domingo, 7 de febrero de 2021

Vuelta al Vignemale en 6 etapas. Etapa 1: Baños de Panticosa-Bujaruelo (Julio 2020)

Julio de 2020. Tenemos unos días y desde hace ya unos meses hemos renunciado a pensar en ese trekking por tierras lejanas que llevábamos tiempo planeando, así que volvemos la vista a Pirineos, que siempre es una magnífica opción. La idea, una circular de menos de una semana por el Pirineo Central, durmiendo en refugio y a ser posible, con alguna ascensión por medio. 

Amanecer en Baysellance. Momentos que no se olvidan y que por si solos ya valen el "paseo".
Tras ver disponibilidades en refugios (¡qué complicado está Goriz!, pero también lo están Bayssellance o Oulettes, y que estuvieran cerrados Sarradets o Wallon tampoco ayuda) nos ha quedado una circular que podemos llamar “Vuelta al Vignemale” en la que sobre todo utilizaremos el GR11, el GR10 francés y la HRP y nos permite descubrir algún valle por el que no habíamos andado aún y ascender a tres tresmiles de la Corona del Vignemale que teníamos pendientes. Las etapas son:

Etapa 1: Baños de Panticosa-Refugio de Bujaruelo, por Brazato

Etapa 2: Refugio de Bujaruelo – Gavarnie, por el Puerto de Bujaruelo y las Echelles de Sarradets

Etapa 3: Gavarnie-Refugio de Bayssellance, por el bosque de Saint Savin y la Gave d’Ossoue

Etapa 4: Refugio de Bayssellance- Refugio de Bayssellance, con ascensión a la Espalda de Chausenque, Punta Chausenque, Pitón Carré, Vignemale y Clot de la Hount

Etapa 5: Refugio de Bayssellance- Refugio de Respomuso, por el Col de Arratille y el Col de la Facha

Etapa 6: Refugio de Respomuso-Baños de Panticosa, con ascensión al Pico Tebarray.

Mapa de la ruta completa y desnivel.

Nos salen un poquito más de 100 km y un desnivel positivo de unos 7.500 m. Pero repartido en 6 días no es para tanto. Vamos con la primera etapa.  

Fecha: 11-07-2020
Distancia: 21,75 km 
Desnivel positivo: 1.100 m
Desnivel negativo: 1.401 m
Duración (con paradas): 8 h
Recorrido: Baños de Panticosa – Ibones de Brazato - Collado de Brazato – Ibones de Batanes – Valle de Bujaruelo – Refugio de Bujaruelo. 
Dificultad: Fácil, siempre siguiendo el GR11. 
IBP Index: 128
Track en wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/2020-07-11-vuelta-vignemale-etapa-1-banos-de-panticosa-ref-bujaruelo-54961312

Dejamos el coche frente al Refugio de Casa de Piedra. Ha habido suerte y pese a no ser muy pronto pillamos sombra, nos vendrá bien para la vuelta. 

Sabemos que tenemos por delante una etapa larga, pero en principio sencilla, ya que sigue en su totalidad el recorrido de la GR 11, con un sendero bien balizado y muy marcado que, hasta el cuello de Brazato, hemos recorrido ya varias veces, por ejemplo camino del Bacias. Nunca hemos descendido hasta Bujaruelo, aunque si hemos andado por la parte alta del valle, concretamente cuando anduvimos buscando una canal que nos debería acercar al col de Cerbillona para luego desde ahí acceder al Clot de la Hount…pero esa es otra historia. Centrémonos en la etapa.

De Casa de Piedra nos dirigimos hacia el hotel del Balneario, pasando por delante de él hacia unas escaleras a su derecha. Ahí ya aparecen las marcas de la GR y el sendero pasa a ser evidente. En seguida comienzan los zigzags por el bosque, bosque que desaparece cuando ganamos altura dando paso a una zona llana cubierta de bloques de granito. 

Zona del Garmo, vista desde la ruta. Estas horas de la mañana, y con un día como éste, nos dejan la mejor luz para contemplar el siempre concurrido Garmo.

Nos mantenemos en la GR obviando el desvío a Lavaza que sale a nuestra izquierda y seguimos ascendiendo hasta llegar al Embalse de Brazato. Aquí un pequeño descanso disfrutando del entorno del ibón. Tras la parada seguimos el sendero dejando a nuestra derecha el lago. Tras un flanqueo enseguida comienza a subir para salvar la cubeta, empinándose bastante cuando lo hace junto a un pequeño arroyo. 

Abandonamos las zetas del bosque y seguimos entre bloques de granito, pero siempre con un sendero evidente.
Lo más duro de la subida, poco antes de llegar al embalse de Brazato, con unas vistas espectaculares de Argualas-Garmo-Pondiellos.

Embalse de Brazato. Al fondo los Brazatos y el Tablato. Opciones que ya hemos probado en un par de ocasiones para una mañanera.

Bordeamos el ibon, subiendo por el sendero del centro de la foto, justo bajo la Punta del Puerto. Al fondo, la cima del Bacias.
Superada la cubeta aparecen frente a nosotros los ibones superiores de Brazato, a los que no descendemos, y algo más allá, el cuello de Brazato. Flanqueamos los ibones, siguiendo los hitos, bajo la ladera Noroeste de la Punta del Puerto, cubierta en gran parte por bloques de granito, y accedemos al amplio Cuello de Brazato, con sus vistas tanto del Bacias como del centro sobre el que gira nuestro trekking, el Vignemale y su entorno. Hasta aquí llega la subida, ya lo que queda por hoy será prácticamente bajar y al menos para nosotros, que nunca hemos pasado por aquí, será tierra por descubrir.
Ibones altos de Brazato. Al fondo, los Picos de Labaza.

Flanqueamos por bloques hacia el cuello de Brazato.

Cuello de Brazato. Un collado amplio y con unas vistas impresionantes del Vignemale.

A la izquierda, el Bacias. Todo otro clásico de la zona. 
Descendemos (Noreste) siguiendo la GR por el valle de Batanes, pasando junto a los ibones de igual nombre, hasta confluir con el valle de Bujaruelo, siempre con la ladera Oeste del Vignemale a la vista. En el tramo de Batanes nos cruzamos con algunos montañeros que suben desde Bujaruelo, ya desesperados por haber pillado en subida un valle que parece no acabarse nunca, así que la pregunta de “¿queda mucho…?” es de lo primero que oímos.  

Comenzamos el descenso hacia los ibones de Batanes.

Primer ibón de los Batanes...
...y alguno más, algo más abajo.

Atravesamos en el descenso una zona de meandros, donde por cierto nos despistamos aunque volvimos a retomar el sendero sin problema.

Ya llegando al valle del Ara nos encontramos alguna que otra cascada. Al fondo, a nuestra derecha, ya aparece Bujaruelo, pero aún tenemos mucho valle que recorrer.

Hemos tenido de frente durante toda la bajada al Vignemal. Impresionantes vistas, con la canal de Cerbillona en el centro, Clot de la Hount a la izquierda y el Pico Cerbillona  a la derecha.

Cascada al final del barranco de los Batanes.
Enlazamos con el valle de Bujaruelo en una especie de nudo de arroyos. Los salvamos sin demasiado problema, ya que en este punto y en esta fecha los caudales no son grandes, y pasamos al lado izquierdo del valle, dejando el Ara a nuestra derecha.  

Confluyen los barrancos. El que baja de los Batanes, también importante, no sale en la foto. 

Seguimos descendiendo a nuestra derecha, en la orilla izquierda del Ara.

Vamos disfrutando de la bajada. El valle es amplio en esta zona, cubierto de hierba y tapizado de lirios. El verde de la parte baja contrasta con el amarillo de las partes de arriba, donde los erizones en flor cubren las empinadas laderas.  Eso sí, es un valle largo, se lleva bien porque es en bajada, pero no sé si habría disfrutado tanto de haberlo recorrido en el otro sentido.   
Valle de Bujaruelo. Ahí van varias fotos según descendemos por él.

Otra confluencia de valles. En este caso, el del barranco de Espelunz.


Cabaña de Cerbillonar.
Continuamos descendiendo. Este paisaje, y cuesta abajo, es para disfrutar.

Lirio. Aunque la mayoría de los que vimos eran azules, y el valle estaba tapizado de ellos, encontramos alguno que otro blanco que bien se merece una foto.

Erizones en todo su esplendor y creciendo en cualquier lugar que presente un poquito de tierra por muy empinado que esté. 

Según bajamos el valle se va encajonando, el verde de los prados va dando paso a los árboles y va apareciendo más gente, mucha gente, y algunos un tanto perdidos, como el que nos encontramos más o menos a una hora del refugio de Bujaruelo y nos preguntó: “¿Cuándo comienza el valle?”. Nos quedamos un tanto sorprendidos y sin entender la pregunta, al final llegamos a un entendimiento y resulta que quería ver flores, así que lo mandamos continuar por el sendero un ratito más para que pudiese disfrutar de los lirios, espectaculares esos días.    

Lilium martagon, En el bosque, los bordes del camino estaban llenas de ellas.
Aunque nos está directamente en la ruta, ya llegando a Bujaruelo, nos desviamos hasta una pasarela para ver el Ara encajonado entre árboles.  

Río Ara,
Y llegamos a Bujaruelo. Gente por todas partes, como ya sabíamos por otras veces que hemos estado por aquí en verano y, por supuesto, las terrazas del refugio a rebosar y el camping lo mismo, aunque el entorno gana algo de tranquilidad cuando la mayoría de los excursionistas de día se van y quedamos solo los que nos vamos a quedar a dormir.   

Bujaruelo, fin de etapa. Muchos coches, furgonetas, caravanas y por supuesto gente disfrutando del entorno. Cuando el sol se pone el lugar queda bastante más tranquilo. 
Es nuestra primera noche en un refugio con medidas COVID. Las agradecemos al menos en lo que se refiere a la limitación de gente en los dormitorios comunes, pero la cena es un poco más triste, con todos separados por grupos y sin poder comentar con otros montañeros cómo ha ido el día. Son tiempos extraños, que espero que no acaben con esa camaradería que siempre ha existido en los refugios y que siempre ha sido lo mejor de los mismos.


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