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martes, 21 de marzo de 2017

Ball de Grist hasta el Ibón Negro (11-08-2016)

Después de la cresta de Bardamina nos quedamos con ganas de “vértigo” y nos liamos con las ferratas de Sacs y de Castellaso (nuestras primeras ferratas “serias”). Pero de vez en cuando hay que descansar de tanto vertigo y disfrutar de los preciosos valles que nos ofrecen Benasque y sus alrededores, asi que nos decidimos por dar una vuelta por el Ball de Grist, siguiendo la Aigüeta de la Ball y recorriendo tres tranquilos ibones: Chuncos, Negro y Patri. 
Aguas cristalinas junto al puente de la Aigüeta.
El Ball de Grist parece un valle tranquilo y aunque nos encontramos unas cuantas personas recorriéndolo,  no creo que esté masificado, de hecho estuvimos solos el buen rato de relax que nos tomamos junto al ibón Negro, algo que raramente pasa en la montaña en agosto un día de buen tiempo.
Ibón de los Chuncos. Uno de los preciosos paisajes que nos vamos a encontrar.
Fecha: 11-08-2016
Montañeros: 2
Distancia: 16,5 km
Desnivel positivo: 1.625 m
Duración (con paradas): 8 h (Incluye un largo descanso en el Ibón Negro)
Recorrido: Eriste (1.118 m) – Puente de l’Aigüeta (1.800 m) – Pleta de la Ball (2.000 m) – Cabaña de Pardines (2.200 m) - Ibón del Chuncos (2.240 m) – Ibón Negro (2.285 m) – Ibón de Patri (2.270 m). Vuelta por el mismo camino.
Dificultad: Fácil. Sendero balizado hasta la Cabaña de Pardines, donde nos adentramos en el valle a nuestra izquierda, siguiendo el cauce del desagüe del ibón hasta el ibón de Chuncos, luego sendero evidente. 
Track en wikiloc: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14459606

Aparcamos junto al pantano y cruzamos Eriste siguiendo las marcas hacia el refugio Angel Orús. Las marcas nos sacan del pueblo por la parte alta y nos mantenemos en el sendero. Mirada atrás, acabamos de salir de Eriste.
El sendero sigue (norte) entre los muros de piedra de los campos alrededor de Eriste y junto a uno de esas antiguas canalizaciones de piedra para el agua de riego. Abajo, a  nuestra derecha, quedará el rio Eriste, que apenas veremos entre la vegetación. Aprovechando un claro podemos ver el pantano de Eriste. 
El camino sale a un primer cruce. Seguimos de frente, abandonando el sendero que se dirige hacia el Angel Orús y la Espigantosa. El sendero que tomamos está indicado con hitos y marcas de pintura, pero justo en el cruce no es la opción más evidente.
En seguida el sendero comienza a subir, primero con cortas zetas entre los arboles y luego marcará una gran Z en la pedrera.
Desde los claros podemos ver el primer contrafuerte que hemos de cruzar.
En la pedrera llegamos a un nuevo cruce. A la izquierda nos vamos hacia Guayén. Nosotros seguimos hacia la derecha (Norte), subiendo hacia el contrafuerte.
Las marcas de pintura nos indican las direcciones en el cruce.
Tras encaamanos en un par de zigzags el contrafuerte aprovechamos para unas fotos del valle. Abajo Eriste y el pantano. Frente a nosotros la Selva de Conqués, a la izquierda, la zona de Cerler con Cogulla, Gallinero...
Tras una zona llana continuamos subiendo, casi siempre por un denso bosque. Se agradece la sombra.
Nos acercamos al arroyo (la Aigüeta de la Ball, a nuestra derecha) en un par de puntos, pero el sendero sigue subiendo así que a ratos nos alejamos de él.
Finalmente lo cruzamos por un puente de madera (Puente de l'Aigüeta).
Esta zona merece y mucho la pena. Pequeñas cascadas y...
...y una poza de aguas cristalinas. Invita a descansar e incluso a un baño.
Tras el puente el sendero sube entre los pinos, que poco a poco empiezan a ser más escasos, alejándose del arroyo.
De nuevo el sendero se acercará al arroyo, pasando junto a una borda en un claro.
Tras superar la cabaña el valle se estrecha. Avanzamos con el arroyo a nuestra izquiera y superado el "escalón", el valle se vuelve a abrir, ahora ya despejado y sin apenas pinos junto al arroyo. en este punto la dirección cambia, orientándose el valle hacia el Oeste.
Cascada en el estrechamiento.
Recorremos esta parte del valle por el centro, siempre cerca del arroyo, a nuestra izquierda.
En seguida desaparece el agua (o viéndolo de forma positiva, llegamos a la surgencia donde nace la Aigüeta y seguimos más allá), quedando solo las rocas en otro color para recordarnos que algunas veces el agua pasa por ahí. El sendero nos conduce a una zona llana encajonada entre las montañas, es la Pleta  de la Ball. 
Cruzamos la Pleta hacia nuestra izquierda. Un par de hitos nos señalan la continuación del sendero...
...que según lo tomamos salva una corta pendiente...
...para salir luego a una zona despejada por la que avanzamos paralelos (Oeste) al valle, sin dejar de ascender aunque ya la pendiente se suaviza.
En las cercanías de la cabaña de Pardines giramos a nuestra izquierda (Sur) abandonando el valle principal e internándonos en un nuevo valle, menos profundo y marcado. Algunos rastros de senda y las marcas dejadas por un nuevo arroyo, seco al menos cuando pasamos nosotros, nos conducirán al primer ibón del día. 
Mirada atrás. Abajo, en el centro de la foto, la Pleta de la Ball.
Cabaña de Pardines, referencia para abandonar el sendero y girar hacia el valle a nuestra izquierda.
Ibón de los Chuncos (o de Chuncos). Supongo que el nombre le viene de estar medio cubierto por juncos. Seguimos el sendero que los deja a nuestra izquierda.
Habrá que salvar una pequeña cuesta, y como siempre aprovechamos para echar una mirada desde lo alto al ibón que hemos acabado de superar.
Llegamos al ibón Negro, el más grande de los tres. Sobre él, el Tusal de las Lleras de Cecilia y la Tuca de Bocs.
Nos sentamos en la orilla, a disfrutar del sol.
Estamos solos...o casi. Unos ojos nos observan desde el agua...¿pariente de la que nos encontramos camino de la Tuca Mulleres?
Nos cuesta, pero hay que volver, aunque aún nos queda otro ibón. Recorremos el lado este del ibón y giramos volviendo hacia el norte, pasando por un pequeño collado.
Desde el colladín ya vemos el ibón de Patri. Lo pasamos dejándolo a nuestra derecha y nos dirigimos hacia su desagüe.
Bajamos siguiendo el sendero, paralelo al rastro de agua, que nos conducirá de nuevo al ibón de Chuncos.
Ibón de Chuncos. Lo pasamos ahora, por pedrera, dejándolo a nuestra izquierda y yendo a retomar, en la zona de su desagüe, el camino de subida.
Y ya solo queda desandar el camino (en la foto, cruzando en la vuelta la Pleta de la Ball) y dar por finalizada a excursión del día, buen calentamiento para el Aneto que nos tocará al día siguiente.



domingo, 5 de marzo de 2017

Cresta de Bardamina, esta vez sí...(09-08-2016)

Hace ya unos años nos quedamos con las ganas de acabar la arista (ver aquí)  y como la cabeza no para, unas cuantas veces hemos vuelto (mentalmente) al punto en el que nos quedamos, analizando por qué llegamos solo hasta ahí.
Cresta de Bardamina, vista desde el Oeste, desde el Pico Veteranos
El análisis frío nos decía: “eso lo pasamos sin problemas”, pero todos sabemos que la cabeza no siempre es lógica, y que hay ocasiones en que ni una grúa nos haría pasar por el punto que se nos ha atragantado. Así que decidimos volver a Bardamina con el objetivo de completar la cresta y con la incógnita de ver si esta vez seríamos capaces.
Y vista desde la ruta de hoy, una vez ya superada. Mires del lado que mires, es afilada y aérea.
Fecha: 09-08-2016
Montañeros: 2
Distancia: 15.97 km (Inicio Ref. Angel Orús, final en parking Espigantosa)
Desnivel positivo: 1.410 m (desde Ref. Angel Orús)
Desnivel negativo:  1960 m (hasta parking Espigantosa)
Duración (con paradas): 8 h 30 min
Recorrido: Refugio Angel Orús- Ball d'es Ibons-Pico de Bardamina (3.083 m)-Pico de la Paul (3.078 m) -Pico Inferior de la Paul (3.073 m)-Collado de la Paul- Ball d'es Ibons-Ref. Angel Orús- Parking Espigantosa
Dificultad: Difícil. Cresta aérea con pasos de trepada (PD- según las guías).
Track en wikiloc:  https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14455964

La idea está clara, vamos a repetir el mismo recorrido que ya hicimos hace una par de años. Nos desplazamos para pasar la noche en el Refugio Angel Orús.  Esta vez tenemos la sorpresa, después de haber iniciado la subida en coche,  de encontrarnos la pista a la Espigantosa cerrada al tráfico particular. Por lo visto es la primera semana de cierre y ninguno de los que luego nos juntamos esperando el bus para subir sabía nada…pero para reforzar la difusión, la Guardia Civil andaba por ahí, talonario en mano.     

Una vez en la Espigantosa la subida al refugio como siempre, lo más difícil es andar a esas horas de la tarde después de una copiosa comida. Y el refugio cada vez más deteriorado (visto al menos con los ojos de alguien que estuvo al poco de abrir) aunque se agradece el cambio de guardas y la más que apreciable mejoría en la cena.

A la mañana siguiente repetimos el camino que hicimos en 2012 hacia los ibones. No repito la descripción, la tenéis en este enlace y el camino no ha cambiado en estos años.

Si bien hasta la cima hay tramos en los que no vemos hitos ni senda, desde la cima del Pico de Bardamina (3.083 m; 2 h 45 min) no hay ya pérdida. La cresta con sus bloques de granito avanza en dirección Ostesuroeste (OSO) hacia el Posets y por ella nos encaminamos.
Ascendiendo hacia el Pico Bardamina, con al cresta y el Posets a nuestra izquierda.
Nos remontamos entre canchales y roca hasta alcanzar la cresta algo a la derecha de la cima.
Un trozo de cresta muy fácil al principio...
...y unos pocos bloques al final nos dejan en...
...la cima del Pico de Bardamina.
Desde la cima, unas magnífica foto del Posets, destacando la Brecha Carrive a su derecha...
...y algo más a la derecha aún, los Picos Gemelos Ravier y Veteranos. Al fondo, Bachimala.
Es imposible que la mirada no se nos vaya a la cresta que nos espera. La conocemos en parte y sabemos qué nos vamos a encontrar, pero aun así siempre hay dudas.
Para relajarnos, desde la cima, mirada al Este, a las cimas de Maladeta-Aneto,...
...y al Noreste, al Perdiguero.
La primera depresión la salvamos por nuestra izquierda, descendiendo unos metros siguiendo la senda y los hitos. Superada la brecha una trepada fácil nos devuelve a la cresta que se va volviendo cada vez más aérea, con alguna que otra pequeña brecha que superar casi siempre por el filo o por nuestra izquierda.

Bajamos hacia la brecha. La salvamos por nuestra izquierda.
Accediendo a la brecha.
Mirada atrás. Hemos descendido por el lado derecho de la foto y cruzado de nuevo a la cresta por una repisa que se aprecia en el centro de la foto.
Pequeñas trepadas, una tras otra.
Nos acercamos al, para nosotros, punto clave.
Tras una nueva brecha llegamos al punto en que un gran bloque no detuvo hace unos años. Al igual que entonces miro a derecha (demasiado aéreo para mi gusto y la piedra demasiado lisa) y me decido por la izquierda. Recorremos un par de metros por una repisa inclinada hacia la pendiente y con un bloque a su derecha que se inclina también hacia fuera y que me da en la mochila, por lo que nos obliga a avanzar casi en cuclillas. Salvado ese bloque que se inclina aparece un bloque de más o menos metro y medio, liso y vertical en su frente y plano en su parte superior y afortunadamente con algunos huecos para meter los dedos. Trepamos al mismo a base de brazo y desde ahí retomamos la cresta.

Hay que pasar por ahí.Nosotros nos vamos por la izquierda.

Superado el paso, retomamos hacia la cresta.
La cresta sigue entretenida, cada vez más aérea con algunos bloques de buen tamaño y pequeñas brechas que obligan a buscar el mejor punto para pasarlos. Pero todo llega y finalmente alcanzamos la cima del Pico de la Paul (3.078 m; 3 h 40 min). Si quitamos la parada en el Pico Bardamina nos ha costado unos 40-45 minutos recorrer apenas 450 metros en línea recta.
En la cresta que sigue tenemos de todo. Bloques, trepadas, ...
...alguna corta pared que salvar tras una pequeña brecha.
De vez en cuando, una mirada a nuestra espalda para ver lo que ya hemos superado.
Y aunque haya algún punto algo más tranquilo...
...todavía nos quedan pasos complicados y siempre aéreos.
Discreta cima, con su hito, del Pico de la Paul. El Posets empequeñece estas cimas.
Y lo mismo con los Gemelos Ravier y los Veteranos, se quedan en nada comparados con la mole del Posets.
Continuamos y si alguien piensa que ya está, que los 300 metros que faltan son fáciles que se olvide. La cresta sigue aérea, ya no hay trepadas como antes, pero en muchos puntos hay que utilizar las manos para avanzar y asegurar bien el paso. 
De nuevo nos encontramos un poco de todo, tramos donde se puede ir andando (con cuidado, que hay patio a ambos lados),...
...bloques en la cresta que superar cómo se pueda,...
...zonas afiladas,...
...siempre con pequeñas subidas y bajadas.
Con la última cima ya a la vista, una nueva depresión en la cresta que nos sitúa frente a una zona de bloques verticales y afilados. Una línea de hitos y discretas flechas rojas los salva bajando unos metros y dejando la cresta a nuestra izquierda. Siguiendo las marcas recorremos una  especie de cornisa y retomamos la cresta. Es el fin de las dificultades, la cresta va ganando en amplitud y nos conduce a la cima del Pico Inferior de la Paul (3.073 m; 4 h 5 min). Las vistas del Posets vuelven a dejarme impresionado.
A nuestra derecha, bajo la cresta, aparecen hitos y una repisa.
Nos vamos por ella dejando al cresta y unos afilados gendarmes unos metros más arriba.
Unas pequeñas flechas rojas acompañan a los hitos. No sé si las repintan, pero si no lo hacen dudo que duren mucho allí.
La cornisa nos devuelve a la cresta. Desde ese punto miramos atrás, al camino recorrido, justo a la izquierda de la foto.
Y desde ahí, a la cima del Pico Inferior de la Paul ya no hay nada. Foto obligada en la cima.
Como obligada es la foto hacia la cresta que continúa hacia el Posets.
Un último vistazo a la cresta, desde la cima. Entretenida, aérea y difícil...
Desde aquí toca descender unos metros siguiendo la ahora amplia cresta hasta las cercanías del Collado de la Paul y de ahí, siguiendo la ruta (algunos hitos) que ya seguimos en el 2012,  hasta los ibones. De los ibones al Angel Orús y al parking de la Espigantosa solo hay que seguir la GR y sus marcas, las mismas que nos han guiado a la mañana.   
El día nos salió algo nublado, así que como cierre repesco esta foto del Ball d'es Ibons, mucho mejor con un buen cielo azul.