martes, 30 de octubre de 2018

Giro del Catinaccio Etapa 2: Refugio Alpe di Tires - Refugio Fronza alle Coronelle (ferrata Santner) - Junio 2018

La primera etapa la dominó el prado, con un verde brillante cubierto de los colores de las flores, pero en esta segunda etapa la caliza va a ser la protagonista. Y vamos a recorrer paisajes espectaculares (el paso Molignon y el Paso Príncipe, las torres de Vajolet, la ferrata Santner…).
Passo Principe, visto desde el Passo Molignon. Llegar aquí y caérsenos la baba fue todo uno.
La caliza nos pedirá sacar foto tras foto y nuestra única pena será no saber escalar para poder disfrutar también recorriendo las paredes que nos rodean. También nos gustaría podernos quedar más días por estos parajes, pero esto lo compensamos pensando que en los próximos días vamos a descubrir muchos más paisajes que también merecerán la pena.
Torres de Vajolet y el Refugio Re Alberto Primo. Sitios como este son los que hacen tan especial Dolomitas.
Fecha: 26-06-2018
Montañeros: 2
Distancia: 13,28 km
Desnivel positivo: 1.050 m
Desnivel negativo: 1.160 m
Duración (con paradas): 6 h 15 min
Recorrido: Refugio Alpe di Tires – Tierser Alp (2.440 m) – Paso Molignon (2.610 m) – Paso Príncipe (2.601 m) - Refugio Re Alberto Primo (2.615 m) – Paso Santner (2.715 m) –  Ferrata Santner -Refugio Fronza alle Coronelle - Kölner Hutte (2.320 m)
Dificultad: Moderado.Equipo de ferrata necesario.
IBP Index:  138
Track en wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-via-ferrata/giro-catinaccio-etapa-2-ref-alpe-di-tires-ref-fronza-por-ferrata-santner-26-6-2018-27394358

Hemos pasado la noche en Refugio Alpe di Tires – Tierser Alp (2.440 m) (www.tierseralpl.com) donde acabamos la primera etapa (https://tienequeserporahi.blogspot.com/2018/10/giro-del-catinaccio-etapa-1-compaccio.html). Nos levantamos todos a la vez, probablemente porque aquí se desayuna tarde para un montañero, y se forma una pequeña cola en el buffet del desayuno. Solventado el atasco, y convenientemente desayunados, empezamos a andar a las 8:30.
Nos despedimos por ahora del Refugio Alpe di Tires. Volveremos a pasar por aquí en la cuarta etapa.
Nos dirigimos hacia las placas de caliza en frente del refugio (Sur, sendero 3A), al otro lado de la cabecera del valle donde se asienta el refugio. Desde el refugio se veían lisas y verticales…pero como casi siempre es más una impresión que otra cosa. Llegados a ellas vemos que un sendero diagonal nos va a permitir ascender sin problemas y, por si acaso, incluso presenta cable en algunos puntos. Eso no impide que se forme un pequeño atasco (el segundo del día)…parece que es ver el cable y todos nos atontamos.
Nos dirigimos hacia la pared caliza que vemos frente a nosotros. Se intuye, ascendiendo de izquierda a derecha, la diagonal que marca el sendero.
Y como siempre, por si las dudas, todo está muy bien señalizado. En este caso seguimos el 3A hacia el Paso Molignon y el Refugio Passo Principe.
Tras este paso, el sendero se dirige ascendiendo de forma suave hacia el Sureste. En frente, a nuestra izquierda tendremos el final de la Laurenzi, por donde regresaremos el cuarto día, aunque, lo reconozco, aún no tenía claro por dónde. La subida, unos 150 metros desde el refugio, nos deja tras recorrer una pedrera con algunos pequeños neveros en el Paso Molignon (2.610 m; 30 min).
Superada la primera pared, el camino se suaviza. Aparece también el Passo Molignon (primera depresión desde la derecha de la foto) con la Cima del Príncipe a su derecha.
Y ya que estamos, le echamos una mirada a la Cresta de Terrarossa. A la derecha la Forcella de Terrarossa y a la izquierda, el refugio Alpe di Tires. Sobre él, el Grande Dente di Terrarosa.
Nos acercamos al Passo Molignon. Perderemos algo de cota y luego faldearemos por la izquierda, donde se aprecia el sendero.
Y ya que pasamos por aquí, camino del Passo Molignon, este es el final de la ferrata Laurenzi. Sin duda la mejor del recorrido y la estrella de la cuarta etapa.
Frente a nosotros se abre un paisaje espectacular. Un cerrado y profundo circo calizo, de pedreras blancas como la nieve, estrechas canales y paredes verticales de aspecto inexpugnable. Descendemos hacia el fondo del circo por unas marcadas zetas en la pedrera, el sendero es más que evidente, incluso con escalones y las curvas reforzadas con piedra para evitar la piedra suelta. Según vamos descendiendo pegados a la pared de la derecha de la canal, no podemos dejar de mirar al otro lado, a la pendiente que nos va a conducir al siguiente collado, el Passo Principe.
Vale la pena el paseo solo por vistas como estas. El Passo Principe, desde el Passo Molignon.
Descendemos del Passo Molignon. Pedrera deshecha pero afirmada en el sendero mediante escalones en piedra.
Antes de llegar al fondo el sendero se bifurca, el de la derecha sigue descendiendo hacia el Refugio Bergamo y la salida inferior del circo, desde donde también se podría subir, y el de la izquierda flanquea para enlazar con la subida al Paso Príncipe. Tomamos, claro está, el de la izquierda y vamos flanqueando por roca, pedreras y algún nevero. El GPS se vuelve algo loco por lo profundo del circo, pero el sendero es evidente y la pala a la que hemos de llegar está a la vista. Un último nevero nos vuelve a dejar en el sendero principal y ya, con paciencia, recorremos los metros de ascensión que nos quedan hasta llegara al Paso Príncipe (2.601 m; 1 h 45 min) y al refugio del mismo nombre (www.rifugiopassoprincipe.com).
No bajamos hasta el fondo del circo. A la izquierda se aprecia el sendero que seguiremos hacia el Passo Principe. Afortunadamente no es mala pedrera.
Mirada atrás, al Passo Molignon. Se marca en la foto claramente el desvío. Nosotros tomamos el de la derecha de la foto. El de la izquierda lleva al fondo del valle y al refugio Bergamo. También se podría ir por ahí, pero significará dar más vuelta y perder mucha más altura, que luego habrá que recuperar.
Salida inferior del valle. Por ahí se baja al refugio Bergamo.
La pendiente es interesante. Afortunadamente los neveros no dan guerra, unas veces se pueden evitar, en otros puntos fue necesario cruzarlos, aunque una marcada huella facilitaba el cruce. Eso sí, en otro momento las condiciones serán muy distintas.
Refugio Passo Principe.
Passo Principe. Al fondo tenemos el Passo Molignon.
Desde el Passo Principe, mirada hacia el valle de Vajolet...
...y casi la misma foto del valle Vajolet, ahora sin modelo posando. La mole caliza es el Catinaccio/Rosengartenspitze, de casi 3.000 m. A su derecha la Torre Vajolet. Nos dirigimos a la canal entre ambos.
Nos tomamos un descanso sentados al sol. A nuestra izquierda tenemos el Catinaccio de Antermoia, un tresmil con sendero equipado para acceder al que ascenderemos al día siguiente, tercera etapa, camino del Refugio de Antermoia. De momento vemos un par de grandes grupos que suben, supongo que con guía, con todo el equipo de ferrata…impone verlos así pero ya veremos mañana que no es para tanto. También a la izquierda tenemos el paso de Antermoia, opción aparentemente más fácil y más corta, para ir al Refugio de Antermoia.
Preparándose para la ferrata del Catinaccio de Antermoia delante del refugio Passo Principe. Nosotros haremos lo mismo al día siguiente.
Al poco inician la ascensión,...
...el primer tramo es una corta cornisa que bordea una gran aguja para acceder a su parte posterior.
Para aquellos que no se atrevan con la ferrata, a nuestra izquierda está el Passo de Antermoia. Aunque vimos que los neveros no se podían evitar y vistos in situ imponían respeto.
 Pero hoy no vamos para ahí. Frente a nosotros (Sursuroeste) se abre un gran valle que nos conduciría a Gardeccia. Descendemos por el sendero que lo recorre, a veces casi una auténtica pista, hasta las cercanías del Refugio Vajolet (www.rifugiovajolet.com), donde tomaremos un sendero que sale a nuestra derecha (poste indicador y balizado, sendero 542) ascendiendo, Oeste, por una amplia canal muy transitada (sendero, tramos equipados aunque sin dificultad) hasta el refugio Re Alberto Primo (www.rifugiorealberto.com) (2.615 m; 3 h 15 min) con las paredes de la Torre Vajolet a nuestra derecha, protagonistas más que merecidas de un buen número de las fotos que sacamos en ese día.
Iniciamos el descenso por el valle. Tras unas zetas, el sendero se convierta casi en pista.
Cómodo y muy transitado,el sendero nos permite bajar tranquilos sacando foto tras foto. En este caso, mirada a nuestra espalda al Passo Principe y a la pared del Catinaccio de Antermoia, a la derecha de la foto.
Nos vamos acercando al desvío. Además de las impresionantes vistas del valle, ya tenemos a la vista el refugio Vajolet...
...aunque no será necesario que lleguemos hasta él.
El desvío, como siempre bien señalizado, nos los encontramos un poco antes de llegara al refugio Vajolet.
El sendero 452 nos conduce por una amplia canal. A nuestra izquierda las paredes de la cima Catinaccio, a nuestra derecha, la Torre Vajolet.
El sendero presenta algunos tramos equipados. Pero es eso, un sendero, no una ferrata, recorrido por excursionistas de todos los niveles.
Torre Vajolet. Paredes espectaculares...
...en las que, si ampliamos la foto, podremos ver varias cordadas escalando.Para nosotros, envidia de la sana.
Refugio Re Alberto Primo. El enclave elegido para construirlo es impresionante.
Vistas al otro lado del collado junto a la Torre Vajolet.
A nuestra izquierda se abre un pequeño circo con un collado al fondo. Ascendemos por el sendero en la pedrera de la derecha y llegamos en unos minutos al Paso Santner, con el Refugio Santner (cerrado, pone que lo abrirán el año próximo) y al inicio (inicio para nosotros que la haremos en bajada, final para la mayoría que la harán en subida) de la ferrata Santner (2.715 m; 3 h 45 min). Antes de liarnos con la ferrata nos paramos a sacar más fotos. El paso Santner presenta unas altas paredes verticales sobre el valle, así que con cuidado, intentamos reflejar en las fotos la sensación de altura y de paso, mentalizarnos para la ferrata que nos conducirá hasta el Refugio Fronza alle Coronelle, que ya vemos allá a lo lejos, en la continuación de la montaña.
Ascendemos hacia el Paso Santner.
Y durante la subida, vamos haciendo foto tras foto de la Torre Vajolet y del refugio Re Alberto I.
Lo dicho, foto tras foto...pero no podemos resistirnos.
Llegamos al Paso Santner. Un pequeño refugio (cerrado, pone que lo abrirán el año próximo), y el inicio de la ferrata Santner.
Y allá, a lo lejos, tenemos el refugio Fronza. Visto desde aquí no se ve el recorrido de la ferrata, nos lo tapa el contrafuerte del primer plano de la montaña. Al fondo, el grupo Latemar.
Por aquí comenzaremos la ferrata. Y por las pedreras del fondo la acabaremos. El resto de momento es una incognita para nosotros.
Tengo que reconocer que, de las ferratas de este trekking, la Santner era la que menos estudiada tenía y como muchas descripciones son en subida, no había alcanzado a hacerme una idea. Así que sin más, siguiendo los hitos, las marcas de pintura (sendero 542) y el cable, me meto en la canal que desciende sin ponerme el equipo y acabo, unos metros más abajo en cuanto la canal gana en verticalidad y antes de que salgamos de ella a nuestra izquierda, buscando un sitio firme donde colocarme casco y arnés ya que sin el equipo no me atrevo a seguir. Me pongo el equipo como puedo, y menos mal, ya que lo siguiente es un flanqueo vertical y expuesto, equipado por supuesto, en el que me cruzo con una montañera que sube.
Iniciamos la ferrata. Lo primero, descender por una chimenea...
...hasta que el cable la abandona por la izquierda e inicia un flanqueo por una  pared vertical.
Mirada atrás, a la chimenea por la que acabo de descender.
Solventado el cruce, continuamos descendiendo por roca y llegamos al paso más impresionante de la ferrata. Hay que cruzar, y en descenso, una empinada canal cubierta de nieve de esas que no se ve dónde acaba. El cable continúa por encima de la nieve, pero como está fijo en las paredes de los laterales, cuelga muy suelto para nuestro gusto. Afortunadamente, también hay huella de paso y la canal no es muy ancha, apenas unos metros, así que nos armamos de valor y cruzamos sin incidentes accediendo de nuevo a la roca firme.
Tras el flanqueo seguimos descendiendo. Y empezamos a ver la nieve, aunque no nos hacíamos una idea de cómo iba a ser.
Por lo visto el nevero está ahí casi todo el año, y como tal aparece en las guías. Acceder a la nieve, a pesar del cable, siempre plantea sus problemillas (pequeña rimaya, la incertidumbre de los primeros pasos hasta coger bien la huella...). Según las guías, el cable que lo cruza puede estar cubierto de nieve, afortunadamente no fue el caso. 
Abandonando el nevero. Se aprecia bien la pendiente.
Con la nieve dura como estaba, el nevero era un tobogán que además acaba en un cortado. De no ser por el cable (se aprecia en la parte superior de la foto) por ahí no nos metemos.
Entramos ahora en una especie de vira encajonada que, tras una serie de cortas subidas y bajadas equipadas, va a ir descendiendo hacia el Sur. Según descendemos también van reduciéndose las dificultades. Si bien al principio se avanzaba empleando mucho las manos, con algunos pasos con grapas y cable, según nos vamos acercando al final de la vira simplemente descendemos por roca, prácticamente andando.
Abandonamos la zona del nevero,...
...encontrándonos algunos tramos en subida.
Aunque pronto comenzamos a descender. A ratos encajonados,...
...a ratos con destrepes. Pero siempre entretenido.
Cuando el refugio vuelve a asomar es que lo buenos se acaba y ya queda poco de ferrata.
Una vez acabada la vira salimos a una amplia faja donde un marcado sendero nos va conduciendo (Sur) en descenso hasta llegar a un cruce donde tomamos el sendero 550 hacia nuestra derecha, hacia el refugio Fronza. Cuando creíamos que ya habíamos acabado, aun tendremos que salvar el descenso equipado de una corta pared, ya justo sobre el refugio. Superado este descenso llegamos al Refugio A. Fronza alle Coronelle - Kölner Hutte (www.rifugiofronza.com)(2.320 m; 6 h 15 min).
La roca se va acabando. Primero el sendero faldea por la roca. Luego saldrá a la amplia faja caliza sobre el refugio (se aprecia el sendero, muy marcado, recorriendo a lo largo la faja).
Mirada atrás. Por el centro de la foto, en diagonal, está el final de la ferrata, pero si ya era difícil "in situ" adivinar por dónde habíamos ido, en la foto es prácticamente imposible. En cualquier caso, un montañero, prácticamente en el centro de la foto y muy difícil de ver, nos sirve de referencia.
Llegamos a un cruce, que nos servirá de referencia para el siguiente día. Ahora tomamos a nuestra derecha (sendero 550). Al día siguiente lo seguiremos hacia el refugio Vajolet.
Salvada el escalón entre la faja y el refugio miramos hacia la montaña. Si desde el Paso Santner se veía el refugio, desde aquí se ve el Paso Santner...pero no me preguntéis cuál es. ¿Tal vez el collado más marcado a la derecha del pico del centro de la foto?.
Salvado el último escalón, a nuestra espalda, llegamos al refugio Fronza.
Nosotros nos quedamos aquí, pero el indicador propone más recorridos, tal vez en otra ocasión.
Para aquellos más temerosos de los pasos verticales o que se desenvuelvan peor en la roca, es posible evitar la ferrata no tomando el desvío hacia el refugio Re Alberto Primo y continuando por el valle hasta tomar un desvío a nuestra derecha hacia el Passo della Coronelle, pero dado que al día siguiente la idea es volver por ahí, de hacer esto le quitamos toda la gracia a la etapa.
Y resumiendo, foto de una ficha de la ferrata Santner que estaba entre los libros y revistas del refugio Alpe di Tires. El único problema es que estaba en perfecto alemán, pero el dibujo es más que explicativo.
Es pronto, no son ni las tres, así que nos sentamos en la terraza y comemos algo disfrutando de las vistas y del sol antes de ir a la habitación, en este caso una para los dos. El refugio es antiguo, y al menos a las habitaciones no le vendría mal un "aggiornamento". A pesar de que un telesilla llega hasta aquí, esto está muy tranquilo, y a la noche somos pocos más de diez los que nos quedamos a la cena (buena y con un par de opciones para elegir, yo no tengo queja, pero es cierto que como de todo) y a dormir pensando que al día siguiente nos vamos al Passo della Coronelle, incluido en el recorrido a última hora, y del que no había encontrado referencias sobre cómo es. Es cierto que podría haber preguntado en el refugio…. pero eso le quita parte de alegría al descubrimiento de nuevos caminos ¿no?.

La siguiente etapa: http://tienequeserporahi.blogspot.com/2018/11/giro-del-catinaccio-etapa-3-refugio.html

Nos fuimos del Fronza sin que me acordase de sacar una foto del refugio. Pero la de las vistas desde la terraza, Grupo Latemar, esa no nos la olvidamos. 

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