domingo, 19 de julio de 2015

Pico de Aspe, desde Rigüelo (06-06-2015)

Año tras año estamos yendo a la zona del Aspe en primavera. La nieve suele mantenerse en las cotas altas, pero el Cubilar de Rigüelo y el Barranco de Igüer se llenan de flores, el agua mana en varias surgencias dando lugar al Estarrón. Solo por dar un paseo ya merece la pena.
Aspe, hacia la derecha del todo, desde el Cubilar de Rigüelo.

Cara norte del Aspe (en el centro), impresionante muralla.
En este caso, armados de crampones y piolet, nuestra idea es subir al Aspe. Ya hemos estado, pero fue en pleno verano y el karst, con nieve, no tiene nada que ver. Aunque este año, visto lo visto, nieve no hay mucha.

Fecha: 06-06-2015

Montañeros: 2
Recorrido: Cubilar de Rigüelo - Brecha de Aspe (2.430 m) - Pico de Aspe (2.645 m).
Distancia (Ida ): 4,68 km
Desnivel (positivo): 1.152  m
Duración (con paradas): 2 h 45 min
Dificultad: Fácil.    
Track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10142036

Dejamos el coche al final de la pista (unos 8 km y en buen estado) que sale de Aisa. Una puerta metálica nos cierra el camino. Son las nueve menos cuarto y ya hay unos cuantos coches aparcados. Cruzamos la puerta metálica y seguimos por la pista. Abajo, a nuestra derecha, el Estarrón. Tras una fuerte pendiente hormigonada salimos al Cubilar. A nuestra izquierda, el refugio de las Saleras.  Algunas fotos de este primer tramos las tenéis en http://www.tienequeserporahi.blogspot.com.es/2012/07/pico-de-la-garganta-de-borau-el.html.


En seguida abandonamos la pista, cruzando el arroyo de Igüer por donde nos lleva la senda (con más agua puede puede costar encontrar un punto donde cruzarlo, pero no es el caso) y comenzamos a subir por el contrafuerte (prado, senda marcada) en dirección norte acercándonos a la muralla caliza y al marcado embudo que nos va a permitir acceder a la caliza.
Subimos por el contrafuerte hacia el embudo, descartando los senderos que salen hacia nuestra derecha.

Aunque las vistas a la derecha son de lo mejor: Mallos de Lecherín (en el centro), el Pico de la Garganta...

Dejamos atrás los indicadores del GR y continuamos por el contrafuerte. Pasamos un abrevadero y un gran bloque calizo. Más o menos a la altura del bloque torcemos a la derecha (senda) y nos dirigimos al embudo.

Tras cruzarlo seguimos los rastros de senda que se van hacia la derecha de pala para acabar en un marcado zig-zag que asciende por la pedrera hasta un paso en la caliza que nos da paso al precioso karst de la Llanas. Una meseta kárstica inclinada que en esta época del año aún está cubierta de nieve.
Hemos superado el embudo y miramos hacia abajo. La pendiente es fuerte en esta zona, así que aprovecho y descanso mientras hago unas fotos.

Hacia arriba esto es lo que vemos, una buena cuesta.

Desde esta zona divisamos todo el barranco de Igüer y el camino recorrido en el día de hoy.

Llegando a la muralla que vemos sobre nosotros la pendiente se suaviza y el sendero nos acerca a un paso en la caliza.
Tras el paso llegamos a una pequeña depresión. Al fondo, más oscuro, ya vemos el Aspe, pero nosotros nos internamos en el karst de Las llanas siguiendo los hitos que se van a ir por nuestra izquierda.

En los primeros metros encontramos más roca que nieve, así que siguiendo los hitos, vamos buscando los pasos más practicables.
Aquí seguimos los hitos. Como en casi todos los karst las opciones son varias. Nosotros, como nos fue bien el año anterior cuando ascendimos a la Llena de la Garganta, justo al cruzar el paso, en la primera depresión, tomamos los hitos que la abandonan por su lado izquierdo.
Visto desde algo más arriba, el paso que nos ha conducido a Las Llanas.
Los hitos nos llevan en dirección NNE por la parte alta del karst. Primero por caliza y alguna que otra mancha de nieve y posteriormente por nieve llegamos a la Brecha de Aspe, con la Llena de la Garganta a nuestra izquierda y el Aspe a la derecha.

Frente a nosotros la Brecha de Aspe. Por esta zona la pendiente se ha suavizado y avanzamos por la nieve reblandecida por el sol. A la derecha el Aspe y la pequeña brecha previa, al final de la canal cubierta de nieve, a la que habremos de llegar antes de acceder a la cima.
A nuestra izquierda, la Llena de la Garganta. la ascendimos el año pasado, también en primavera. 
El día de sol está dejando la nieve muy blanda, así que aprovechando que la pendiente no es importante en esta zona y que en los puntos más comprometidos la huella está muy marcada, llegamos a la brecha sin ponernos los crampones.

Ya en la brecha seguimos por la pala de nuestra derecha. Como un nevero cubre la zona central, por la que iría el sendero más normal, nos mantenemos a la izquierda de la pala, subiendo paralelos a la arista por rastros de senda no muy marcada y algún que otro hito hasta que nos situamos por encima del nevero.
Desde la Brecha de Aspe, el Pico de la Llena de la Garganta.

También desde la Brecha, mirada al valle al norte.
Desde la Brecha de Aspe. Para salvar la pala de nieve, cruzamos el nevero por la parte llana y nos vamos hacia las rocas de la izquierda. Un rastro de senda y algún que otro hito nos conducen hasta la parte superior del nevero.  



Subiendo junto al nevero.

Ya estamos por encima del nevero, prácticamente en el camino normal. Abajo ha quedado la brecha de Aspe y la zona cubierta de nieve del karst.

Ahí enlazamos con el sendero normal que nos conduce (Oeste) a una pequeña brecha. Tras cruzarla, unos pocos metros en ascensión y llegamos al Pico de Aspe (o Punta Esper) (2640 m; 2 h 45 min).
Cruzamos la pequeña brecha. Hay que bajar ese pequeño escalón para acceder a ella.

Y tras la pequeña brecha, los últimos metros, pedregosos, hasta la cima.

Descanso en la cima. Merece la pena mirar a mi espalda...
Pico de Aspe. Hacia el oeste, un buen puñado de dosmiles: Llena de la Garganta, Bisaurin, Puntal de Secús...

El día está precioso. Disfrutamos un rato de la vistas de la cima (Collarada, Midi, Balaitus,...) y de unos montañeros que ascienden por la Arista de los Murciélagos, para nosotros palabras mayores. Luego, la vuelta la haremos por el mismo camino.

Unas vistas desde la cima

Primerísimo plano: Arista de los Murciélagos. Centro: Sombrero, Pico de la Garganta, Mallos de Lecherín. Al fondo, Collarada, Pala de Ip...

Midi de Ossau, inconfundible.
Gran Facha, Balaitus, Frondellas.
Infiernos, Garmo, Algas...

 Y como no, unas flores.

Hisopo, con la única mariposa, de las muchas que vimos, que posó para la foto.

Orquídea saúco
Genciana azul.

domingo, 17 de mayo de 2015

Pico Le Bondidier (08-04-2014)

A pesar de que el pasado verano tampoco es que hiciéramos tantas salidas y a pesar de haber perdido gran parte de los datos cuando mi viejo ordenador dijo que ya no podía más, todavía me queda alguna que otra ascensión del pasado año por contar en el blog.
Barranco del Alba, acercándonos al Plan de Paderna.
En este caso le toca al Pico Le Bondidier, el único pico de más de tresmil asequible en la zona del extremo Noroeste del macizo que nos faltaba por subir. Aunque hemos ido por allí bastantes veces, siempre nos quedaba pendiente, así que como buenos tachamontes volvemos una vez más al Collado del Alba (zona tranquila y poco transitada, bonitas vistas...no importa volver) y lo eliminamos de la lista.
Pico Le Bondidier, entre la niebla, desde el Collado Cordier...
...y desde algo más lejos, desde el Pico del Alba, en un día de menos nubes. Casi no destaca a la derecha de la foto, por las moles del fondo (Cordier, Maladeta...).
Fecha: 04-08-2014
Montañeros: 2
Recorrido: La Besurta (1.945 m)- Refugio de la Renclusa (2.140 m)- Plan de Paderna (2.240 m)- Collado del Alba (3.081 m)- Collado Cordier (3.121 m)- Pico Le Bondidier N (3.153) - Pico Le Bondidier (3.185 m). Vuelta por el mismo camino.
Distancia (Ida y vuelta): 13,53 km
Desnivel (positivo): 1.488  m
Duración (con paradas): 8 h 30 min
Dificultad: Moderada. Nevero, permanece durante gran parte del año, con mucha pendiente  (crampones necesarios) en el acceso al Collado del Alba. Trepadas por buen granito en la cresta hacia la cima con pasos de II- . (P.D. o F+ según las guías)   
Track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8423499

Salimos desde La Besurta, a donde llegamos en autobús desde el vado del Hospital. Tomamos el marcado sendero hacia el refugio de la Renclusa. Son más de las ocho y media cuando salimos, así que poca gente sube hacia la Renclusa. Incluso el Refugio está tranquilo cuando llegamos unos 45 minutos después. Si fuese otra hora hablaría de las colas hacia el Aneto pero a esta hora apenas nos encontramos gente que deja el refugio camino de la Besurta y poco más.

Llegados al refugio cruzamos el Torrente de la Renclusa por una pasarela y continuamos por un marcado sendero, dejando el torrente del Alba a nuestra izquierda, hacia el Plan de Paderna.Tras una corta subida por sendero marcado llegaremos a una zona llana donde volveremos a cruzar el torrente por una nueva pasarela. Dejando ahora el curso de agua a nuestra derecha llegaremos al Plan de Paderna (2.270 m; 1 h).

Unos pocos metros sobre nosotros, a nuestra izquierda, el ibón de la Renclusa. Desde donde estamos ni se intuyen (nos han llegado a preguntar en el mismo sendero por ellos), pero si hay tiempo merece la pena acercarse y si no es ahora, a la vuelta siempre es un magnífico sitio donde descansar.

El sendero continua con el Plan de Paderna y sus meandros a nuestra derecha. Vamos subiendo hacia su cola, pegados a la pared de nuestra izquierda.

Junto al refugio, miramos la pasarela que tenemos que cruzar. El camino seguirá subiendo unos metros paralelos al torrente para luego girar a nuestra derecha, ascendiendo con el torrente del Alba a nuestra izquierda (hitos y senda)

Refugio de la Renclusa, visto desde la subida al Plan de Paderna.
Nos acercamos a la zona donde cruzar de nuevo el torrente. La subida se suaviza y al fondo se empieza a mostrar el recorrido del día.
Hemos cruzado por la pasarela de troncos y continuamos por el sendero.
Plan de Paderna. Lo dejamos a nuestra derecha.
El enclave del Plan de Paderna es de los que merece la visita. Pino negro, roca, agua dibujando meandros, a veces flores, marmotas jugando en la hierba,...Aquí lo vemos según seguimos ascendiendo.
Se suaviza la pendiente. Frente a nosotros el Barranco del Alba. El camino girará primero unos metros a nuestra izquierda para internarse en el caos de roca siguiendo hacia la zona central que vemos en la foto.
Cuando la subida vuelve a suavizarse salimos a un caos de rocas. A nuestra izquierda el Barranco del Diente y todo el caos de rocas que desciende de la zona de la Madaleta. Frente a nosotros sigue el Barranco del Alba. Cruzamos el caos de rocas, yo diría que en ligera bajada, siguiendo los hitos, cruzamos una pequeña zona llana llena de pequeños cantos redondos y nos acercamos al arroyo que desciende frente a nosotros por la ladera herbosa (Suroeste). A nuestra derecha, las palas que bajan del Pico de Paderna.

Seguimos el sendero que asciende (aquí empieza la cuesta de verdad) primero dejando el arroyo a nuestra izquierda para unos metros más arriba cruzarlo y seguir por la zona herbosa, más practicable.

El sendero se va yendo poco a poco a poco a la izquierda, hasta alcanzar el escalón de roca. Aquí gira a nuestra derecha (Oeste), por una amplia repisa, dirigiéndose hacia la arista que se dirige al Pico de Paderna.

Tras salir a la arista (2.570 m; 1 h 45 min), el sendero la deja a nuestra derecha y vuelve a retomar la dirección inicial (Suroeste). Frente a nosotros una loma que alterna canchales, zona herbosas y algo de piedra suelta. seguimos el sendero que, con pequeñas variantes, asciende dirección por ella manteniendo la dirección que llevamos y que nos va acercando a la parte izquierda del circo que ya vemos sobre nosotros (si nos deja la niebla, en este caso lo intuimos, aunque como ya hemos estado más veces sabemos lo que hay).

Ojo a los hitos que se van a nuestra derecha, en general se dirigirán, por un punto u otro, al Pico del Alba (subida por los ibones del Alba descrita aquí), pico que cierra el circo por la derecha y mucho más transitado que los picos de la zona izquierda (Muela, Diente, Mir...). Nosotros tomamos como referencia la Punta Delmás, que cierra el circo por la izquierda, y seguimos los hitos que nos van acercando a sus desplomes.

Tras cruzar un nuevo barranco a nuestra izquierda por bloques, continuamos ascendiendo por canchales (Sur) hasta dar con la evidente morrena (bloques, piedra suelta) que superamos para acceder, ya con el Collado del Alba claramente frente a nosotros, a una zona de escasa pendiente llena de grandes bloques.
,
Pico de Paderna.
Por el centro del valle, frente a nosotros, baja el arroyo que sirve de referencia. El sendero sigue el arroyo en su parte más baja para luego pasarse a la zona verde del centro de la foto, por donde sube con tendencia hacia la izquierda hasta llegar al escalón rocoso, donde gira a la derecha. En la derecha de la foto, las palas que bajan del Pico de Paderna.
Subiendo. Al fondo a la izquierda se ve brillar el agua en el Plan de Paderna y en el Ibón de la Renclusa.  En el centro de la foto, el caos de roca que desciende desde la Maladeta, que habremos cruzado por su parte más baja.
La niebla apenas nos deja ver el collado del Alba. La Punta Delmás nos sirve de guía (a la izquierda del centro de la foto). Seguimos los hitos que entre canchales, hierba y más arriba, caos de bloques, nos acercan a sus desplomes.
Ascendemos por canchales acercándonos al marcado frente de la morrena (centro de la foto). A la izquierda, la Punta Delmás.
A nuestra derecha, al otro lado del circo, el Pico del Alba.
Con el Collado del Alba a la vista, brecha de la izquierda de la foto.
Recorremos la zona de bloques, de baja pendiente y con algún nevero, acercándonos al nevero, éste si de mucha pendiente. que nos conduce al Collado del Alba (crampones) justo con la muralla que forman Delmás y Mir a nuestra izquierda. Este nevero de acceso al collado nos lo hemos encontrado, con mayor o menor tamaño, todos los agostos que nos hemos acercado por aquí y sin crampones no me atrevería a afrontarlo.

A la derecha del collado otro collado, también muy deshecho y pendiente, nos da acceso entre el Diente y la Muela. hace unos años nos metimos por ahí, desde mi punto de vista, una opción mucho peor.

Este año el nevero nos deja cerca del collado, así que recorremos los últimos metros de empinada subida por terreno deshecho, buscando hacia la pared del Mir la zona más transitable que nos deja en el Collado del Alba (3.081 m; 3 h 45 min).

Desde el Collado del Alba, mirando la morrena, el nevero y el último trozo de roca suelta que acabamos de superar.
Pasamos al otro lado. A nuestra derecha (oeste), siguiendo la cresta, Muela y Diente del Alba. No nos acercamos, pero es desde luego una opción, ya que estarán solo a unos 200 o 250 metros.

Pero en este caso miramos a nuestra izquierda. Siguiendo el espolón que baja del Sayo veremos un collado, Collado Cordier, y a continuación un resalte, es el Pico Le Bondidier. Nos dirigimos flanqueando por bloques hacia el collado, al que accedemos por una evidente vira que nos va sirviendo de referencia según nos acercamos. En la vira vemos rastro de senda, pero no hemos visto hitos en el flanqueo pero por suerte la niebla ha ido subiendo según ascendíamos, así que ahora, con las nubes altas, el camino hasta el collado es más que evidente. Llegamos al Collado Cordier (3.121 m; 4 h) y dejemos las mochilas, la cima está cerca y mejor sin peso para andar por la roca.

Muela y Diente del Alba, desde el Collado del Alba
Al  frente, algo a nuestra derecha, el Collado Cordier y el resalte del Pico Bondidier. Flanquearemos por los bloques, intentando no perder cota, hasta el collado.
Sobre nosotros, a nuestras derecha, el Pico Mir, casi fuera a la derecha de la foto, y el Pico Sayó.
Acercándonos al collado, la vira de acceso se hace más evidente.

Collado Cordier, miramos al sur y ahí esta la corta cresta que nos va a conducir al Bondidier.

Nos dirigimos por el nevero del collado hacia la cresta. Enseguida hay que empezar a poner las manos. Como la caída importante está hacia la izquierda, vamos avanzando más hacia el lado derecho pero manteniéndonos en el filo, salvando los bloques con algunos hitos de referencia y con algún paso de I+ o II-  hasta llegar al primer hito cimero, que corresponde al Pico Le Bondidier Norte (3.153 m; 4 h 10 min).

Después de este pico nos encontramos un corte así que descendemos hacia nuestra derecha, donde una vira marcada con hitos nos permite salvar la brecha para volver a ascender hacia la cresta que tras una nueva y corta trepada (se mantiene el I+ o  el II-) nos deja en al cima del Pico Le Bondidier (3.181 m; 4h 25 min).

Supongo que en un día despejado, eso dicen las guías, es un magnífico mirador sobre la cara sur de las Maladetas y sobre Cregüeña, pero hoy no es ese día.

Primeras trepadas hacia la cresta.
Vistas hacia nuestra izquierda. La caída impresiona, así que nos vamos algo hacia la derecha.
Una de las trepadas, el buen granito ayuda.
Hito en la cima del Le Bondidier Norte, con el Sayó tras él.
Bajamos unos metros para encontrar la vira (hitos) que nos permite salvar la brecha.

Pero enseguida vuelve la arista y la trepada.
Mirada atrás (Norte), al Le Bondidier Norte, según vamos avanzando. Al fondo, Mir y Sayó, e incluso, a la izquierda, el collado del Alba.
Y frente a nosotros, el último esfuerzo, la cima del Pico Le Bondidier.
Le Bondidier, pequeño hito cimero, pero no hay duda, es aquí ya que inmediatamente la cresta comienza a perder altura.
Desde la cima, collado del Alba, y el Diente, la Muela y el Pico del Alba.
Desde la cima, Le Bondidier N y la brecha entre ambos. Al fondo, Mir y Sayó.

Perdidas entre las nubes, las Maladetas.
Para la vuelta, seguimos los hitos de la vira para no tener que subir al Bondidier N, hitos que nos dejarán en el collado Cordier y desde ahí, ya solo queda desandar el camino hasta la Besurta.