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jueves, 22 de diciembre de 2016

Trekking por Dolomitas, de Bressanone a San Candido - 8ª Etapa: Ref. Cittá di Carpi - Ref. Lavaredo (Julio 2016)

Da pena dejar los paisajes del Cittá de Carpi, pero hay que seguir. Además, la etapa de hoy es de las entretenidas. La Forcella del Nevaio nos espera con sus escalas y sus grapas para permitirnos cruzar las paredes verticales del grupo Cadini por su centro.  
Vistas a las Tre Cime desde la Forcella del Nevaio.
Luego el aéreo Sentiero Attrezzato Alberto Bonacossa, con su corta trepada equipada, nos llevará hasta las inconfundibles Tre Cime di Lavaredo. Parece imposible, pero a pesar de tanta foto de postal en etapas anteriores, todavía disfrutamos como enanos con cada uno de los panoramas que nos vamos encontrando.
Las Tre Cime desde el Vallon del Nevaio, a media etapa.
En el sendero Bonacossa, con las agujas de Cadini nuestra espalda y un profundo valle a nuestra derecha.
Fecha: 11-07-2016
Montañeros: 2
Distancia: 12,59 km
Desnivel positivo: 1.210 m
Desnivel negativo: 1.090 m
Duración (con paradas): 7 h 05 min.
Recorrido: Refugio Città di Carpi (2.110 m) - Ciadin de la Pere - Sendero Giovanni Durissini - Forcella Verzi (2.550 m) - Forcella del Nevaio (2.629 m) - Fonda Savio (2.367 m) - Vallon del Nevaio - Forcella Rinbianco (2.176 m) - Sendero Alberto Bonacossa - Ref. Auronzo (2.320 m) - Ref. Lavaredo (2.344 m).

Dificultad: Fácil. Sendero equipado en la Forcella del Nevaio. Sendero aéreo y equipado, con una trepada equipada, a partir del Collado de Rinbianco hacia el Ref. Auronzo.
Track en Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14431563

Las nubes de ayer se han disipado y el día amanece luminoso. Las agujas del grupo Cadini, a las que nos dirigiremos tras el desayuno, brillan con la luz de la mañana y nos obligan a sacar las primeras fotos según nos levantamos. El recorrido de hoy se promete espectacular. Vamos a ello.
El grupo Cadini y sus agujas. Lo cruzaremos por su mitad.
Estas son las vistas desde el refugio que ayer nos tapaban las nubes. Al Norte el grupo Cadini,...
...al Sur, Antelao y Sorapis.
Salimos del refugio tomando el evidente sendero que se dirige hacia el grupo Cadini. Por si hay dudas hay un magnífico plano esquemático de los senderos colgado junto a la puerta en la pared exterior del refugio. Con la Cime di Maraia a nuestra izquierda avanzamos por prado y nos dirigimos a cruzar, por la zona de hierba, el contrafuerte que baja de dicha cima y que nos da acceso al Ciadin de la Pere, un pequeño valle situado a nuestra izquierda y cubierto de pedreras blancas bajo las agujas del grupo Cadini.
Echamos a andar. Un magnifico día con un paisaje 100% dolomítico que anima a ponerse en marcha.
Lo primero, identificar las cimas. Con este cartel y el plano en la pared exterior del refugio es difícil liarse.
Nos dirigimos hacia las agujas de la derecha. Para ello tendremos que subir el pequeño promontorio justo en el centro de la foto, entre los dos grandes grupos de agujas.
Una vez más, caliza y verdes prados camino del Ciadin de la Pere.
A nuestra izquierda, superado el promontorio, surge el pequeño circo en el que debemos internarnos. En esta foto apenas se aprecia por dónde va la canal que hemos de tomar, aunque como referencia puede valer que corresponde a la zona de la segunda depresión, según empezamos a contar de la izquierda de la foto.
Un par de senderos, uno a media ladera y otro por el centro, avanzan hacia el fondo del valle. Antes de llegar al fondo un indicador nos señala el desvío a nuestra derecha que nos llevará a la Forcella del Nevaio, es el sendero Giovanni Durissini (sendero 112).
Nos acercamos al inicio de la canal. Comienza la pendiente.
Ciadin de la Pere.A nuestra derecha la subida hacia la Forcella del Nevaio.
Tras un primer y amplio zigzag el sendero (marcas rojas de pintura) se introduce en una estrecha, empinada y, en algunos tramos, deshecha canal. La canal presenta zonas equipadas con escalas y cable en aquellos puntos en los que hay que salvar pasos verticales en roca, llegando a enlazar hasta cuatro escalas de 2-3 metros cada una de ellas. La subida, con este planteamiento, es entretenida aunque se nota el desnivel y la verticalidad.
Nos acercamos al inicio de la canal, que en esta foto queda arriba a nuestra derecha, fuera de foco.
Aprovechamos para mirar al otro lado del Ciadin de la Pere, paredes verticales y laderas de caliza deshecha.
Llegamos al inicio de la canal, habrá que ir pensando en guardar los bastones para pasar a utilizar las manos.
Unos tramos de escaleras metálicas, con su correspondiente cable de vida nos esperan.
Este es el tramo más largo, 4 escaleras. A pesar de ser verticales mantenemos arnés y disipador en la mochila.
La canal se va cerrando según subimos. Y nos deja vistas a nuestra espalda como ésta cuando llegamos a la Forcella Verzi.
Llegaremos primero a la Forcella Verzi. Continuamos subiendo por sendero hacia nuestra derecha, ahora por la otra vertiente de la arista, donde nuevos tramos con cable nos marcan claramente el camino a seguir y nos dan un extra de apoyo. Tras solo 70 metros de desnivel salimos a la Forcella del Nevaio. Solo por ver aparecer enfrente las Tre Cime di Lavaredo, enmarcadas por las agujas del grupo Cadini que cierran por los lados el valle a nuestros pies, merece la subir hasta aquí. 
Superada la Forcella Verzi continuamos ascendiendo. El cable nos marca sin lugar a dudas la dirección.
Aunque se recorren rápido, hay unos cuantos metros de desnivel entre los dos collados. Abajo, el Verzi.
La recompensa: estas vistas. A nuestros pies el pequeño circo al que hemos de descender. Al fondo, las Tre Cime di Lavaredo asoman por primera vez en el día.
Tirando de zoom, las Tre Cime. A sus pies, más abajo de la faja verde y las pedreras, la pared vertical por la que discurre el sendero Alberto Bonacossa que nos conducirá junto a las Tre Cime.
Y a derecha e izquierda de la Forcella del Nevaio, las agujas del grupo Cadini.
Continuamos hacia pequeño circo que se abre frente a nosotros, descendiendo por el espolón central, de nuevo equipado con cable y alguna escala. Tras abandonar el espolón cruzamos la pedrera hacia nuestra izquierda y seguimos pegados a la pared. Aunque no presenta dificultad, nos agarramos al cable ya que el terreno es penoso, por lo deshecho, hasta en bajada.
Iniciamos el descenso, como siempre siguiendo las marcas y el cable. Nos encontraremos también alguna escalera.
Del espolón central nos dirigimos hacia la pared de nuestra izquierda.
Un nuevo cable nos echa una mano en la bajada. El terreno se va para abajo según lo pisas, pero no presenta dificultad.
El sendero nos conduce al nevero, sin apenas pendiente y con una nieve muy procesada a estas alturas. Se agradece avanzar por nieve después de tanta piedra. Por cierto, curiosas las dos agujas que destacarán muchísimo a lo largo del día, cuando nos volvamos para sacar fotos del camino recorrido.
Abandonamos el sendero, o lo perdemos, al llegar a la nieve, que aun cubre la parte llana del circo y que nos permite avanzar mucho más cómodos.  Avanzamos por el centro del valle, luego, al desaparecer la nieve, seguimos el sendero, que reaparece y que nos va llevando hacia el contrafuerte de nuestra izquierda y de ahí, tras superar el contrafuerte y siempre en descenso y por caliza, hasta la Fonda Savio.
La orientación del circo conduce, sí o sí, nuestras miradas hacia las Tre Cime.
A nuestra derecha, una impresionante pared por la que discurre la Ferrata Merlone. Varios montañeros ascienden por las escalas, aunque en la foto apenas se aprecia, y nos vuelve picar el gusanillo de volver a Dolomitas, pero esta vez dedicando más tiempo a las ferratas.
Surge un espolón plagado de agujas a nuestra izquierda. El camino nos conduce hacia él,...
...encontrándonos justo al inicio la Fonda Savio. A su lado, a la derecha de la foto, se aprecia la pared por la que continúa el sendero.
No paramos en la Fonda. Continuamos bajando, volviendo a cruzar el contrafuerte hacia nuestra derecha (sendero 117 hacia Ref. Lavaredo) y descendiendo por una corta pared vertical gracias a un sendero tallado en la roca con algún paso equipado. El sendero nos mantiene en la ladera izquierda del valle y nos conduce a la Forcella de Rinbianco donde el sendero (Sendero 117, sendero equipado Alberto Bonacossa) continúa por nuestra derecha, dejando la montaña a nuestra izquierda.  
Fonda Savio. Camareras con trajes típicos atienden la terraza, en la que ya hay gente.
Descendemos del espolón. De nuevo un cable, más un pasamanos que otra cosa.
Al otro lado del circo, un marcado sendero en la pedrera. De haber seguido al inicio el otro sendero, el que bordea el grupo Cadini sin internarse en el Ciadin de la Pere, habríamos venido por ahí.
Descendemos por el lado izquierdo del circo. A la izquierda el collado Rinbianco, a su derecha apenas se intuye en la mitad de la pared la marca  más clara del sendero Alberto Bonacossa.
Mirada atrás. Por este caos calizo hemos descendido.
Delante nuestro, el sendero se marca en la parte herbosa de la ladera conduciéndonos al collado.
El sendero primero salva una pequeña cota y luego desciende hacia nuestra derecha por una pared vertical para iniciar un flanqueo convertido en una, a veces estrecha y siempre aérea, cornisa en la pared. Los puntos más comprometidos y aéreos son salvados mediante tablones en el suelo y cable para asegurar por si alguno lo necesita.
Forcella Rinbianco.
Y después de la Forcella, una pequeña subida...
...para descender enseguida por el aéreo sendero.
El sendero Alberto Bonacossa es un sendero aéreo y colgado, aunque sendero al fin y al cabo, que nos deja fotos como esta, con el grupo Cadini a nuestra espalda.
O con el valle abajo, a nuestra derecha.
Cuando vuelve a aparecer la pendiente nos encontramos un tramo de trepada equipado con algunas grapas y cable. El principal problema puede ser que la roca está húmeda en algún punto, así que el cable viene muy bien.
Tramo de trepada equipado (grapas, cable...) visto desde abajo...
..y visto desde arriba. Lo superamos sin sacar el equipo aunque a la gente de la foto le estaba costando.
Una vez salvado este punto, y tras una pequeña subida, el sendero vuelve a ser una cornisa, ahora más amplia, o incluso una estrecha faja, que manteniendo cota va dibujando el contorno rocoso de la montaña, con paredes verticales de roca por encima y debajo de nosotros, hasta que las superiores van perdiendo cota y nos permiten cruzar a nuestra izquierda y pasar a la otra vertiente, donde de nuevo tendremos a la vista las Cimas de Lavaredo e incluso el refugio Auronzo.
Tras la zona equipada seguimos subiendo. En algún punto todavía se mantiene el cable.
Luego la pendiente se suaviza y aprovechamos para sacar más fotos.
Poco a poco, entre las agujas justo sobre nosotros, se van colando las Tre Cime.
Hasta que al final superamos las cotas a nuestra izquierda y surgen las Tres Cimas en todo su  esplendor.
Sin olvidarnos del maravilloso panorama que nos ofrecen las agujas y las cimas del grupo Cadini, con la Forcella del Nevaio y el Vallon del Nevaio justo en el centro.
Descendemos por un amplio cordal para luego subir al refugio Auronzo. No sé qué impresiona más, las Tres Cimas o la cantidad de coches, caravanas y autobuses que hay estacionados en los grandes parkings que rodean el refugio. Vista la hora que es aprovechamos para meternos un plato de pasta entre pecho y espalda en el selfservice del refugio y luego, ya que hay tiempo, salimos del refugio hacia la izquierda, recorriendo en parte el sendero que rodea las Tres Cimas.
Descendemos por el ahora amplio cordal, con las Tre Cime y el refugio Auronzo a la vista.
Según nos acercamos al refugio comenzamos a ver los coches... y hay unos cuantos aparcamientos más que apenas se aprecian en la foto. Está claro que estas cimas son toda una atracción.
Pero como no creemos que nos dé tiempo a darles toda la vuelta, llegado a un collado nos volvemos por donde hemos venido y, pasando otra vez junto al ref. Auronzo, continuamos por el sendero hacia el Refugio Lavaredo, siempre con las Tres Cimas a nuestra izquierda. A medio camino descarga la tormenta y acabamos refugiados en el pórtico de una pequeña ermita, junto con otros muchos senderistas.
No solo hay vistas hacia las Tre Cime. Las montañas a nuestro alrededor también tienen muy buena pinta,...
...la pena es que no soy capaz de ponerles nombre.
Nos dirigimos ahora hacia el Refugio Lavaredo por el sendero-pista. Atrás queda (izquierda de la foto) el refugio Auronzo.
Y delante, la ermita en la que acabaremos refugiados de la lluvia. Parece mentira, no se ve que estuviera tan nublado, pero cayó una buena.
Afortunadamente no dura mucho y podemos continuar, ya sin sorpresas, hasta el refugio Lavaredo, donde nos espera una tranquila habitación para dos y una cena, como siempre temprana. El día prometía y no nos ha defraudado en absoluto.
Ya tenemos a la vista el refugio Lavaredo. A sus espaldas, el monte Paterno, que ascenderemos y atravesaremos (literalmente, para eso esta el sendero Innerkofler) en la siguiente etapa.
La vista de las Tre Cime no es tan espectacular desde aquí, a pesar de que nos muestran unas cuantas agujas.
Como en casi todos estos refugios, cuando llegamos hay bastante gente. Luego a la cena y a dormir no nos quedamos tantos. 
De la cena me traje este recuerdo, es el salvamantel que nos pusieron, con un mapa de la zona que nos sirvió de entretenimiento mientras cenábamos.
Y vistas las fechas en las que estamos cuando escribo esto,

Felices Fiestas a todos 
y mucha montaña para 2017.