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sábado, 24 de noviembre de 2018

Giro del Catinaccio Etapa 3: Refugio Fronza alle Coronelle - Refugio Antermoia (ferrata Catinaccio de Antermoia) - Junio 2018

En esta etapa en cierto modo volvemos sobre nuestros pasos. Recorreremos el Val de Vajolet en ascenso hasta el Passo Principe, por lo que parte del camino coincide con el de bajada del día anterior (Etapa 2 en http://tienequeserporahi.blogspot.com/2018/10/giro-del-catinaccio-etapa-2-refugio.html). Pero no todo el recorrido del día va a estar visto previamente, nos quedan paisajes 100% dolomitas que descubrir.
Val de Vajolet, subiendo hacia el Passo Principe, con el Catinaccio de Antermoia, nuestro tresmil con ferrata del día, a la derecha de la foto.
Primero, el Catinaccio de Antermoia nos espera. Es un tresmil “equipado”, o una ferrata muy fácil, con bastantes tramos en los que, aunque llevamos el equipo puesto y existe el cable, no llegamos a atarnos. Y continuando la ruta llegaremos al Valle y al lago de Antermoia. La tarde se quedará fría y gris, pero los colores del lago, típicamente dolomítico, no decepcionan.
Lago de Antermoia. Un precioso final de etapa.
Fecha: 27-06-2018
Montañeros: 2
Distancia: 11,01 km
Desnivel positivo: 1.650 m
Desnivel negativo: 1.480 m
Duración (con paradas): 6 h 15 min
Recorrido: Refugio Fronza alle Coronelle - Kölner Hutte (2.320 m) – Passo alle Coronelle (2.630 m) – Passo Principe (2.601 m) – Ferrata Catinaccio di Antermoia – Catinaccio di Antermoia – Kesselkogel (3.002 m) – Continuación Ferrata Catinaccio di Antermoia – Valon di Antermoia (2.530 m) - Lago de Antermoia – Refugio de Antermoia (2.495 m)
Dificultad: Moderado. Equipo de ferrata imprescindible.
IBP Index: 125
Track en wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-via-ferrata/giro-catinaccio-etapa-3-ref-fronza-ref-antermoia-ferrata-catinaccio-di-antermoia-27-06-2018-27394591

La noche en el Refugio A. Fronza alle Coronelle - Kölner Hutte (www.rifugiofronza.com) ha sido “fresca”. En nuestra planta hay una gran habitación, por lo visto abierta todo el día y la noche, donde secan la ropa y el aire se cuela por todas partes, incluso en las habitaciones. Por cierto, veo que no he sacado ni una foto del refugio. Fallo mío, aunque puede que también tenga que ver que estaba economizando fotos, no había enchufe en la habitación y finalmente me quedé sin cargar la cámara.
Grupo Latemar. La mañana nos deja estas vistas desde el refugio Fronza.
Desayunamos tranquilos y echamos a andar, como casi siempre, casi a las 8:30. Comenzamos desandando parte del recorrido del día anterior, ascendiendo por el sendero (sendero 550 hacia el refugio Vajolet) que trepa por la pared prácticamente detrás del refugio y siguiéndolo por terreno llano una vez superado el escalón, hasta el cruce de la Ferrata Santner. En este punto abandonamos el camino del día anterior, ya que seguimos de frente (Sureste), manteniéndonos en el sendero 550 que se dirige a la pared frente a nosotros. Intentamos adivinar la canal a la que nos dirigimos, pero desde aquí no somos capaces, ya que las que vemos o no parecen practicables o están cubiertas de nieve… así que mantenemos la incertidumbre unos metros más.
El sendero es evidente y nos va acercando a la muralla, aunque desde donde estamos no somos capaces de adivinar por dónde la vamos a cruzar.
Poco a poco el sendero irá girando a nuestra derecha, manteniendo cota y bordeando la pared. Finalmente se introduce en una canal, ya no hay duda cuál es, que se va estrechando según asciende. La iniciamos con escalones en madera que marcan las zetas, pasamanos también en madera y en estos incluso algunas curiosas tallas. Según ascendemos se comienza a notar el efecto del invierno, los escalones comienzan a estar desplazados, o cubiertos de piedra suelta o de nieve o incluso desaparecidos. Pero resumiendo, es una canal fácil y corta que nos deja en el Passo alle Coronelle – Tschager Joch (2.630 m; 45 min). Y una vez más, como casi siempre que subes a un alto en Dolomitas, las vistas, en este caso al valle de Vajolet y Gardeccia, merecen mucho la pena.
Vamos recorriendo el sendero bajo la muralla. Desde aquí no lo vemos, pero los neveros marcan el inicio de la canal.
Apoyada en la roca, junto al camino y ya cerca del inicio de la canal, nos encontramos esta madera con inscripciones en lo que parece italiano. Entre lo borrado y mi nulo dominio del idioma me quedé con ganas de saber qué ponía.
Inicio de la canal,...
...estrecha y con tramos con escalones en madera, algunos muy trabajados...
...como esta escalera en madera.
El segundo poste empezando de arriba se merece un momento de atención...
...ya que alguien le ha dedicado tiempo para acabarlo con una talla.
Pero la montaña reclama lo suyo. En la parte alta de la canal la pedrera y la nieve van arrastrando las maderas, encontrándonos la mayor parte de los escalones movidos y cubiertos por la piedra suelta.
Mirada atrás. La canal tiene su pendiente, y probablemente será complicada con nieve, pero no es el caso y la superamos casi sin darnos cuenta.
Y en el Passo, un nuevo banco en madera, invitando a tomar asiento y disfrutar de las vistas.
Passo alle Coronelle – Tschager Joch...
...con el Val de Vajolet a nuestros pies,...
...y arriba, a nuestra izquierda, la cima Catinaccio-Rosengarten.  Al fondo, cerrando el valle, el Catinaccio de Antermoia.
Del collado descendemos por sendero, primero paralelos a la pared y hacia el Norte, saliendo a una pequeña zona llana, donde nos encontramos un nevero que pasamos sin problema para seguir de nuevo en la misma dirección (Norte), y continuar descendiendo todavía algunos metros hasta llegar a un cruce. El sendero 550 desciende hacia Gardeccia, así que continuamos de frente por el 541, hacia la cabecera del valle y por tanto hacia el refugio de Vajolet.
Comenzamos el descenso desde el Passo. El sendero se aprecia claramente en la ladera.
Llegamos a la zona llana,donde nos encontramos un nevero que cruzamos sin problema. Arriba, en el centro de la foto, vemos el Passo alle Coronelle.
Passo alle Coronelle, derecha de la foto, con la línea de cimas (izquierda) que desciende hacia Gardeccia.
Tras la zona llana nos encontramos un primer indicador. También nos sirve de referencia el Catinaccio de Antermoia, al fondo del valle.
Cruce hacia Gardeccia, a nuestra derecha. Nosotros continuamos de frente.
Algo más adelante vemos que el sendero desciende hacia nuestra derecha, hacia el centro del valle, lo que supondría perder cota. Así que tomamos una variante (hitos) que faldea por encima del sendero, primero entre un corto caos de roca caliza, donde los hitos serpentean buscando los mejores pasos, para luego, tras cruzar una pedrera de esas blancas cegadoras que es habitual encontrarse por Dolomitas, acercarnos a la pared y acabar en una estrecha cornisa.
Nos acercamos al caos calizo,...
...grandes rocas blancas que nos recuerdan, aunque a otra escala, a zonas del karst de Larra o el del Aspe .
Pedrera, de "blanco dolomitas".
Ya tenemos a la vista el Refugio de Vajolet...
...pero antes de acercarnos habrá que recorrer esta cornisa. Es amplia, pero la mochila molesta en algunos puntos.
Mira atrás. En el centro, ya en la roca, se aprecia el inicio del sendero. Y a la derecha tenemos el inicio de la cornisa.
Recorrida la cornisa, apenas unos metros, salimos en la zona baja del sendero que sube hacia el refugio Re Alberto, descendemos por él unos metros y tomamos el sendero (sendero 584) que asciende (Norte) hacia el Passo Principe. Ayer ya pasamos por aquí, pero como hoy subimos, las miradas se nos van en dirección contraria a la de ayer, a la mole del Catinaccio de Antermoia, que cierra el valle frente a nosotros.
Recorremos el sendero, casi pista, hacia el Passo Principe (centro de la foto) y el Catinaccio de Antermoia, a su derecha.
Mirada a nuestras espaldas. Cielo azul, nubes blancas y caliza del blanco al rosado...y, al menos a nosotros, estas vistas no nos cansan. 
Según nos acercamos al Passo Principe y al Catenaccio de Antermoia la pendiente aumenta...
...pero se salva con una amplia zeta.
Mirada a la pared del Catinaccio de Antermoia. Por esa pared discurre parte de la subida.
Refugio Passo Principe. Aprovecharemos sus bancos para descansar y ponernos el equipo.
Llegados al Passo Principe (2.061 m; 2 h 45 min), nos colocamos el equipo de ferrata y nos dirigimos hacia la pared de nuestra derecha (Este, sendero 585, marcas de pintura). El inicio de la ferrata Oeste del Antermoia es un flanqueo por una cornisa, que salva una aguja para después subir por su parte posterior (escalera, cable). A continuación, entramos en una vira (cable, algún punto con escaleras, grapas…) que asciende marcando una diagonal por la pared.
Inicio. Primero sendero hasta la pared y luego hacia la izquierda, por la evidente cornisa.
Luego, ya con tramos equipados con grapas, escalera y cables, cambiamos de dirección y pasamos por detrás de una aguja aprovechando una estrecha canal.
El inicio es vertical, pero según subimos se va suavizando,...
...convirtiéndose en una vira por la que subimos andando.
Abajo queda el refugio. Está claro que vamos subiendo.
En la vira encontramos algún nevero. Afortunadamente se salvan sin problemas.
Luego el sendero gira a nuestra izquierda, entrando en una nueva diagonal ascendente. Esta vira es más sencilla y en general sin exposición. Aunque hay que emplear las manos para ir progresando, para gente acostumbrada a trepar, el cable puede ser prescindible en muchos tramos. En nuestro caso, y ya que está, lo utilizamos.
Hemos girado a nuestra izquierda, ascendiendo ahora por una amplia canal de buena caliza.
El tramo no es muy vertical, pero en algunos puntos habrá que ayudarse de las manos.
Mientras subimos también disfrutamos de las vistas. La cima Catinaccio y las torres de Vajolet destacan sobre el valle.
Esta última vira nos conduce hasta un contrafuerte, y prácticamente siguiéndolo, a la cresta y en apenas unos metros, llegamos a la cima del Catinaccio di Antermoia – Kesselkogel (3.002 m; 3 h 20 min).
Seguimos subiendo por la vira, que nos conducirá al borde del contrafuerte. De nuevo encontramos neveros, y de nuevo se salvan sin complicaciones.
Llegamos al borde del contrafuerte. Aquí giramos y continuamos subiendo.
Visto desde aquí el Passo Molignon (la zona más clara y vertical en la derecha de la muralla) impresiona aún más. Se aprecia el sendero por el que bajamos el día anterior.
La cima ya está a la vista.
Cima del Catinaccio de Antermoia y su cruz. No sé cómo me las arreglé para sacarla así, sin nadie...
...ya que mientras estuvimos en la cima hubo que hacer cola para acercarse a ella.
Tras descansar un rato disfrutando de las vistas junto a la cruz, metálica y rellena de piedras como otras que encontraremos por las cimas de Dolomitas, decidimos continuar. Ahora nos toca la ferrata Este del Antermoia. Para el descenso continuamos por la cresta (Sur). Siguiendo el cable y las marcas de pintura abandonamos la cresta y descendemos hacia nuestra izquierda para entrar en una vira descendente. Son tramos fáciles donde la mayor complicación es encontrarse con algún nevero que dificulta el paso o el acceso al cable.
Descansando. Como en cualquier cima, vistas y merienda.
Vamos con las vistas. Lago de Antermoia, el final de la etapa de hoy.
Cima Catinaccio-Rosengarten. Vista desde aquí ¿no parece un dinosaurio?. A su derecha, las torres Vajolet.
Marmolada, vista lateral en la que no destaca tanto el glaciar. Unos días más tarde andaremos por ahí.
Sassopiato y el grupo Sella, con la cima del Piz Boe aun nevada.
Y un trocito de la Laurenzi, detrás y tanto a derecha como a la izquierda de la mole caliza de la Croda dei Zirmei.
Y la continuación de nuestra ferrata de hoy. El inicio es una corta cresta que se recorre tranquilamente.
Girando enseguida a nuestra izquierda y abandonando la cresta para tomar una vira en descenso.
La vira es sencilla, pero por supuesto hay que ir con cuidado. Y también para eso está el cable.
Ya en la parte baja salvamos un par de pasos verticales gracias a unas escaleras metálicas, y nos encontramos, tras superarlos, un paso horizontal cubierto por nieve, con su caída a ambos lados. Son pocos metros, pero sin cable. Afortunadamente la huella es abundante, así que lo cruzamos con cuidado y seguimos en descenso, ahora por una especie de contrafuerte. Vamos descendiendo por sendero paralelos a la canal, cubierta de nieve, que acabamos de cruzar en el paso horizontal, volviéndola a cruzar por un puente de roca.
Escaleras que salvan los tramos más verticales.
Antes de acabar la ferrata nos toca cruzar un nevero. Afortunadamente la huella está muy marcada. Después de esto es simplemente descender por sendero.
Par de croquis de la ferrata. De la subida (Oeste)...
...y de la bajada (Este).
Justo antes de cruzarlo finaliza la ferrata y tras cruzarlo nos metemos en unas zetas en la pedrera que van descendiendo más o menos directas hacia el Valon di Antermoia, la zona llana de pedrera previa al Lago Antermoia. Intentamos, ahora que el sendero es llano y nos podemos distraer, identificar la subida hacia la ferrata Laurenzi, nuestro objetivo para el día siguiente. Pero, visto desde abajo, vemos varias opciones y no lo vemos muy claro. Estas dudas nos seguirán hasta que estemos ascendiendo por la canal…pero eso ya será al día siguiente.
Se acabó la ferrata. Arriba podemos ver el nevero que ha habido que cruzar y algo más abajo el puente de piedra que nos permite volver a pasar a este lado.
Después de la ferrata descendemos por una pedrera...
...para llegar al valon de Antermoia.
Mirada a nuestra izquierda, por ahí está la subida a la Ferrata Laurenzi, aunque aún no somos capaces de identificarla.
Mirada a nuestra espalda. El Catinaccio de Antermoia, con la marcada vira por la que hemos descendido, y el Passo de Antermoia a la izquierda.
El sendero nos conduce al Lago y desde él ya vemos el refugio. Nos tomamos nuestro tiempo sacando fotos y continuamos bordeándolo (sendero 584) dejándolo a nuestra derecha. Tras cruzar el desagüe del lago, y prácticamente siguiendo recto, llegamos al Refugio de Antermoia (2.495 m; 6 h 15 min) (www.rifugioantermoia.com).
El sendero avanza por el centro del valle...
...hasta que nos acercamos al lago de Antermoia, donde lo bordeará dejándolo a nuestra derecha.
Tenemos suerte. Aunque con algunas nubes, el día se mantiene despejado, todavía no hace aire, así que disfrutamos de las vistas del lago y de las paredes calizas que lo rodean. 


Tras unas cuantas fotos, continuamos hasta el refugio, prácticamente a la vista desde la cabecera del lago.
Refugio de Antermoia. Muy acogedor.
El refugio está muy bien. Tenemos una habitación con literas para cuatro, aunque como el refugio está muy vacío (a la noche, en la cena, vemos que somos unos ocho montañeros, no más), será para nosotros solos. Madera por todas partes, baños muy limpios, chancletas nuevas e incluso ese lujo tan buscado últimamente, enchufes de sobra en las habitaciones. Y ya, como un plus, una de las camareras habla español.

Salimos, tras el cappuccino con “strudel de mele” y la merecida ducha, a dar una vuelta por el lago. La tarde está fría y ventosa, con un viento que no da tregua, así que no aguantamos mucho fuera, aunque nos da tiempo a llevarnos un buen paquete de fotos del lago, del entorno del refugio, de las vistas…. Al final, como tantas otras veces, acabamos en el cálido comedor esperando la cena con unas cervezas.
Damos una vuelta por el entorno del refugio, frente a él nos encontramos estas curiosas mesas.
Y ya que estamos, volvemos al lago. La pena es que el día se está poniendo frío y gris.
Pero eso no nos impide sacra una nueva tacada de fotos. Ya sea del lago...
...o de las vistas desde el frente del refugio...
...de los senderos (este, el 580, es una opción para la vuelta, para evitar la ferrata Laurenzi en caso de mal tiempo)...
...o del propio refugio y de las paredes que nos rodean.

Ya solo queda otra etapa. Nos espera la ferrata más difícil del recorrido, la ferrata Laurenzi, de la que he leído de todo, por ejemplo en www.vieferrate.it hay unas cuantas opiniones. En el siguiente enlace, correspondiente a la última etapa, podréis ver qué tal nos fue (en  https://tienequeserporahi.blogspot.com/2018/11/giro-del-catinaccio-etapa-4-refugio.html) aunque ya os adelanto, una vez más acabamos encantados.




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