jueves, 28 de diciembre de 2017

Córcega GR20: Etapa 6 - Ref. Manganu- Ref. Pietra Piana

La etapa de hoy, la sexta de nuestro recorrido, es muy corta. Si la de ayer ya nos la planteamos como un descanso, la de hoy no sabría cómo definirla ¿paseo por la montaña corsa?. Que una etapa se complete en menos de cinco horas y media ya dice bastante.
Brecha de Capitello (primera a la izquierda de la foto). El punto más alto del GR20.
Es cierto que tiene algo más de desnivel que la anterior, y que también es algo rompepiernas, con unas cuantas subidas y bajadas para acceder a las “boccas”, pero sin madrugar mucho antes de la una ya estábamos en Pietra Piana. 
Lac de Capitello.
Fecha: 07-07-2017
Montañeros: 2
Distancia: 8,54 km
Desnivel positivo: 801 m
Desnivel negativo: 549 m
Duración (con paradas): 5 h 20 min
Recorrido: Refugio Manganu (1.579 m) – Brecha de Capitello (2.224 m) – Desvío a Corte (2.090 m) – Bocca Soglia (2.029 m) – Fuente (2.030 m) – Bocca Muzzella (2.210 m) – Refugio Pietra Piana (1.838 m)
Dificultad: Fácil. Destrepe, con cadena, descendiendo de la Brecha de Capitello.
IBP Index: 107
Track en Wikiloc:https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/corcega-gr20-etapa-6-refugio-manganu-refugio-petra-piana-19407760 

Pensando en la etapa de hoy, de claro descanso, nos levantamos algo más tarde, hacia las 6:30. Ayer pillamos una esquina en el dormitorio y afortunadamente los compañeros se han portado bien y no han armado mucho jaleo a la hora de levantarse. El desayuno nos espera con nuestro nombre en el comedor, donde como siempre hay hornillos y cazuelas donde calentar agua y vasos, cubiertos, etc. 

Desayunamos tranquilos, cargamos agua en la fuente del refugio (apenas un hilo de agua que genera colas de montañeros) y nos despedimos de Manganu. Si no fuese por la falta de sombra que nos castigó ayer a la tarde no estaría del todo mal este refugio.
Comenzamos a andar. La mayor parte de las tiendas ya no están.
El sendero comienza subiendo paralelo al arroyo, por la otra orilla. Poco a poco vamos ganando altura. Tras una pequeña trepada salimos a una bonita zona de pozzines (turberas) con un pequeño circo frente a nosotros que nos cierra el paso. Es evidente que la salida está por arriba…pero de momento no la vemos.
Sendero, al inicio, con el arroyo a nuestra derecha.
Ya hemos ganado algo de altura y miramos atrás.
Trepada fácil por unas placas inclinadas.
Cruzamos la turbera por el lado izquierdo y volvemos a salvar otro escalón, saliendo a otro pequeño rellano con su pequeño lago y cubierto de arbustos, entre los que pastan medio escondidas las vacas. El sendero gira ahora a nuestra izquierda, afrontando la subida por terreno rocoso deshecho (de nuevo esto parece Pirineos) hacia la Brecha du Capitellu, nuestra salida del circo y el punto más alto del GR20 (el monte Cinto está fuera del recorrido oficial).
Pozzines...
...y el pequeño circo que nos cierra la salida.
Aparece entre los arbustos un pequeño lago, supongo que servirá de abrevadero a las vacas que se  refugian del calor entre los arbustos.
Brecha de Capitello. Los últimos metros son de piedra suelta.
Nos paramos en la brecha (2.224 m; 1 h 40 min). Los primeros 600 metros y pico de desnivel del día se merecen un descanso. Las vistas del Lac de Capitellu, el Lac du Melu y las crestas a nuestro alrededor también lo merecen. Un par de franceses y un alemán nos saludan en castellano cuando llegamos y aprovechamos para charlar un rato, agradecidos de no tener que esforzarnos en inglés.
Descanso en la Brecha de Capitellu. El sendero seguirá ahora hacia la derecha, descendiendo en diagonal por la pedrera.
Desde la Brecha ya tenemos a la vista el Lac de Capitello, el Lac de Melo y el Monte Rotondo. Al otro lado del Rotondo está nuestro final de etapa.
Con el alemán compartiremos de aquí en adelante unas cuantas tertulias tras cada etapa.
Por supuesto, superada la Brecha Capitellu toca descender. Primero por pedrera y luego por canchales. En los canchales nos encontraremos un paso bajo una roca para entrar en una canal y luego, un paso en descenso equipado con cadena. Nada del otro mundo, aunque lo he visto por ahí calificado de III, desde luego no lo es tanto con la cadena.
Sobre los lagos (Capitellu y Melo) el Monte Rotondo, centro. Parte del sendero discurre algo más abajo de la primero cima que vemos a la derecha, de momento descendemos por pedrera y canchales hacia la derecha...
...hacia ese primer collado que se ve en la arista.
La Brecha Capitello y su serie de agujas tienen muy buena pinta cuando miramos a nuestra espalda.
Poco a poco vamos dejando la brecha atrás...
...y empiezan las dificultades. Primero pasamos bajo unos grandes bloques.
Para luego, ya con la siguiente Bocca a la vista...
...encontrarnos un destrepe vertical equipado con cadenas.
La zona del destrepe, vista de lejos.
Llegamos de nuevo a ¡la brecha de Capitellu!. No asustarse, es el mismo nombre, pero otra brecha que da acceso a los lagos y donde tenemos un desvío a Corte, posible escape del GR (2.090 m; 2 h 20 min). Así que o se llaman igual o el nombre de la primera brecha lo tengo mal.
Lac de Capitellu, desde la nueva brecha.
Y unos cuantos mirando...no supimos qué. Las agujas, desde luego, son bonitas, pero no creo que fuese eso lo que llamaba su atención.
Pasamos en esta brecha al otro lado de la arista, permaneciendo bajo la misma mientras descendemos unos metros para volver a retomar la subida cuando la arista se convierte en cordal, llegando a Bocca Soglia (2.029 m; 3 h 15 min).
Pasamos a la otra vertiente de la arista.
Perderemos algo de cota para recuperarla luego, en la Bocca Soglia.
Agujas de granito por todas partes, pero el sendero no es complicado.
Ya cerca de Bocca Soglia volvemos a tener a la vista los lagos, ahora el Lac de Melo.
Mirada atrás. De ahí venimos.
Bocca Soglia. El indicador está algo más abajo de dónde yo esperaba encontrarlo.
Aquí volvemos a pasar a la vertiente de los lagos. Junto al sendero, a unos 5 o 10 minuto de la Bocca, encontraremos una fuente donde reponer agua, lo que siempre viene bien. Luego descenderemos por una zona de bloques y canchales para salvar la muralla sobre nosotros para volver a remontar siguiendo las zetas del sendero. Tras estos primeros tramos de mayor pendiente salimos a una zona más llana que nos conduce a la Bocca Muzzella (2.210 m; 4 h 25 min) con el Monte Rotondo a nuestra izquierda.
En el centro de la foto se pueden apreciar las agujas y la Brecha Capitellu.
Para llegar a Muzzella primero perderemos cota. Se trata de evitar, por el lado de los lagos, los desplomes y la zona más vertical de una cima en la arista.
Subiendo hacia Muzzela, con el Lac de Melo a nuestros pies...
...y en frente, al otro lado de la cubeta del lago, la inconfundible silueta de las agujas junto a la Brecha Capitellu.
Vista a gran parte del recorrido de hoy. De la Brecha Capitellu (fondo, centro) hemos ido hacia la izquierda de la foto.
Lac de Melo. Lo peor de esta subida ya lo hemos superado.
Ahora toca más o menos flanquear hasta la Bocca Muzzella...
...con el Monte Rotondo (2.620 m) a nuestra izquierda.
Llegando a Bocca Muzzella.
En la Bocca volvemos a pasar al otro lado del cordal, descendiendo hacia la izquierda hasta un nuevo contrafuerte. Salvado el contrafuerte ya tenemos a la vista la pequeña zona llana donde se asienta el refugio de Pietra Piana.  La ladera a partir de aquí se encuentra llena de arbustos, así que descendemos por una estrecha pedrera muy erosionada y la única zona limpia para llegar al Refugio de Pietra Piana (1.838 m; 5 h 20 min).
Pasamos al otro lado del cordal y continuamos bajando hacia nuestra izquierda...
...para salvar un contrafuerte del Monte Rotondo. El Monte d'Oro aparece frente a nosotros.
Salvado el contrafuerte, en una pequeña planicie aparece el refugio de Pietra Piana.
Bajamos por una zona de pedrera entre los arbustos.
Refugio de Pietra Piana. Fin por hoy.
Cuando llegamos el helicóptero acaba de dejar las provisiones desperdigadas alrededor del refugio y los guardas y su familia se afana en recogerlo todo, aunque llega la hora de comer y desaparecen. Cuando acaban, y mientras algunos continúan recogiendo, hacemos el correspondiente “check in” y aprovechamos para comprar algo de embutido y una ensaladilla de lata, que será nuestra comida de hoy y de la que daremos cuenta sentados en las mesas de la entrada del refugio. Una vez comidos, la tarde se nos hace larga, no hay mucho que ver alrededor.

El refugio es un pequeño edificio con la zona de dormitorio con literas corridas para unos 20 y la cocina libre. A la noche se ocuparán unas 8 literas, así que en ese aspecto dormiremos tranquilos. Los baños y las duchas están aparte (estos no están renovados) así como la fuente. Los guardas están en una borda frente al refugio. En esta borda tienen la tienda donde pillar avituallamiento y en su porche será donde cenemos.
Entrada al refugio. Al menos el dormitorio no tiene mala pinta.
Panorámica con el refugio (dormitorio y cocina) en el centro, los baños a su derecha y la zona de tiendas. Al fondo, el Monte d'Oro.
La cena consiste en un plato de lentejas (o varios platos, lentejas no hay problema en repetir) que yo diría, por lo visto en los paquetes dejados por el helicóptero, que son de lata; dos tiras de panceta frita que la gente pica en el plato para darle sabor a las lentejas (ojo, dos, no más…el guarda deja el plato y dice que dos por persona, sobran algunas pero antes que le dé tiempo a nadie a pillar más, pasa el guarda y se lleva las que han sobrado…y se nos queda a todos cara de tonto); y un trozo de queso de pasta blanda cubierto de moho del que no dejamos ni la corteza (estaba bueno, pero te tienen que gustar el moho o tener mucha hambre…por cierto, el queso es también un trozo por persona, pero también hay de más, así que visto lo ocurrido con la panceta, todos atacamos antes de que se lo lleve de vuelta a la cocina). Aunque repito lentejas me quedo con hambre, creo que es más mental que otra cosa, …por lo de la panceta, que se la lleven es algo que no he visto en ningún refugio.

A la noche se levanta viento y refresca (estamos a 1.800 m de altitud) y no nos permite disfrutar de las vistas del Monte d’Oro (lo mejor del refugio), así que de nuevo prontito a la cama y a intentar dormir, aunque los ruidos en la cocina libre no lo ponen fácil.
Monte d'Oro. La siguiente etapa nos llevará al collado a su derecha y a Vizzavona, al otro lado.
En definitiva, una etapa tranquila que ante su escasa exigencia muchos doblan, alargándola hasta Onda (gran parte de los montañeros con los que llevamos coincidiendo desde el inicio lo harán) y que de haberlo sabido es muy probable que nosotros también hubiéramos doblado.


martes, 26 de diciembre de 2017

Córcega GR20: Etapa 5 - Castel di Verghio - Ref. Manganu

Una nueva etapa fácil, sin apenas desnivel, y con un aliciente claro, el espectacular Lac de Nino, el segundo más grande de Córcega, situado en la meseta de Camputile y fuente del río Tavignanu, el segundo más largo de Córcega.
Lac de Nino.
Dicen en los carteles junto al lago que pasa medio año helado…no sé si eso fue antes del cambio climático o todavía pasa, desde luego no lo estaba en julio cuando pasamos nosotros.
Pozas en el arroyo junto al refugio de Manganu. Junto con el lago Nino, los "hitos acuáticos" de la etapa.
Fecha: 06-07-2017
Montañeros: 2
Distancia: 16,25 km
Desnivel positivo: 681 m
Desnivel negativo: 501 m
Duración (con paradas): 6 h 15 min
Recorrido: Hotel Gîte Castel di Vergio (1.406 m) – Col de St. Pierre (1.457 m) – Bocca a Reta (1.883 m) – Lac de Nino (1.741 m) – Bergerie Vaccaghja (1.593 m) – Refugio Manganu (1.579 m)
Dificultad: Fácil.
IBP Index: 94
Track en wikiloc: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=19407146

Hoy vamos un poco más tranquilos. Sabemos que la etapa es relajada y como no tenemos nadie que nos despierte, aguantamos algo más en la cama. Tampoco nos dejan el desayuno preparado, así que la hora de salida no la marcamos nosotros si no la de apertura del comedor…de todas formas hoy es un buen día para decir eso de “no hay prisa”. Tras el desayuno, con croissant recién hecho y pan, recogemos las cosas y de nuevo al camino.
Este va a ser el perfil del día. Pequeña bajada al inicio, subida hasta llegar a Bocca Reta y luego, de nuevo llano o bajada, para afrontar una pequeña cuesta al final.
Nada más salir, junto al camping, nos encontramos una piara de cerdos salvajes. Con esto ya hemos visto un muflón (de lejos, muy de lejos) en la segunda etapa y hoy, los cerdos salvajes… la fauna salvaje corsa está ya cubierta y qué remedio nos queda, no veremos ningún otro animal destacable en lo que nos queda y es natural que así sea, con toda la gente que hay día tras día en el sendero.   
Piara de cerdos salvajes a la puerta del hotel.
Los más fotografiados eran estos.
El sendero comienza bajando por el bosque. No podemos evitar pensar eso de “luego habrá que subirlo”…y efectivamente enseguida comenzamos a remontar. Primero suavemente hasta que en un giro de 90 grados a nuestra derecha comenzamos a subir por la ladera de forma directa al principio y luego con amplios zig-zags hasta llegar al Col de St. Pierre (o St. Petrus) con su capilla (1.457 m; 1 h 10 min).
Cartel indicador al inicio del sendero.
Comenzamos por bosque, al inicio en bajada.
Cambia la pendiente y comenzamos a subir. Atrás queda el Paglia Orba, junto al que hemos pasado en la etapa anterior.
En el bosque nos encontramos hayas de troncos enormes.  Pinos enormes y hayas enormes, se ve que es buen clima para los árboles.
Giro de 90 grados en el sendero e inicio de la cuesta de verdad.
Y claro, según subimos, comienzan las vistas. Paglia Orba y el Monte Cinto.
Las zetas nos acercan al Collado de San Pedro, con su capilla.
En el collado seguimos ascendiendo por el cordal a nuestra izquierda. Primero por el mismo cordal, entre algunos ejemplares de haya retorcidos por el viento, para luego pasar a la ladera de nuestra izquierda y volver a remontar con algunas zetas hasta volver a alcanzar el cordal. Una vez alcanzado pasamos al otro lado y a seguir subiendo suavemente, ahora con la ladera ya completamente despejada, hasta el siguiente collado, Bocca a Reta (1.883 m; 2 h 35 min).
Junto a la capilla de St. Petrus. Al fondo, el Paglia Orba.
Y seguimos subiendo, ahora por el cordal a nuestra izquierda.
Las hayas son una buena muestra de lo que tiene que ser un buen día de viento en esta zona.
Alguna ya no ha aguantado.
Abandonamos el cordal hacia nuestra izquierda. Primero faldeamos...
...para luego recuperar el cordal tras unas zetas. Nos empezamos a encontrar gente que baja...es la hora de cruzarse con los que recorren el GR20 de Sur a Norte. Todos los días nos pasa más o menos igual, al principio no te cruzas con nadie, y luego hay un momento que es un no parar.
Vistas a las etapas anteriores, Paglia Orba y Cinto.
Llegamos al cordal...
...y pasamos al otro lado. El collado central es la zona de la Bocca a Reta.
Otra forma de hacer la GR. ¿Más cómoda?.
Bocca a Reta.
Aquí ahora avanzamos por prado, con las marcas del camino profundamente marcadas en el terreno hasta salir sobre el Lac de Nino. Una corta bajada y llegamos al lago (1.741 m; 3 h 15 min). Cruzamos la turbera de su cabecera (aquí llamados “pozzines”) y lo comenzamos a rodear dejándolo a nuestra derecha, aunque se puede ir por cualquiera de los dos lados, y en cuanto vemos un trozo de hierba con buena pinta nos tumbamos a tomar el sol.
Un rato de prado. Abajo, en el centro nos encontraremos el Lago Nino.
Lago Nino en su cubeta glaciar. Perderemos algo de cota para llegar a él.
El sendero se bifurca. Ambos lados son transitables, así que no queda muy claro que lado es mejor. Nosotros lo dejamos a nuestra derecha, siguiendo las marcas. Pero por el otro lado parece que había una fuente...
Laga Nino con nuevas montañas por recorrer en las etapas que seguirán.
Los prados junto al lago invitan al descanso. Y de hecho, mucha gente se tumba por los alrededores a disfrutar del sol y el paisaje. (Yo me tumbé sin camiseta, directamente sobre la hierba y a la tardeme picaba la espalda y la tenía cubierta de granos. Afortunadamente no fue más, pero me esusté al pensar en la mochila si los granos no se iban).
Permanecemos aquí un buen rato. Poco a poco la orilla del lago se va llenando de gente. En la otra orilla, un grupo de caballos pastan tranquilos e incluso echan a otros montañeros sin ningún tipo de problema. En la orilla vemos montañeros que hacen el GR, cargados de mochilas, pero también montañeros que simplemente han subido a pasar el día disfrutando del sol y del paraje.
Panorámica del lago Nino.
Al final nos puede el hambre, o más bien las ganas de comer sentados a una mesa, así que dejamos el lago y nos vamos en busca de la Bergerie de Vaccaghja. Seguimos para ello el GR, que avanza paralelo al desagüe del lago, que avanza ondulando entre turberas. Arriba a nuestra izquierda vemos otra Bergerie, la de l’Inzecche, pero nos pide ganar cota y dar un rodeo, así que no nos acercamos.
Cruzamos el arroyo y abandonamos las turberas, entrando en una zona más o menos llana, aunque picando siempre para abajo, con grandes hayas y viejos troncos dispersos entre los que serpentea el camino. El sol calienta con ganas, así que se agradece pasar bajo la fresca sombra de las hayas.
Nos dirigimos hacia el desagüe del lago.
Seguimos paralelos al arroyo que se esconde entre la vegetación. Poco caudal, al menos cuando pasamos nosotros.
A la izquierda un desvío a la Bergerie de L'Inzecche...
...pero hay que subir, aunque no sea mucho, y empieza a apretar el sol. Decidimos saltárnosla.
Seguimos por una nueva zona llana, con hayas dispersas y su bendita sombra,...
...todas ellas retorcidas y muchas de ellas secas.
El sendero nos deja junto a la Bergerie Vaccaghja (1.593; 5 h 35 min). Lo único que se mueve por aquí son unos caballos atados cerca de la puerta, que por cierto está abierta. Nos acercamos, miramos…pero no vemos a nadie. Tampoco es que sea mala hora, es poco más de la una. Sacamos unas cuantas fotos por hacer tiempo…no aparece nadie. Otra pareja llega, mira dentro como nosotros y sigue caminando…A lo lejos, al otro lado de una corta planicie despejada se ve el refugio Manganu. No está tan lejos, pensamos, y algo habrá de comer en el refugio, así que no esperamos más y seguimos andando.
Salimos a la Bergerie de Vaccaghja. Opción de alojamiento si vas con tienda.
Aunque a esta hora por aquí solo se mueven los caballos, y poco.
Así que decimos adiós a la bergerie, como casi siempre con su correspondiente bandera corsa, y seguimos andando.
Ahí delante, retomada la subida, tenemos el refugio de Manganu, nuestro final de etapa.
Primero descendemos, cruzamos la zona llana de pastos y comenzamos a subir hacia el refugio. Nos desviamos unos pocos metros del camino por ver una pequeña charca y seguimos subiendo. Cruzamos un arroyo por un puente de madera y llegamos al Refugio de Manganu (1.579 m; 6 h 15 min). Según dicen las guías “recientemente renovado”. Eso lo veremos luego, lo primero es presentarse al guarda y comer…
Recorremos primero una zona llana. Ni una sombra.
Pequeña charca que encontramos cuando comenzamos a subir, fuera del camino. Sigue sin haber sombra, así que mejor continuar.
Ya tenemos el refugio Manganu a la vista. Algo de subida...
...y cruzar el arroyo por un puente. Bajo el puente, no se ven en la foto, unas pozas muy tentadoras en las que ya se estaban bañando unos cuantos.


Como todos los refugios, éste también tiene su correspondiente fuente. El único problema es que el caudal de ésta es bastante escaso y llegan a formarse colas para llenar las botellas. Este ternerillo tuvo más suerte y la pilló toda para él.
La “carta”, como siempre es muy limitada. Nos decantamos por la tortilla francesa sin cebolla. O no nos entendemos o el guarda pasa, así que llega con cebolla. Optamos por no discutir y nos la comemos sentados en las mesas delante del refugio.
No había mucho pan con la tortilla, pero siempre hay algo para compartir.
Tras la tortilla, ducha (en unas duchas realmente renovadas, también los WC son bastante nuevos, de esos ecológicos sin agua que ya hemos visto antes) y nos sentamos a la puerta del refugio a ver la gente llegar.
Vistas desde la terraza del refugio. Para mi gusto solo le falta algo de sombra.
El sol casca y la sombra se va retirando. ¡Hay que buscar sombra! ¡Y rápido!. No hay grandes árboles alrededor del refugio así que buscando algo de fresco nos acercamos al arroyo. Está lleno de gente bañándose en las pozas o en la orilla, simplemente sentados a la sombra. Cuesta encontrarlo, pero algún sitio tranquilo queda donde pasar la tarde hasta la hora de la cena, cena de la que no me acuerdo, así que supongo que no estaría ni tan bien ni tan mal. ¿Lentejas? ¿Pasta?. Uno de los dos seguro. Sí recuerdo que, aprovechando el buen tiempo, cenamos con las bandejas en las mesas alrededor del refugio disfrutando por fin, de algo de fresco.
En el arroyo, el mejor sitio para pasar la tarde.