento dado girar hacia nuestra izquierda (Noroeste) y ascender unos metros, cruzando el arroyo que baja del ibón de Ferradura para dirigirnos hacia el Ibón de Abaixo.


 A nuestra derecha queda el ibón de les Alforches. Debe ser lugar habitual de acampada y varias tiendas así nos lo confirman

Ya se ve la cresta, y la muralla que habrá que salvar para llegar a ella. Con un día claro como éste, o la brecha o el primer montículo a su derecha (Pico de Bardamina) nos sirven de referencia en la subida
 Cruzamos el arroyo y disfrutamos de las pequeñas cascadas

Con el Ibón de Abaixo a nuestra derecha, y a la par, perdemos definitivamente los hitos. El camino tiene que subir la muralla que queda a nuestro frente dirigiéndose luego hacia la derecha, en busca del primer contrafuerte que desciende del Pico Bardamina, así que atacamos en diagonal (primero noroeste y luego norte) las empinadas cuestas (amplias canales herbosas con mucha pendiente y canchales con sus correspondientes sube y baja para salvarlos), siempre atentos a algún rastro de camino y los posibles hitos, pero solo vemos uno, en la mitad, y por supuesto, tampoco nos sirve para mucho. 
 Ibón de Abaixo. Desde aquí nos inventamos el camino, la referencia será la brecha en la cresta que hemos visto antes

 Vamos subiendo. Al otro lado del ibón de Abaixo, y bastante más arriba que éste, ya vemos el Ibón Alto (el día de los nombres no estaban muy imaginativos, pero al menos responden a la realidad)

Cuando la pendiente se va suavizando van apareciendo bloques y las rocas, sobre los bloques y ya prácticamente en una explanada, cruzamos un pequeño arroyo que viene de un ibón algo más arriba y nos subimos al contrafuerte (Este) que baja del Pico de Bardamina.

 Desde la explanada ya se intuye el camino. Buscará la zona más practicable a la derecha de la cima.

 Mirada a nuestra izquierda. Un pequeño ibón en la explanada y al fondo, imponente, el Posets

En este contrafuerte vuelven a parecer los hitos, así que ya solo hay que seguirlos (Norte) ascendiendo por rocas y sin apenas poner las manos, a la cresta algo más a la derecha de la cima. Aquí la cresta es aun bastante ancha, así que andando por ella unos poco metros hacia nuestra izquierda llegamos al Pico de Bardamina (3.079 m, 3h 30 min).

 Esta pinta tiene la subida, mucha roca pero sin dificultades

 Pico de Bardamina

La mole del Posets nos marca la dirección a seguir, además la cresta no da muchas opciones, así que continuamos (Oeste) por los bloques de granito que la forman. Lo primero que encontramos es una horcada, visible claramente cuando subíamos. En vez de descender directamente a ella abandonamos la parte superior de la cresta y seguimos una línea de hitos que desciende unos metros por el sur y nos devuelve a la horcada.

 Alineados, el Bardamina y el Posets, en el centro la cresta que queríamos recorrer

 Bajando a la brecha. Ya se ve que lo que hay después va a ser aéreo.

 Mirada atrás desde la brecha. Por la derecha de la foto (izquierda según avanzábamos) bajan los hitos

Trepamos para retomar la cresta y los pasos aéreos comienzan a sucederse. Afortunadamente la roca, granito, es de las que agarran y poco a poco vamos avanzando, hasta llegar, cuando llevamos recorrido unos dos tercios de la distancia que nos separa del Pico de la Paul, a un pequeño corte en la cresta.
 Otra mirada atrás. No se puede negar que es una cresta entretenida

Tras el corte, un gran bloque de granito nos bloquea la progresión. Por la derecha no lo veo, no veo buenos agarres y es demasiado aéreo para meterse sin cuerda, por la izquierda, una estrecha repisa parece darnos una opción, así que lo intento.

 Por aquí nos quedamos. Los primeros bloques de la foto nos cortaron el camino y no los supimos superar

La roca sobre la repisa está algo extraplomada y me choca con la mochila, me agacho para avanzar y casi acabo de rodillas, pero paso y cuando me incorporo me encuentro un bloque liso, de algo así como metro y medio. Rebusco, rebusco y pillo un buen agarre para la mano derecha, si me impulso conseguiré subir el tronco y luego ya está, libre acceso a la cresta. Miro atrás y pregunto "¿Cómo lo ves?". No lo ve y yo pienso que si paso, luego no me será fácil volver atrás.

Así que vuelvo de rodillas por la repisa al corte en la cresta y descendemos un par de metros por una amplia vira que, a nuestra izquierda, parece descender hasta los bloques de la explanada bajo la cresta. Casi al lado de la repisa que no fuimos capaces de pasar intento trepar, pero aquello va cogiendo altura y verticalidad y no consigo llegar a terreno firme, así que destrepo de nuevo a la vira.

Visto que por la cresta no seguimos y a aunque el final de la vira no está claro, descendemos andando por ella, y sin ninguna dificultad situarnos en la base de la cresta, en su lado sur. Ahora la teoría nos dice que lo más fácil habría sido seguir paralelos a la cresta, avanzando por pedreras dirección al collado de la Paul, y eso hacemos, pero un par de chimeneas, prácticamente en la vertical del Pico de la Paul, nos tientan.

 Bajando por la vira...

 ...que nos dejará, sin dificultades, bajo la cresta

Lo intento primero por una y luego por otra, y subo bastantes metros, pero de nuevo lo deshecho del terreno (en una de ellas hay un momento en que mis dos pies están en una piedra plana suelta y una de las manos se agarra a otra piedra también suelta, una situación poco recomendable en la que no puedes menos que preguntarte ¿Qué hago yo aquí?¿ por qué no me gusta el "sillonball"?) y la verticalidad que toman ambas chimeneas me hacen desistir pese a que según el gps y lo que veo, me quedo a un par de metros la cresta. Pero la chimenea toma un cariz que mejor me bajo, ahora que aun puedo.

Acabada las excursiones peligrosas y con el típico "nunca más me salgo del camino", seguimos por la base sur de la cresta, paralelos a la misma e intentando perder la mínima altura, dirigiéndonos hacia el collado de la Paul (Oeste).

 Progresando por las pedreras junto a la cresta

No llegamos al collado si no que cuando alcanzamos la vertical del Pico Inferior de la Paul, ascendemos hacia nuestra derecha, sin camino y por rocas, para salir directamente al Pico Inferior de la Paul ( 3.073 m; 5 h 15 min).

Pico Inferior de la Paul y la cresta que no nos atrevimos a cruzar
 El Posets, son 300 metros más.

 Y más vistas desde la cima

Descansamos en la cima y valoramos retomarla ahora hacia el este para alcanzar el Pico de la Paul. Mis excursiones por las chimeneas me han quitado las ganas de utilizar las manos en el avance por montaña, al menos por un tiempo, y como entre uno y otro sabemos que la cresta sigue siendo aérea, decidimos bajar y dejar esta cima para otra ocasión.

 Cresta de Bardamina. No sabría decir ni por donde la abandonamos ni que chimeneas intentamos subir.

Para la bajada, nos acercamos al collado de la Paul y vamos descendiendo directos (Sureste) hacia el Ibón de Ferradura, primero por los surcos que forma la vieja morrena y luego por canchales y alguna zona de hierba. Por supuesto, no vemos camino ni hitos pero como en algún lugar hemos leído que para acceder al collado de la Paul desde los ibones el de referencia es el de Ferradura, vamos bajando en esa dirección, esperando no encontrarnos con ningún paso que no seamos capaces de superar.

 La nieve marcaba los surcos en la morrena. Parecía que alguien hubiese pasado con un rastrillo

 Bajando. El ibón de les Alforches nos marca la dirección a seguir

Con la zona de los ibones ya a la vista, la pendiente nos impide ver como continua la ladera y comienzan las dudas sobre si el camino será practicable o no. Tras unos pequeños sube y bajas decidimos cruzar por una amplia canal con zonas pulidas por el agua y descender por ella algunos metros para luego pasas a nuestra izquierda y descender ya por una empinada ladera cubierta de hierba que nos deja algo más abajo del ibón de Ferradura.

Llegando a la zona del Ibón de Ferradura (queda a la derecha de la foto)
 Para alcanzar los ibones cruzamos esa canal que se ve a la izquierda de la foto y luego buscamos el camino más practicable por la hierba

Desde aquí, cruzamos el arroyo y seguimos descendiendo hasta dar, ya cerca del Ibón de les Alforches, con el camino de la ida. Ahora solo es desandar el camino y volver al refugio, donde una noche más (modo ironía ON), "disfrutaremos de la comida y de un sueño reparador".

 Los ibones nos marcan el final del recorrido sin senda. A partir de aquí es desandar el camino que recorrimos a la mañana.

Para acabar, altimetría, mapa y unas fotos:

 


 El Posets. La tormenta del día anterior le dejo unas cuantas marcas blancas

 Ibones. Buen sitio para descansar

El Ball de Grist en todo su esplendor

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Eriste Norte o Bagüeñola Norte o Pico Beraldi

Los Eristes, desde Viadós

Fecha: 18-09-2012
Recorrido: Refugio Viadós (1.760 m) - Bal de la Ribereta - Ibón de Millars - Collado de Millars (2.831 m) - Pico Eriste Norte o Bagüeñola Norte o Pico Beraldi (3.025 m). Vuelta por el mismo camino.
Montañeros: 2
Distancia (Ida y vuelta): 14,99 km
Desnivel (positivo): 1.565 m
Duración (Ida): 3 h 55 min
Dificultad: Fácil. (PD- según las guías).  Sendero evidente hasta el ibón de Millars, después abundantes hitos. Algún punto de usar las manos en la "cornisa" tras superar el ibón.
Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3488247

De nuevo un fin de semana en Viadós. Echo a faltar los días largos y la luna que nos acompañó el año pasado, este nos toco luna nueva, con esa luz que invitaba a sentarse en la puerta del refugio, frente al Posets-Espadas, y disfrutar de los cambios de color de sus laderas según avanzaba la tarde y la noche.

Empieza a caer la tarde sobre las bordas

El resto está todo igual: Viadós precioso aunque se le notaba la falta de agua; la comida estupenda y abundante(sopa, verduras y carne, aunque asombrados nos quedamos con un par de jubilados franceses que estaban en la HRP desde Gavarnie y subiendo a tresmiles por el camino, su capacidad de devorar era asombrosa, muy majos, pero nos los quería en mi mesa...); el refugio a rebosar el sábado a la noche y prácticamente en familia el domingo (buenas risas nos echamos el domingo con un par de catalanes que venían de Estos, pasando por el Posets, y se iban para el Ángel Orús). En fin, lo que en casi todos los refugios,  buena gente de montaña y un entorno para disfrutar.

El primer día repetimos, o mejor dicho repito, la cresta del Sabre al Abeillé. Bonita cresta que no me importó repetir  dando la oportunidad  a mi mujer para que la tache de su lista.

Sabre y Bachimala. Esta vista no la tendremos hasta no haber llegado a la cima de hoy

El segundo día no lo teníamos claro. Tras darle vueltas a las posibilidades más cercanas, y buscando alguno que nos quede por hacer y asequible en tiempo (Culfredas, Veteranos, Picos de la Pez...) nos quedamos con el Eriste Norte (o Pico Beraldi o Bagüeñola Norte, varios nombres para el mismo pico).

Por una vez acertamos, aunque a priori nos daba bastante miedo.  Los otros dos Eristes ya los hicimos en su día, pero en años diferentes, y saliendo desde el Puerto de Sahún. De ninguno de los dos tenemos un buen recuerdo: el recorrido largo, caluroso y, una vez pasados los ibones, sin alicientes excepto la misma cima.

Eriste Norte, desde el Eriste Central

Los tres Eristes, el Norte a la derecha, desde el lado del Bal de  Bagüeña

Pero en esta ocasión nos acompañó el día (soleado pero sin excesivo calor), el camino era claro, agradable en su inicio mientras se mantiene el GR  (sendero, bosque...) y variado en su continuación, cuando ya dejamos atrás el ibón (pequeña cornisa por canchales, pedreras, bloques, una evitable trepadita cerca del collado, más bloques...) y además sin apenas posibilidad de extravío gracias a los numerosos hitos. Lo dicho, acertamos, no habríamos soportado volver desde el Puerto de Sahún solo para esta cima.

Foto desde la parte baja del refugio. Pasaremos entre las bordas y bajaremos al arroyo que dibuja esa línea entre el prado y el bosque 

Salimos del refugio de Viadós y tomamos el camino que pasa entre las bordas. Una vez superada la última, un sendero (GR 11.2, marcas rojas y blancas) surge a nuestra derecha y desciende hacia el cauce del arroyo (Zinqueta de Añes Cruces) que cruzamos por un puente de madera.  Subimos por sendero entre pinos apenas unos metros y tomamos un sendero hacia nuestra derecha para llegar a una zona abierta donde un nuevo cartel indicador nos marca tiempos y direcciones.

El Eriste N apenas destaca en la línea del horizonte (en la foto es el primer pico que aparece a la derecha). A  su izquierda la antecima, que apenas se diferencia en esta toma, y un poco más a la izquierda, y abajo, el collado de Millars. El siguiente collado, el de Eriste. Bajo él, el Bal de la Ribereta.



Por carteles que no sea. Desde luego este camino no tiene pérdida.

Evidentemente seguimos por el GR (dirección general Sureste) hacia el Ibón de Millars. El camino sigue el Bal de la Ribereta, manteniéndose en su margen derecha (o lo que es lo mismo, quedando el arroyo a nuestra derecha según el sentido de la marcha). Hasta haber recorrido un par de kilómetros cruzaremos algunos claros entre el bosque de pinos y avanzando siempre por sendero marcado y sin apenas desnivel.

Tras ese par de kilómetros el prado desaparece y nos internamos en el bosque, donde encontraremos algunos zigzags y una pendiente que más o menos empieza ya a ser continua, aunque sin ser exigente. En un par de puntos encontramos grandes bancos de madera que supongo vendrán de perlas para descansar de las pesadas mochilas, pero que nosotros, más ligeros, no llegamos a utilizar.

Comienza la subida. Al fondo, el Collado de Eriste

Perdemos algo de altura para salir a una explanada donde se juntan un par de torrentes. Frente a nosotros y a nuestra derecha una impresionante pared, lisa y pulida, con una fisura vertical por donde desciende el agua. El aspecto de la explanada, pelada y con árboles caídos por todos lados, nos habla de la fuerza del agua.

La impresionante pared...

...y la explanada con el cruce de arroyos

Atravesado el arroyo, sin dificultad en esta época del año, seguimos en la margen izquierda del valle (según sentido de la marcha), internándonos de nuevo en el bosque y continuando la subida, algún zigzag incluido, hasta salir del mismo a una gran zona herbosa.
 
La pendiente aquí se suaviza y nos da ocasión de ver asomar frente a nosotros, aunque algo a la derecha, el amplio collado de Millars, destacando la antecima piramidal a su derecha y después, casi más modesto por su aspecto redondeado, el Pico Eriste Norte.

El redondeado collado de Millars (primero por la izquierda), la antecima justo a su derecha y sin apenas diferenciación, la cima del Eriste

Cruzamos la profunda huella de un nuevo torrente y nos encontramos con una bifurcación. A nuestra izquierda, atacando al pendiente de forma directa, continúa el GR hacia el collado de Eriste y el Ángel Orús. A la derecha, y manteniendo cota, al menos al principio, se encamina el sendero hacia el Ibón de Millars.

Señal en el cruce. Los ibones están bien indicados

El sendero sube luego, con un par de pequeñas zetas, por los canchales que forma el contrafuerte. La forma más sencilla de orientarse es seguir por él camino hasta el mismo frente del Ibón de Millars (o Millares o Millas...que así lo he visto escrito en otros sitios).

Canchales aproximándonos al ibón de Millars. En el centro, el collado al que nos dirigimos. Ya se empieza a intuir por donde discurrirá el camino

De la esquina izquierda del ibón (según llegamos a él) sale una línea de hitos que por canchales, alguna pequeña pedrera y algún que otro trozos de hierba, donde veremos tímidos trazos de senda, remonta alejándose de la orilla del ibón y acercándose poco a poco a la pared del contrafuerte que queda a nuestra izquierda. Nosotros en la subida no llegamos al ibón, si no que nos salimos del camino unos metros antes y fuimos a buscar de forma directa por los canchales la línea de hitos, pero creo que tampoco es que hayamos ganado gran cosa.

Dejamos atrás el ibón, pero ya vamos eligiendo sitio para parar a la bajada

La línea de hitos gana pendiente al aproximarse a la pared y se mete en una especie de cornisa en la roca que sigue ascendiendo en diagonal por el contrafuerte hasta salir de nuevo a una zona de hierba. La cornisa no tiene dificultad técnica ni es excesivamente aérea, pero exige poner alguna que otra mano y, desde luego, estar atento a donde se ponen los pies.

La orilla del ibón por la que subimos vista desde el otro lado. Tras cruzar la pedrera que se ve a a la izquierda a media altura entramos de nuevo a la hierba y seguimos casi directos hacia arriba en busca de los hitos que siguen por la roca y que nos llevarán a la explanada que se intuye en el centro de la foto
 
Acercándonos a la pedrera

Ya situados en la cornisa por la que ascendemos hacia la explanada


Una vez en la hierba subimos aún unos metros  más para llegar a una zona de explanada. Por lo visto es posible acceder a ella desde la subida del GR al Collado de Eriste (nos encontramos un grupo que estaba dando un paseo y que venía del GR) aunque como no he pasado por ahí desconozco cómo es el camino.

Desde la explanada. Collado de Millars (primero a la izquierda). La antecima parece más alta que el propio Eriste (centro, los dos)

Desde aquí seguimos teniendo a la vista el collado de Millars (lo vemos todo el rato desde el ibón) y el camino sigue siendo más o menos evidente, y la densidad de hitos es más que adecuada, así que no tendremos problema con la orientación.

Nos dirigimos hacia esa rotura en la muralla, algo a la izquierda del collado y bajo la Punta de Millars (a la izquierda del collado)
 
Seguimos, ahora dirigiéndonos algo hacia nuestra derecha, hacia una pedrera que remonta en pequeñas eses por  la base del Pico Millars,  pasamos una zona de bloque faldeando el Pico y avanzamos paralelos, siguiendo por la pedrera,  a una pared que queda a nuestra izquierda y que presenta un par de puntos de "rotura". Aquí los hitos nos marcan varios pasos, el último, por el que subimos nosotros, pide echar las manos para pasar. A la bajada cogimos uno de los primeros y no fue necesario trepar, sin duda mejor opción.

Avanzando entre pequeños bloques. Pronto el terreno estará más deshecho

La pequeña trepada nos deja en una amplia canal, algo deshecha, por la que seguimos ascendiendo siguiendo los hitos hasta salir a una zona de bloques, ya prácticamente en la parte baja del collado de Millars.

De un vistazo toda la subida que hemos hecho desde el ibón...

...y lo poquito que nos queda al collado. La antecima domina el horizonte y nos esconde el Eriste N.

Nosotros cruzamos el collado y nos acercamos al otro lado para ver que había. Pero no es la mejor opción, a no ser que seas curioso como nosotros, ya que es un collado bastante amplio. Lo mejor es dirigirse, justo al llegar a la zona de collado y siguiendo los hitos, hacia la antecima del Eriste Norte, antecima que domina toda nuestra derecha (a la izquierda nos queda el Pico Millars) y que nos impide ver más allá.

Por los bloques de la antecima (no se trata de un tresmil en bajada, es que la foto la tome cuando nos íbamos)

Los hitos van ascendiendo por los bloques, primero paralela a la vertiente del Ibón de Millars y luego dirigiéndose poco a poco hacia la izquierda, hacia la vertiente de Bagüeña. Sin llegar a ascender la antecima, alcanzamos dicha vertiente y nos encontramos con una marcada vira, a ratos con trazos de hierba, que va ascendiendo paralela a la cresta del Eriste Norte, cresta que vamos dejando a nuestra derecha. En algún punto la vira nos pide echar alguna mano, pero sin dificultad.

En el centro de la foto apenas se intuye la vira, in situ estaba más claro
 
Por la vira, este tramo sin dificultades.

Vemos alguna línea de hitos que remonta hacia la cresta, pero como no tenemos claro que nos vamos a encontrar, seguimos la vira hasta que acaba en el contrafuerte este del Eriste Norte. Desde aquí, a parte de una profunda chimenea a nuestros pies, ya tenemos a la vista Eriste Sur y Central. Desde este contrafuerte ascendemos hacia nuestra derecha unos pocos metros por roca y alguna pequeña placa para llegar sin más dificultades a la cima del Eriste Norte, o Pico Beraldi o Bagüeñola Sur (3.025 m; 3 h 55 min).

Salimos a la chimenea, miramos para abajo por aquello del vertigo, pero la foto la hago al frente: Eriste Central y Eriste Sur

Y los dos otra vez, las rocas en primer plano son la cima del Eriste Norte o Pico Beraldi

Disfrutamos de la soledad y tranquilidad de la cima, de las vistas (Posets-Espadas, Perdiguero, Aneto, Bachimala, Culfredas, Eristes...) y de esa rara avis que rara vez se presenta en las cimas, el buen tiempo.  Aprovechamos para recordar, como no, las otras dos penosas ascensiones a los otros dos Eristes, alguna otra a cimas de esos macizos que tenemos a la vista y nos planteamos "posibles" para otros veranos. Total, entre recuerdos, planes y disfrutar del sol se nos fue una hora en la cima.



Macizo del Posets, muy cerca...


...el del Aneto...

y el Perdiguero

La bajada, por el mismo camino hasta Viadós, solo que ahora con una parada obligada en la orilla del ibón. Con paradas y tal nos hemos ido a un total de 9 horas, pero la sensación no ha sido de minutada, si no de "agradable excursión", y esto me suena raro cuando hablo de un tresmil y de 1500 de desnivel ¿me estaré acostumbrando?, ¿me estará empezando a  gustar esto?.

Por cierto, como casi siempre, algunas de las fotos pertenecen a otras salidas por la zona. No es que la hierba haya crecido de la mañana a la tarde...

Y para acabar, altimetría, mapa y un par de fotos más de Viadós, que al menos a mi no me cansa.