domingo, 20 de noviembre de 2016

Trekking por Dolomitas, de Bressanone a San Candido - 5ª Etapa: Ref. Kostner - Ref. Col Gallina (Julio 2016)

Hoy nos vamos hacia el Este. Empezamos el día con prados, prados y prados...y según comentamos que solo faltan Heidi, Pedro y el Abuelo...van y aparecen en el jardín de un refugio. Luego las faldas de Setsas nos permitirán volver a la roca, caliza por supuesto, camino del Passo de Valparola y del Passo Falzarego.
Pralongia, un buen sitio para tomar un respiro, entre verdes prados con vistas a 360°.
Y tras los prados, la caliza de las faldas de Setsas.
Fecha: 08-07-2016
Montañeros: 2
Distancia: 19,9 km
Desnivel positivo: 813 m
Desnivel negativo: 1.319 m
Duración (con paradas): 8 h 
Recorrido: Refugio Kostner o Franz Kostner Hütte (2.450 m) - Passo Campolongo (1.870 m) - Ref. La Marmota, Passo Incissa (1.938 m) - Ref. Pralongia (2.134 m) - Pralongia, cima (2.185 m) - Ref. Valparola (2.179 m) - Museo I Guerra Mundial (2.186 m) - Passo di Valparola (2.192 m) - Passo Falzarego (2.109 m) - Refugio Col Gallina (2.063 m).

Dificultad: Fácil. Senderos balizados.
Track en Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14416997

De nuevo parece que somos los primeros en ponernos en marcha. No somos los primeros en bajar a desayunar pero si los primeros en ponernos en movimiento, solo la pareja de italianos parece darse algo de vida. Los americanos, y el refugio está lleno de ellos, ultiman los detalles de la ruta (o de la resaca del día anterior) y está claro que les va a costar moverse.
Los buenos días nos los dan estas vistas de la Marmolada.
Algunas nubes se mantienen agarradas a las paredes y cubren el valle por el que descendimos ayer después de subir al Piz Boè, pero de momento parecen inofensivas.
Nosotros tomamos el sendero 638 hacia el lago Boè (Lech de Boè) y el telesilla. Primero por sendero, más o menos hasta llegar al lago, y luego por la pista de esquí descendemos al telesilla y ahí tomamos la pista (638) que va descendiendo hasta llegar al Passo de Campolongo.
Indicadores varios. Seguimos hacia el lago Boè (Lech de Boè) y el telesilla.
El sendero, perfectamente balizado, desciende por la parte de atrás del refugio.
Vamos alejándonos del refugio Kostner, que queda ahora entre las nubes.
Lago Boè (Lech de Boè). Nos desviamos unos metros para verlo.
No hace falta desviarse para mantener la visión de la Marmolada, la tenemos a nuestra derecha según descendemos por las pistas.
Cerca de la estación del telesilla aparece el desvío...
...que nos conduce a una pista en marcado descenso.

Según descendemos por ella nos encontramos a Heidi, Pedro, el abuelo y Niebla que  nos saludan desde el jardín de un refugio junto a la pista.
La pista nos deja en Campolongo, junto a la carretera.
Ahí cruzamos la carretera y seguimos las indicaciones para Pralongia (sendero 3). Tras un primer inicio por el bosque atravesamos un par de pistas de esquí e iniciamos un faldeo por bosque donde nos encontraremos unos cuantos ciclistas disfrutando del sendero. 
Indicadores al otro lado de la carretera. Parece que todos marcan la misma dirección, así que vamos para allá.
No se cuantos giputxis robasetas pasaremos por aquí, pero por si acaso quedáis avisados, aquí tampoco se pueden coger setas.
El sendero es siempre amplio y bien marcado.
Incluso cuando cruza las pistas de esquí se mantiene el rastro. Afortunadamente va poco rato por la pista, la pendiente en esos tramos es importante y se agradece un descanso que aprovechamos para sacar fotos de la zona del Kostner y el grupo Sella, ya al otro lado del valle.
Tras cruzar la pista nos volvemos a adentrar en el bosque, cerrado a ratos...
y a ratos con claros que nos permiten disfrutar de las vistas.
Finalmente aparecen frente a nosotros las colinas de Pralongia, hacia las que se dirige el sendero.
Al llegar al Refugio La Marmota (Passo Incisa)  volvemos a subir, ahora por una empinada pista, entre los prados de las pistas de esquí, cargados de hierba y flores (flores, muchas flores...al final de esta entrada dejo unas cuantas fotos). De nuevo las bicicletas de montaña pasan volando a nuestro lado aprovechando la pendiente. Nosotros no vamos precisamente volando, la subida por pista y con esta pendiente se hace pesada, así que cuando llegamos a Pralongia (el refugio/hotel/restaurante) y la pendiente se suaviza, decidimos tomarnos un respiro y sentarnos en su terraza a tomar un capuccino. Estamos rodeados por verdes prados, con bancos, tallas de madera, juegos para los niños y multitud de senderos por los que pasean ciclistas y senderistas. 
Passo Incisa, a la izquierda el refugio la Marmota y de frente la pista por la que subiremos.
A ambos lados de la pista, prados cargados de flores.
Y al Noreste, la zona de la Cima Cunturines.
Y al Oeste, el grupo Sella y el Piz Boè perdidos entre las nubes. parece mentira pero hace un par de horas estábamos ahí.
Nosotros no llevamos mapa, pero de verdad que nos habría gustado tener uno a mano y sentarnos a ponerles nombres a las cimas.
Aunque sentarnos, nos sentamos, en este caso en la terraza a disfrutar de un capuccino.
Da pereza abandonar la terraza y la contemplación, pero hay que continuar. Tras visitar la pequeña ermita, unos metros más arriba del restaurante, continuamos por el sendero 24 hacia Setsas. El sendero va recorriendo el cordal, con pequeñas subidas y bajadas y siempre por prado. Entre las subidas y bajadas pasamos por la redondeada cima de Pralongia con su cruz.  
Pequeña ermita a unos metros del refugio. Ya se ve que ésta es una zona para ciclistas.
Nosotros seguimos andando, que no llevamos bici, en este caso por el sendero que recorre el cordal en dirección Este.
Abajo a nuestra izquierda irán quedando los prados, las tallas de madera y alguna que otra cabaña.
Vistas desde la cima de Pralongia. En  el centro el refugio y al fondo, las paredes de la Cima Cunturines y a la derecha la zona de Lagazoui, a la que nos dirigimos.
Cima, modesta, de Pralongia. Solo por aclarar, no rezo, miro el GPS.
Nos estamos dirigiendo a una dorsal caliza donde parece que el prado se acaba para nosotros. Al acercarnos el camino gira a nuestra izquierda (seguimos en el sendero 24) y comienza a remontar dirigiéndonos hacia el Passo Valparola. En medio de la cuesta saldrá un sendero hacia Setsas, pero nosotros nos mantenemos en el 24 hacia Valparola, salvando un contrafuerte y entrando en una ladera caliza que me hace sentir como en casa.    
Nos dirigimos hacia Setsass, primero faldeando...
...y luego giramos 90 grados, subiendo por el sendero para pasar a la vertiente Norte de la montaña.

Momento en el que aprovechamos para echar una última mirada al cordal que acabamos de recorrer.
Y según vamos cruzando va a apareciendo la caliza...
...con sus paisajes característicos.
El marcado sendero va faldeando por la vertiente Norte con las cimas a nuestra derecha. Tras descender un prado, el sendero se mantiene paralelo a las cimas y va perdiendo cota y acercándose al filo según estas van perdiendo relevancia y convirtiéndose en poco más que redondeadas colinas.
El camino nos llevará, con subidas y bajadas, entre rocas y prados,...
...con algunos árboles dispersos...
Las cruces de espino  nos recuerdan que en estas preciosas montañas murió mucha gente durante la I Guerra Mundial. Veremos más a lo largo del trekking.
En una de éstas el sendero pasa al otro lado por un collado entre dos pequeñas elevaciones y sale a una cubeta donde nos encontraremos un pequeño lago y sobre él la carretera. El sendero, si no queremos tomar nada, se dirige hacia la derecha del lago, hacia el Museo de la I Guerra Mundial. Pero a nosotros nos apetece una nueva parada y comer algo, que ya va siendo hora, así que nos dirigimos a la izquierda del lago, al Refugio Valparola. Ahí, en su terraza con vistas sobre el lago, entre motoristas y senderistas, nos tomamos un plato de pasta para recuperar fuerzas.
Vamos perdiendo cota hacia el collado, que deberemos cruzar.
Al otro lado seguimos bajando hacia la carretera...
... y el lago Valparola, con las paredes de la zona de Lagazoui sobre él.
A la derecha del lago, junto a la carretera, el museo de la I guerra Mundial.
Y a la izquierda, sobre el lago, el refugio Valparola donde nos paramos a comer un plato de pasta.
Continuamos luego subiendo por la carretera hasta el Museo, seguimos unos metros por la carretera hasta el parking y ahí tomamos el sendero (sendero 424) que baja paralelo a la carretera (con la carretera a nuestra izquierda y las paredes de la montaña a la derecha) hacia el Passo Falzarego.  En la carretera quedará el panel que nos indica la situación del Passo Valparola y si el día acompaña, en las paredes a nuestra derecha veremos escaladores en las vías junto al camino. Unos metros de subida nos dejarán en el Passo Falzarego.
Exterior del museo. Nosotros no entramos dando por sentado que las mochilas iban a ser un problema.
Tras el paso Valparola seguimos el sendero queda a la derecha.
En las paredes de nuestra derecha, varias vías de escalada repletas de escaladores.
El sendero (424) no lleva en descenso al Passo Falzarego, aunque en los últimos metros habrá que subir.
Ermita en el paso Falzarego.La montaña a su espalda es la que ha quedado a nuestra derecha según íbamos bajando desde el paso Valparola.
Cruzamos el Passo Falzarego manteniendo la dirección, pasando por delante del Funivia Lagazuoi y de unas cuantas tiendas de recuerdos (que nos sirven para resguardarnos de un pequeño chaparrón, recuerdo no compramos ninguno, que pesan), para tomar un nuevo sendero que desciende paralelo a la carretera que baja hacia Cortina y que en pocos minutos nos deja delante del Refugio Coll Gallina y las ahora vacías instalaciones de la pista de esquí, excepto por un grupo de unos 30 o 40 críos que juegan en el césped y que afortunadamente para nuestro descanso nocturno, no se quedaron en el refugio.

Passo Falzarego. Seguimos de frente, aunque nos resguardamos unos momentos de la tormenta, que ya no ha podido esperar más, en las tiendas aprovechando que este paso es un cruce de carreteras con tiendas, bares...
...y como no, un teleférico a la cima Lagazoui.
Tras la tormenta descendemos paralelos a la carretera, por un sendero por el prado que nos conduce en unos minutos al refugio Col Gallina. Como todos, con su terracita para sentarte a descansar, repasar el día y preparar el de mañana.
Y ahí están, sobre nosotros a nuestra izquierda, las montañas para mañana. Es lo que tiene la montaña, siempre hay una zona más a la que querrás subir.
Y para acabar la entrada, vamos con algunas de las flores que poblaban los prados de Pralongia. No me atrevo con los nombres.

¿Trollius europaens?


¿Phyteuma orbicular?
¿Tomillo?
Genciana azul