lunes, 20 de febrero de 2012

De Andraitz a Aizkorri

No me resisto a colgar unas fotos. Pocas veces me he encontrado Aizkorri tan blanco como este fin de semana, ha estado con mucha más nieve en otras ocasiones, pero siempre me lo había encontrado con zonas venteadas donde asomaba la caliza.

Las fotos son del sábado pasado (18-02-2012) y parece que más que un monte estemos subiendo un merengue. Aprovechamos el buen tiempo para recorrer el cresterío desde Andraitz hasta Aizkorri, en una circular desde el apeadero de Zegama. Al evitar la romeria desde Arantzazu o desde San Adrian, prácticamente no encontramos huella desde el inicio hasta Aketegi, luego aprovechamos la huella ya marcada, que por mucho que nos guste la nieve virgen, nos vino bien ya que uno no está para tanto esfuerzo. Un magnífico día.

Ya desde el inicio se veía que ibamos a tener nieve...


Dejado atras el hayedo, ya en la zona donde los abetos van dando paso al prado.


Avanzando con dificultad entre la nieve acumulada.



La nieve acumulada y su estado nos animaron a atacar directamente la pendiente.


Mirando nuestras huellas...

Paso de Andraitz hacia Urbia
Llegando a Andraitz

Iniciamos la bajada de la canal tras pasar por Andraitz. Frente a nosotros, a la derecha en la foto, Arbelaitz nos oculta parte del recorrido.

Vista atras camino de Arbelaitz .Nuestras huellas en la empinada canal de bajada de Andraitz.


Buzón en Arbelaitz. Frente a nosotros la cresta hasta Aizkorri.

Camino de Aizkorri, nos unimos al sendero marcado.


martes, 17 de enero de 2012

San Donato (27-12-2011)

La proa de barco de Beriain destaca sobre la Sakana con su aspecto de montaña infranqueable. Cuando en primavera y verano volvemos de Pirineos, siempre nos encontramos con la estampa de la luz del atardecer tiñendo de tonos rojizos su agudo perfil y siempre pensamos: "hay que parar a sacarle una foto", pero como sabemos que seguirá ahí, nunca lo hacemos y seguimos viaje.

Ahora, preparando esta descripción lamento no habernos parado nunca, todas las fotos corresponden al mismo día,  y la luz de invierno no consigue sacar sus mejores colores. Fotos aparte, acercarnos desde Uharte Arakil a Beriain y a la ermita de San Donato es una bonita excursión mañanera, sencilla por lo marcado del camino y la ausencia de dificultades, aunque los mil metros de desnivel no son para ser tomados a broma.

Perfil de Beriain desde la Sakana


Ermita de San Donato

Recorrido: Uharte Arakil-Puerto de Uharte- Beriain (1.494 m). Vuelta por el mismo camino.
Fecha: 27-12-2011
Montañeros: 2
Distancia (Ida): 6,35 km
Desnivel (positivo): 1.005 m
Duración (ida): 2 h 18 min
Dificultad: Fácil. Ascensión por camino muy marcado y en determinados puntos balizado con pintura.
Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2343275

Abandonada la autovía de la Sakana en la salida de "Uharte centro" dejamos el coche en una calle adoquinada que mira directamente a San Donato, junto a una pequeña zona verde y cerca de un panel informativo. Mirando hacia la montaña,  a nuestra izquierda sale una pista blanca por la que empezaremos a caminar.

Pista por la que comenzaremos a caminar. Es transitable para coches normales, así que algunos continuarán por ella acortando el camino. Los robles nos acompañarán a ambos lados del camino.
Primera bifurcación que nos encontramos por la pista. Seguimos por la opción de la derecha, dejando enseguida una granja a nuestra izquierda, donde algunos perros nos ladraron y los más pequeños nos acompañaron unos metros.  
La pista ha girado y salimos a un claro a una especie de escombrera. Una pista cerrada con cadena la atraviesa (posible opción) pero nosotros continuamos por el camino principal bordeándola y dejándola a nuestra derecha.

Junto al camino, empiezan a verse ya grandes robles en cuyas ramas podemos encontrarnos restos de antiguos puestos de caza, y al opción más moderna del andamio.
 
La pista llega a una nueva bifurcación, junto a unos grandes robles y con San Donato justo frente a nosotros. El cartel indicador no da a lugar a dudas: todo para arriba. Hasta esta zona es habitual que lleguen los coches.


El camino, muy marcado, pasa entre unos cuantos robles de gran porte y comienza, ahora si, a salvar decidido el desnivel. En estos primeros tramos prácticamente seguimos manteniendo San Donato frente a nosotros.

Dejamos atrás los robles y comienzan a aparecer las hayas. El camino no da lugar a confusión.

Dejando una hondonada a nuestra derecha por donde discurre un pequeño arroyo y atravesado una zona con el camino lleno de hojas llegamos a una bifurcación justo antes de un claro. Unos cuantos hitos nos marcan el camino correcto, el de la izquierda.
El camino sigue ascendiendo más o menos directo por una pedrera para en pocos metros volver a las hayas.

Nuevos hitos no nos dejan lugar a dudas y nos conducen en pocos metros a un nuevo claro.

Atravesamos manteniendo la dirección el pequeño claro. Por si fuera poco, además de marcado, los postes indicadores no nos dejan lugar a dudas.
Tras el claro un par de zigzag nos dejan en la base de una nueva pedrera. Un camino, el más lógico, la salva por la derecha y la bordea por su parte superior. El más marcado sube directo hasta encontrase de nuevo con el hayedo.

Llegando al hayedo. Hasta este punto hemos subido directos, siempre con San Donato frente a nosotros y manteniendo prácticamente dirección Sur. Aquí tomaremos una senda cubierta de hojas y atravesada por raíces que sube de forma continuada internándose en el hayedo. La senda mantendrá una dirección Sureste, siempre ascendente, buscando el Puerto de Uharte.

A pesar de las hojas que la cubren, por lo marcada que está, la senda dentro del hayedo no presenta dificultades de orientación.

Se termina el hayedo y el sendero nos deja en un primer tramo pedregoso con el Puerto de Uharte ya a la vista. Luego continua por la ladera herbosa, para tras un par de zigzag, alcanzar el Puerto.

Llegando al Puerto de Uharte, vista atrás, hacia San Donato.

Puerto de Uharte y acceso a la meseta que nos conducirá a nuestro objetivo. Por fin empezamos a ver el sol y como hoy apenas hace viento, los últimos metros prometen.

Paso en la valla. Ya tenemos a San Donato, el punto más alto en la foto, a nuestra derecha.

Avanzando hacia San Donato, nos adentramos unos pocos metros en la meseta buscando una pista, apenas unas rodadas en algunos puntos, ya que ésta también se dirige a la ermita buscando los pasos más lógicos. En cualquier caso, estos últimos metros no presentan dificultades, tan solo algunas pequeñas subidas y bajadas, alguna que otra pequeña dolina o pequeños tramos de caliza, por lo que no es necesario seguir la pista sino se quiere.   

Última cuesta.

El camino se acerca a la ermita para acceder a la plataforma algo más elevada donde se asienta.

Ermita de San Donato...

...y buzón de Beriain.

Desde la ermita, mirando hacia el espolón, y al otro camino típico de subida, camino que queda a la izquierda de la foto. Al fondo Aratz y Aizkorri.

Vista desde la cima a la meseta que hemos recorrido para acceder a Beriain.
En total, unas dos horas y cuarto (no dudo de que hay gente que lo hace en mucho menos) y unos mil metros de desnivel. Así que tras esta pequeña paliza, que mejor que meterse en la zona abierta de la ermita y comer algo a salvo del viento, que cuando te paras ya empieza a molestar. Evidentemente no hemos sido los únicos en pensar lo mismo, todos estamos de acuerdo en que hay que recuperar fuerzas, pero si los menos preparados. Vergüenza me da sacar la fruta, los frutos secos y las barritas de cereales mientras a nuestro lado la gente se mete entre pecho y espalda panes caseros, tortillas de patatas,  chorizo y jamón, y todo ello regado, no con agua como nosotros, sino con alguna botella de vino o con la típica bota. Lo sé, no estamos preparados para la vida montañera.

Volver en esta ocasión, lo haremos por el mismo camino, pero si en primavera-verano tengo tiempo, nos hacemos una circular.  

Para acabar, altimetría, mapa y alguna que otra foto:



San Donato, visto desde el inicio del camino.


Llegando al Puerto de Uharte. Al fondo, iluminados y algo nevados, Pirineos.


Exterior de la Ermita de San Donato...


...e interior. Limpio y agradable, un refugio indispensable para los días de viento, que aquí arriba son muchos. Hagamos entre todos que siga así.


lunes, 19 de diciembre de 2011

Pic d'Anie (26-11-2011)

El Anie (o Auñamendi) es uno de esos montes a los que no nos importa volver. La primera vez que subimos, un verano no hará diez años, nos pareció un monte largo, con una entretenida canal por la que trepar, y con un entorno, el karts de Larra con su caliza torturada y sus pinos negros, que merecía sobradamente el esfuerzo.

Como cada año los montes a los que vamos están un poco más lejos y son un poco más complicados, cuando volvimos por segunda vez ya no estaba tan lejos, ni la canal era reseñable...así que nos propusimos intentarlo con algo de nieve. Nos ha costado tres intentos y casi podría decirse que hemos tenido que hacer trampa, la nieve este año es muy escasa, así que nos ha permitido acercarnos sin pisar nieve mucho más que en las otras dos ocasiones, cuando encontramos nieve blanda desde el mismo aparcamiento.

En cualquier caso, esta descripción no es más que una escusa para colgar unas fotos del Anie y de su entorno, que también tenía ganas.

Pic d'Anie

Recorrido: Collado de la Piedra de San Martín- Collado de Pescamou- Col de Boticotch-Arres de Anie- Pic d'Anie (2.507 m). Vuelta por el mismo camino.
Fecha: 26-11-2011
Montañeros: 2
Distancia (Ida y vuelta): 13,45 km
Desnivel (positivo): 960 m
Duración (Ida y vuelta con paradas): 6 h 19 min (3h ida)
Dificultad: Fácil (Precaución con las brechas al atravesar el karst y la pendiente, nieve helada en nuestro caso, en algunos puntos de la ascensión final y en la última pala).
Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2258805

Llegamos al parking del Collado de la Piedra de San Martín a eso de las ocho de la mañana (unos 13 km de Isaba por la NA 137). Yo voy diciendo que es tarde, que ya se ve de sobra, pero cuando llegamos solo hay otro coche en el parking, cosa rara ya que nunca solemos ser de los primeros.

El camino lo podemos tomar al lado del refugio que mira hacia el lado de Isaba, aunque hay muchas otras opciones que salvan el talud y que poco a poco van confluyendo. En cualquier caso nada más encaramarnos, si el día es claro, tendremos a la vista la pirámide del Anie, con lo que la orientación más básica ya la tenemos. En general, hasta pasar el Arlas iremos hacia el Este, para luego mantener dirección Sureste.

 
Mirando hacia el Anie al inicio del camino...

...con el Roncal y sus montañas a nuestra espalda

Llegamos a una pequeña hondonada, la seguimos unos metros dirección noreste y la cruzamos  volviendo a retomar la subida. Una senda muy marcada, manchas de pintura y algunos hitos nos marcarán el camino. En seguida, aparece frente a nosotros la pirámide del Arlas. Abajo, a nuestra derecha, queda el Llano Carreras. 

Hace un par de años, por las mismas fechas. Arlas en primer plano y Anie al fondo, perdiendo nieve por el viento que azotaba la zona.

Por terreno herboso y senderos marcado avanzamos hacia el Arlas, pasamos por debajo del Collado de la Serre llegando a una fuente. Varios caminos flanquean el pico dejándolo a nuestra izquierda, conduciendonos al siguiente collado, el Collado de Pescamou.
Llegando al collado de Pescamou

Siguiendo dirección al Anie pasamos una pequeño coscorro por camino evidente para llegar al Col de Boticotch, collado caracterizado por una pequeña cabaña metálica conocida como Refugio de los Espeleólogos, cabaña que siempre he visto cerrada.

Pic' dAnie y Soumcouy, impresionantes desde el Collado de Boticotch

Pasado el collado una nueva subida nos lleva bordeando el Latras-Murlong por el lado izquierdo, desapareciendo poco a poco la hierba y ganando presencia la caliza. Y como la materia prima empieza a abundar, aunque todavía el camino es evidente y presenta marcas de pintura, también abundan los hitos, así que por aquí y sin nieve no habrá demasidos problemas de orientación.

Mirada atrás pasado el Collado de Boticotch, hacia la pirámide del Arlas

Prácticamente cuando dejamos atrás y a nuestra derecha la cima del Latras-Murlong y justo al bajar un buen "escalón" en el camino aparece una bifurcación señalizada con poste indicador. Un camino se va prácticamente perpendicular a nuestra izquierda, atravesará los Arres de Anie por una especie de pasillo natural hasta llegar bajo el Soumcouy, luego enlazará con el camino que viene de Lescun, rodeará los desplomes del lado Noroeste del Anie y enlazará con los tramos finales de subida. Este camino lo hemos tomado alguna vez a la vuelta, pero por costumbre, siempre hemos subido, o intentado subir, por el que sigue de frente, y esta vez no ha sido una excepción.

Pasada la bifurcación el karst ya domina el paisaje completamente, y en nuestro caso, empezaron a hacerse frecuentes las manchas de nieve helada.

Aquí la hierba pasa a ser anecdótica y entramos en una zona de grietas, simas y dolinas. Como la nieve helada también va cubriéndolo todo, avanzamos poniendo mucha más atención en cada paso e intentando seguir escrupulosamente los hitos. En esta zona, y en lo que resta, los rastros de senda se pierden en la caliza y no hay tantas zonas con hierba como para que sirva la huella en las mismas de referencia.


Camino (en verde) aproximado hacia la zona de karst en la base del Anie

Los hitos nos van acercando a una especie de muralla caliza que aparece a nuestra derecha. Tras descender unos metros, quedará entre nosotros y la muralla una canal, o una serie de hoyas, en nuestro caso cubiertas de nieve. Los hitos las dejan a nuestra derecha y ascienden decididos por una serie de lomas, buscando como siempre pasar las grietas, y hay muchas, de la mejor manera posible. Para hacer esta subida nos calzamos los crampones, si no imposible con la nieve como estaba, y ya no nos los quitamos hasta la vuelta, más o menos en el mismo punto.


Este camino nos deja, en una especie de collado entre dos promontorios rocosos desde donde el Anie casi puede ya tocarse.

Llegando a la base del Anie...



...ya falta poco para los últimos tramos de subida

Una pequeño llano, por supuesto erizado de grietas, nos separa de la base del Anie. Lo recorremos guiándonos por los hitos y mientras nos acercamos vamos analizando la única huella que se aprecia en la nieve. El camino normal busca un pequeño corredor que en verano nos exigiría poner las manos en algún momento (I) para pasar al lado Sur donde el camino de subida discurre ya por una ladera pedregosa sin dificultades, pero con la nieve no lo teníamos tan claro. Al final, acabamos buscando el mismo corredor (muy empinado), aunque supongo que hacemos algún zigzag más que en verano para llegar a él.

 
Itinerario aproximado de subida para alcanzar la última pala. La zona de mayor pendiente en estos tramos es la subida vertical, arriba a la derecha de la foto.

Pasado el corredor nos vamos hacia nuestra izquierda, bordeando un promontorio, para enlazar con el camino que viene del lado francés. Una vez alcanzado, el camino va a nuestra derecha buscando la pedregosa ladera que con la nieve helada se ha convertido en una pala en la que avanzar con mucho cuidado.

Accediendo a la pala final. Nosotros ascendimos directamente, realizando luego un flanqueo sobre las rocas que quedan en el centro de la foto. La opción que marcan las otras huellas, flanqueando al inicio, me parece una opción más adecuada y fue la que utilizamos en la bajada.


Así ves la pala cuando subes...


...y esta pinta tiene cuando bajas.

Al final la pala nos deja a unos metros a la derecha del pico, así que avanzamos hacia nuestra izquierda para alcanzar la cima del Pic d'Anie-Auñamendi (2.507 m; 3 h). El viento que nos asustó en los primeros momentos de la mañana ha cesado, apenas hay nubes, así que disfrutamos de la cima, toda para nosotros, y de sus vistas.

 Midi d'Ossau y los tresmiles de la zona de Panticosa (Balaitous, Frondellas...)
Mesa de los Tres Reyes

Para acabar, altimetría, mapa y alguna foto que se me haya quedado en el tintero.




Mi fondo de pantalla durante muchos meses...



Buscando la pala final

Y las últimas tres, lo prometo...