Toca una etapa larga y con bastante desnivel. Para nosotros, que estamos más bien acostumbrados a ascender a cimas, estas etapas largas, con descensos importantes en medio de la etapa, seguidos de su correspondiente ascenso y con una larga subida final, o casi al final, tienden a que se nos hagan “bola”, así que la afrontamos con un cierto miedo.
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Ibón de Campoplano, con la Gran Facha al fondo.
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Pero también toca disfrutar de algunos parajes incomparables: destacan son duda las vistas al Vignemale desde el Ref de Oulettes, pero también merecen mucho la pena la Gave d’Arratille desde el Coll de Arratille hasta el Wallon, toda la zona donde se sitúa el Refugio Wallon, Campoplano, Respomuso...Algunas zonas ya las conocemos, otras, como Arratille, será la primera vez que las pisemos y como casi siempre en Pirineos, estas zonas nuevas para nosotros no nos han defraudado.
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Las impresionantes vistas al Vigemale desde el Refugio de Oulettes.
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Volvemos a cargar todo en la mochila. En la etapa anterior ( Etapa 4: Refugio de Bayssellance- Refugio de Bayssellance, con ascensión a la Espalda de Chausenque, Punta Chausenque, Pitón Carré, Vignemale y Clot de la Hount) muchas cosas se quedaron en el refugio para la ascensión al Vignemale, pero hoy no hay opción. Está noche dormiremos en Respomuso, así que hay que llevarselo todo.
Tomamos el GR-10 hacia el evidente collado de acceso al Petit Vignemal (Oeste). Un par de amplias zetas nos ayuda a salvar el desnivel, que por otra parte tampoco es tanto. En menos de media horita estamos en el collado (Hourquette d’Ossoue, 2.734 m; 20 min) y empezamos con la sesión de fotos hacia las paredes del Vignemale. Y abajo, bastante abajo, vemos la zona del Refugio de Oulettes. No lo pensamos demasiado y comenzamos el descenso.
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Comenzamos la jornada. Atrás queda Bayssellance y las nubes en el valle de Ossoue.
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Hourquette d’Ossoue, con el Petit Vignemale muy cerquita a la derecha.
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Y la impresionante pared bajo el Vignemale.
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El sendero se irá yendo hacia nuestra derecha según vamos descendiendo (Norte), alejándonos de las paredes del Vignemale y situándonos hacia la vertical del refugio. Una serie de zetas nos ayudan a descender la pared y en seguida llegamos al refugio de Oulettes de Gaube (2.160 m; 1 h 15 min).
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Iniciamos el descenso por un más que evidente sendero.
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Mientras bajamos casi siempre las miradas se van a la pared del Vignemale,...
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...y a lo que queda de su glaciar.
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Aunque también a la cuesta que nos espera al otro lado del valle, el Paso de los Mulos
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Y ahí abajo, entre la niebla, nos espera el refugio de Oulettes de Gaube.
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Aunque la niebla cubre la parte baja del glaciar y el cielo está muy gris, no podemos menos que pararnos ha hacer unas cuantas fotos. Sea cual sea las condiciones del día, la vista del Vignemale desde Oulettes es algo que no te cansas de contemplar. Pero hay que continuar, con la tontería hemos perdido 600 metros de desnivel y habrá que recuperar parte subiendo al collado de los Mulos. Así que pasamos por delante del refugio, cruzamos el arroyo por la pasarela y remontamos hacia el Sur siguiendo la HRP (balizada). Tras atravesar el área de vivac vamos atentos a los bloques. Entre ellos encontramos el evidente sendero que asciende hacia el Oeste, por la ladera de nuestra derecha. Sin más dificultades que las derivadas del propio desnivel y un pequeño nevero que encontramos en la parte superior, llegamos al Paso de los Mulos/Col des Muletes (2.591 m; 2 h 25 min), apareciendo al otro lado la cabecera del valle del Ara y, a media altura en la ladera frente a nosotros, el marcado sendero que nos va a llevar al Col d’Arratille.
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Refugio de Oulettes, una vez lo hemos superado. Todos los caminos están bien indicados.
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La depresión a la izquierda de la foto es la Hourquette d’Ossoue, por la que hemos transitado hace un rato.
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La Hourquette d’Ossoue, vista desde algo más arriba. Esta es la despedida de la impresionante pared del Vignemale...
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...ya que nos toca centrarnos en la subida hacia el Paso de los Mulos.
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Último tramos de subida, donde aún encontrams neveros.
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Vistas desde el Paso de los Mulos a la cabecerá del valle del Ara. Al otro lado del valle se marca, evidente en la pedrera, el sendero que nos ha de conducir al Col de Arratille.
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De nuevo toca perder altura, pero esta vez no mucha. Descendemos por el sendero, perdiendo unos 80 metros de cota, y tomamos el desvío que sale a nuestra derecha. El sendero, que sigue siendo la HRP y además muy evidente en todo momento, va a flanquear a media ladera hasta que, ya casi en la vertical del col d’Arratille, ascienda decidido hacia el collado. Col d’Arratille (2.528 m; 3 h 5 min). Aquí nos despedimos de las vistas del Vignemale, iniciando el descenso (Norte) por la Gave d’Arratille. No conocíamos esta zona, pero quedamos encantados con los lagos, el agua corriendo por todas partes y su paisaje de pinos, granito y hierba de un verde brillante.
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Comenzamos el descenso. El sendero en la otra ladera es más que evidente.
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Así que vamos perdiendo cota hasta llegar a su altura.
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Después, simplemente recorrerlo sin apenas desnivel hasta llegar a la vertical del collado. Aquí de nuevo tocará subir.
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Y llegando al collado de Arratille, despedida, al menos en lo que a este trekking respecta, del magnifico y siempre actractivo nucleo de montañas que preside el Vignemale.
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Y la bienvenida a un nuevo valle. Ibón de Arratille (Lac du coll d'Arratille), justo junto al collado.
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Una vez más, el sendero es más que evidente y nos va llevando, en suave descenso, siguiendo el arroyo principal, que poco a poco va ganando caudal. Cuando el valle se une a la Gave de Batans, cruzamos el arroyo por una pasarela siguiendo el sendero que gira a nuestra izquierda (Oeste), internándose en ese nuevo valle. Aquí enlazamos con el sendero que sube desde Pont d’Espagne y que en unos 500 metros nos acerca al refugio Wallon (1.850 m; 5 h 10 min). En estas fechas (julio 2020) el refugio está en obras, así que pasamos de largo siguiendo la HRP hacia el Oeste, cruzando de nuevo el arroyo de Batans e introduciéndonos en el valle de Marcadou. Al encontrarnos con el arroyo del Puerto de Marcadou, lo cruzamos e iniciamos el ascenso al puerto de la Facha.
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Gave de Arratille. Iniciamos el descenso.
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El agua nos acompañará en toda la bajada. Bien sea como arroyo...
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...o formando ibones. Mirada al Col de Arratille en el Lac d'Arratille.
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Y por un terreno como este no podían faltar la pasarelas...
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...necesarias para salvar en algunos puntos el arroyo.
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Y así, poco a poco, vamos descendiendo por el valle entre pinos, canchales de granito,...
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| ...cascadas,... |
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...y un arroyo que va cogiendo caudal según nos acercamos a la confluencia con la Gave de Batans.
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Refugio Wallon, en obras en julio de 2020.
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Tras superar el refugio, nos adentramos en el valle de Marcadou. Ascenderemos hacia el collado de la Facha por la ladera de la derecha de la foto.
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Una primeras zetas salvan de forma más o menos rápida los primeros desniveles, dejándonos junto a un primer ibón. Seguimos avanzando en dirección Oeste, dejando el ibón a nuestra derecha, siempre por un sendero muy marcado. Según vamos subiendo se nos meten las nubes, así que cuando llegamos a las rampas finales bajo el collado, aún cubiertas de nieve, no tenemos muy claro si seguimos bien el sendero o no. En cualquier caso, el collado está arriba y a ratos lo vemos, así que seguimos ascendiendo a ratos por los neveros, blandos a estas horas, y a ratos por el sendero, hasta alcanzar el collado de la Facha (2.664 m; 7 h 50 min). Desde el collado ya alcanzamos a ver el embalse de Respomuso y por supuesto, el inicio a la ascensión de la Facha, cuya cima se pierde entre las nubes. La verdad es que nos quedamos con las ganas de repetir cima, así que un mes más tarde, en agosto, volveremos por aquí.
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Comenzamos a ganar altura, dejando atrás el llano donde se asienta el refugio Wallon.
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Las nubes comienzan a hacerse más y más densas según ascendemos.
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A ratos el collado de la Facha aparece entre las nubes,...
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...otras veces se esconde y entre la nieve y la niebla no nos queda del todo claro por dónde va la senda.
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Pero no hay perdida y finalmente llegamos al Collado de la Facha. A nuestra izquierda la entretenida arista que nos conduce a la cima. Volveremos en agosto para recorrerla una vez más.
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Y frente a nosotros ya se intuye el fin de etapa, con el embalse de Respomuso a la vista.
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Pero ahora descendemos del collado en dirección Oeste, por sendero evidente y siguiendo el barranco de Campoplano. La única incidencia reseñable puede ser el gran nevero junto a los ibones de la Facha, nevero que hay que flanquear a media altura con una bonita caída hacia el ibón. Afortunadamente la huella está muy marcada y lo salvamos sin problema. Después de eso, simplemente se trata de seguir el barranco hasta llegar al Ibón de Campoplano. Lo salvamos dejándolo a nuestra derecha y continuamos junto al frente del embalse hasta alcanzar la GR. Continuamos por ella hacia el Oeste, pasando junto al ibon de las Ranas y ya con el embalse de Respomuso a la vista. En seguida aparece también el refugio de Respomuso (2.150 m; 9 h 32 min), nuestro fin de etapa.
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Nos acercamos a los ibones de la Facha.
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Para superarlos habrá que recorrer los neveros de nuestra izquierda.
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El barranco a veces se estrecha y encajona,...
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...pero al final se abre para dar paso a la cubeta de Campoplano.
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Ibón de Campoplano. Lo bordearemos dejándolo a nuestra derecha.
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Cruzamos el arroyo que alimenta el ibón de Campoplano. Detrás nuestro la pirámide de la Facha destaca contra un cielo ahora azul.
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Ibón de las Ranas, un bonito sitio para tomar un respiro. Al fondo, el embalse de Respumoso ya está a tiro de piedra.
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Refugio de Respumoso, justo al lado del embalse del que toma el nombre. Soleado fin de etapa.
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Una etapa que al final no ha sido tan dura como nos parecía sobre el papel, probablemente gracias a que hemos disfrutado, y mucho, de los parajes recorridos.
Son tiempos COVID, con aforo reducido, y entre semana, así que el refugio está a medio vacío. Es un lujo disfrutar de una habitación de unas 12 personas, con baño en la habitación, toda para nosotros dos solos. Esa tranquilidad nos asegura pasar una buena noche en la que, mirando atrás, resultó ser la última noche que pasamos en refugio, no solo en este trekking, sino de todo el 2020.
Y nos quedará la última etapa (Etapa 6: Refugio de Respomuso-Baños de Panticosa), con la ascensión a Tebarray y la vuelta por los ibones Azules y el embalse de Bachimaña. Más paisajes de postal para un fin de recorrido inmejorable.
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