Córcega GR20: Etapa 7 - Ref. Pietra Piana - Col de Vizzavona

Hoy acabaremos con el GR20 Norte.Y la etapa de despedida es de las buenas: desnivel, tanto en subida como en bajada, y kilómetros en los que encontraremos densos bosques, arroyos de aguas limpias…y sus buenas cuestas con bastante calor.

Arroyo en Tolla. Aguas cristalinas.

La pena es que no subiremos a la cima del Monte d’Oro, que tanto destacaba desde Pietra Piana, pero las fuerzas son las que son y queremos conservarlas.    

Monte d'Oro desde el Coll de Muratellu.

Fecha: 08-07-2017
Montañeros: 2
Distancia: 18,62 km
Desnivel positivo: 1.192 m
Desnivel negativo: 1.886 m
Duración (con paradas): 9 h 20 min
Recorrido: Refugio Pietra Piana (1.838 m) – Bergerie Gialgu (1.609 m) – Bergerie (1.300 m) Bergerie de Tolla (1.010 m) – Pasarela de Tolla (936 m) – Fuente (1.082 m) – Bergerie de Onda (1.385 m) – Refugio de Onda (1.426 m) – Coll de Muratellu (2.020 m) – Pasarela de Turtettu (1.413 m)  – Desvío a Col de Vizzavona  (1.159 m) – Ruinas (1.186 m) – Col de Vizzavona-Hotel Gîte Monte d’Oro (1.143 m) 
Dificultad: Fácil (excepto por los km).
IBP Index: 188
Track en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/corcega-gr20-etapa-7-refugio-petra-piana-col-de-vizzavona-19424140

Madrugamos ya que la etapa de hoy va a ser larga, aunque ayer hubo bastante jaleo en la cocina y nos costó dormirnos con el ruido. El desayuno nos lo dieron la noche anterior, después de la cena, y ha dormido junto a nosotros, en la cabecera de la cama. Lo calentamos en la cocina libre (menos mal que alguien más está desayunando y una vez más nos dejan un mechero), desayunamos y listos para andar.

Lo que nos espera hoy. Profunda bajada hasta Tolla y luego para arriba hasta Muratellu y de nuevo otra bajada hasta Vizzavona.

Dejamos Pietra Piana. Esta es la casa de los guardas con su porche, el comedor donde cenamos la noche anterior.

Comenzamos bajando. Hay una variante por ahí, que también nos llevaría a Onda por el cordal a nuestra derecha, pero decidimos seguir el trazado “oficial”. Tenemos unos 900 metros de desnivel hasta la pasarela de Tolla. Al inicio bajamos por terreno despejado, siempre con un sendero muy marcado y fácil de andar. Cruzamos algunos pequeños arroyos. Poco a poco el valle se va cerrando y empiezan a aparecer los árboles, introduciéndonos en el bosque, con el río Manganello y unas preciosas pozas a nuestra derecha. Pasamos un par de bergeries, o de bordas, la de Gialgu (1.909 m; 25 min), otra (puede que simplemente unas bordas) de la que no sabemos el nombre (1.300 m; 1 h 5 min) y la de Tolla (1.010 m; 1 h 55 min), esta última con “bar”.

La variante hacia Onda irá por ese cordal,...

...pero nosotros decidimos ir por el trazado "oficial", bajando por el valle.

Son bastantes metros de bajada por buen sendero.

Pasamos una primera bergerie, Gialgu.

Pozas en el río Manganello, preciosas aunque en sombra a estas horas.

Pasamos otra bergerie, ésta cerrada.

Y llegamos a la Bergerie de Tolla.

En Tolla, por lo visto, hay de todo. Cuando pasamos el guarda estaba por allí y algún montañero todavía estaba sentado en las mesas, desayunando, o almorzando, vete a saber.

Pasada la Bergerie de Tolla cruzamos el río por una pasarela (936 m; 2 h 5 min). El río, como casi todos los que nos encontramos en el GR20, invita al baño en sus aguas limpias y cristalinas, pero el día es largo así que nos contentamos con unas fotos.

Pasarela de Tolla...

...y el agua bajo la pasarela.

La pasarela y el cruce del río representa más o menos el punto más bajo del día de hoy. Tras ella el sendero se convierte en una pista pedregosa en subida que se interna en un bosque de hayas bastante cerrado con un arroyo a nuestra derecha. En la misma pista encontramos una fuente (1.082 m; 2 h 30 min).

Cruzamos la pasarela de Tolla y cambiamos de dirección y de pendiente.

Subimos por pista, pedregosa, por el bosque.

De momento, subida agradable con la luz tamizada por los árboles.

Fuente. Tiene un buen chorro, así que cargamos agua, aunque en Onda también habrá ocasión.

Poco después de la fuente la pista acaba y se convierte en un sendero que poco a poco va saliendo del bosque, por supuesto en ascenso. Finalmente llegaremos a la zona llana donde se asienta la Bergerie de Onda (1.385 m; 3 h 30 min). Un cercado cubierto de césped marca la zona para las tiendas. Tiene buena pinta, al menos como lugar para acampar.

Se acabó la pista. Continuamos por sendero por el bosque. Al principio nos guiamos más por las marcas que por los rastros de senda.

Pero como es lógico en un sendero tan transitado, enseguida vuelve a ser un sendero muy marcado.

Bergerie de Onda. Algo más arriba está el refugio...

...y justo debajo, la zona verde para las tiendas, vallada y con las omnipresentes Quechua verdes junto a la valla. 

Visto que ya llevamos un rato andando decidimos parar a comer algo en la bergerie. Compramos un trozo del típico embutido corso (Coppa o Lonzo…no conseguí aclararme, una especie de lomo) que nos durará unos días, pan y unas latas. Una mesa a la sombra, justo en la entrada nos viene de perlas para descansar un rato, con los perros de la bergerie rondando bajo la mesa a ver que cae.

Tras el descanso, unos 20 minutos, continuamos subiendo por la ladera. El sendero marca un gran zigzag y en una de sus primeras curvas, apena a unos minutos de la bergerie, nos deja en el refugio de Onda (1.426 m). No nos acercamos a verlo, a estas horas ya no hay nadie y parece cerrado.  

Refugio de Onda.

Finalmente alcanzamos el cordal. A nuestra derecha se une el sendero de la variante que viene de Pietra Piana y que no cogimos a la mañana. Seguimos en ascenso, siguiendo el pelado y amplio cordal hacia nuestra izquierda. Hemos salido de Onda hacia las 10:30, pero el sol ya nos castiga. Echamos a faltar la sombra mientras subimos y este tramo se me hace pesado.  

Subiendo hacia el collado. En este punto el GR oficial se junta el sendero-variante que viene de Pietra Piana por el cordal.

Mirada atrás durante la subida. Ese es el cordal por el que discurre la variante...

...y éste es el que tenemos por delante.

Aprovechamos un rellano para la foto. La variante bien marcada en el cordal, a nuestra espalda, y al fondo el Monte Rotondo bajo el que se asienta Pietra Piana.

Empezamos a ver el collado de Muratellu, pero aún nos queda subida.

Nos cuesta un rato llegar a la zona de grandes rocas graníticas, ya cerca del collado. Al menos aquí el sendero, que serpentea entre los grandes bloques, es más entretenido y las agujas de piedra le dan otro aspecto al paisaje.

Aparecen los bloques de granito y le dan algo de vida a la subida.

A nuestro alrededor, algunas agujas en granito son buena excusa para parase a sacar fotos...

Encontramos algunos pasos, sencillo, entre los bloques...

...para salir a una ladera aún más empinada que nos dejará en el Coll.

Son más o menos las 12 cuando llegamos al Coll de Muratellu (2.020 m; 5 h 30 min). Varios grupos de montañeros descansan en el collado. Nosotros también buscamos un txoko donde sentarnos con vistas al Monte d’Oro, pero sin sombra. Si en algún momento pensamos en la posibilidad de seguir más o menos por el cordal camino de la cima del Monte d’Oro aquí, sentados al sol y pensando en el calor y en lo que nos queda, descartamos totalmente la idea.

Coll de Muratellu...

...en el que no estamos solos.

Vista desde el coll a toda la subida, por el cordal, desde Onda, abajo, en el valle. En el plano del fondo, en el centro de la foto, el Monte Rotondo. De sus faldas venimos.

Primera placas que encontraremos para bajar del collado.

Y este es el fondo del valle al que nos dirigimos ahora, con el Monte d'Oro a nuestra izquierda.

Tras un corto descanso seguimos, ahora en descenso, primero por unas placas (sin problema ninguno, al menos en seco) para luego continuar hacia el fondo del valle por un sendero a ratos pedregoso. Según vamos descendiendo la pendiente se va suavizando y empezamos a tener más vegetación, aunque los árboles siguen siendo escasos.

Bajando por las placas.Sin problema en seco.

Nos vamos alejando de Muratellu y sus rocas...

...y acercándonos a la vegetación. Un poco de sombra, !por fin!.

La bajada desde el collado es larga y nos cuesta casi dos horas llegar a la pasarela de Turtettu (1.413 m; 7h 20 min). Aquí el río Agnone, encajado entre las rocas, lleva ya un buen caudal, aparecen las primeras pozas y, también importante en un día como éste, se adentra en un frondoso bosque de hayas.

Acercándonos al río Agnone.

Mirada atrás. Al fondo, el col de Muratellu y a la derecha de la foto, la subida al Monte d'Oro.

Pasarela Turtettu.

No se aprecian en la foto,pero tras las pasarela empiezan a parecer las pozas. Una bendición para nuestros pies recalentados y para otros, más valientes que nosotros, un lugar donde tomar un baño e incluso saltar desde las rocas.

Nos sentamos en la orilla, junto a una poza y a la sombra. El agua está fresca y es toda una bendición a estas horas. Nos tiramos algo así como una hora comiendo, con los pies en el agua, y descansando del calor del día. Algo más arriba un par de franceses, compañeros de ruta y de conversaciones en los refugios de las siguientes etapas, también se refrescan; más abajo, en pozas más profundas que la nuestras, la gente salta desde las rocas al agua…Las cascadas del inglés (Cascades des Anglais), la atracción turística principal de Vizzavona están bastante más abajo, pero esta zona también merece el esfuerzo del paseo.

Pero lo bueno se acaba y hay que continuar. Seguimos ahora el sendero en descenso, a veces por grandes canchales, con el río a nuestra izquierda.  Cuando el bosque lo permite vemos el cauce del río, una serie de grandes canchales por las que desciende el agua, con gente en todas las orillas.

Grandes canchales, con el Agnone a nuestra izquierda. En sus orillas, mucha gente disfrutando del entorno (las Cascades des Anglais) y de las vistas en general.

Los canchales dan paso a un denso bosque de hayas.

En el bosque, como a media hora de la pasarela de Turtettu, nos encontramos la bifurcación, bien señalizada como siempre. Nosotros nos dirigimos por el sendero de la derecha, hacia el Col de Vizzavona, abandonando el sendero oficial que se dirige a la Gare de Vizzavona. Una pequeña subida y llegamos a unas ruinas. Las dejamos a nuestra derecha y continuamos por el sendero. Comienza a verse abajo, a nuestra derecha, la carretera que lleva al puerto.  El sendero se va acercando a la carretera y nos deja en unos 10 minutos en el asfalto, en lo alto del Col de Vizzavona. Cruzamos al otro lado y prácticamente ya estamos en el Hotel Gîte Monte d’Oro. Nos ha costado 9 horas y 20 minutos llegar aquí. Es cierto que con un par de buenas paradas,…pero a mí se me ha hecho largo, sobre todo por el calor subiendo y bajando el Col de Muratellu.

Desvío al Col de Vizzavona. Abandonamos el GR oficial.

Junto a las ruinas, ya tenemos a la vista la carretera y la Gîte.

Tenemos reserva en la gîte, la hicimos vía correo electrónico (http://www.monte-oro.com/reservation-7-fr.html)  con media pensión.  La habitación, para los dos, en un edificio antiguo junto al principal del hotel, es básica, con muebles viejos, pero amplia y limpia…y con nuestro propio baño (la tranquilidad de la ducha con agua caliente la agradezco más que nada). 

Por si había dudas...cartelón del Hotel-Gîte junto a la carretera. El hotel está tras los árboles.

Tras la ducha, la colada y algo de descanso salimos al Coll de Vizzavona. A parte de los edificios del hotel poco hay (luego nos dirán que tampoco es que haya mucho en el pueblo, que son casas dispersas sin un núcleo urbano claro, auqnue el pueblo tiene la estación de tren, opción para hacer solo el tramo Norte o Sur del GR20 y alguna tienda).

Algo más abajo, en dirección a Vizzavona, localizamos la continuación para la etapa siguiente, junto a otro albergue con espacio para tiendas. Con esto ya hemos cumplido por hoy. Para acabar una Colomba en la terraza del hotel y un capricho. Nos saltamos la media pensión y cenamos a la carta en el restaurante del hotel…no es nada del otro mundo (una ensalada con fruta, cordero corso con setas y hongos…) pero se agradece tomar algo más elaborado y así también descansamos de macarrones y lentejas.

Como la etapa siguiente también es larga pedimos que nos preparen el desayuno para desayunar el antes de que abran el comedor. Ningún problema, nos lo preparan durante la cena y nos lo llevamos a nuestra habitación, pero me hacen la pregunta del millón “¿el desayuno de la gîte o el del hotel?” El desayuno del hotel parece tener de todo, así que aunque sea algo más caro pido el del hotel…y acabamos recogiendo, tras la cena, una bandeja con fiambre, fruta natural, fruta en puré envasada, zumo, bollería, pan, galletas, mermeladas, mantequilla, un calentador para el agua, café soluble, varios tipos de tés. Al final nos sale la broma (habitación en la gîte, desayuno “buffet” y cena a la carta para los dos con su medio litro de vino de garrafa…) por unos 130 €.

Nos vamos a dormir contentos y cansados, pensando en el desayuno del día siguiente, aunque también en la de kilómetros que nos esperan.