viernes, 19 de febrero de 2016

Culfredas, por Ref. Tabernés y el Puerto de Cauarère (06-08-2015)

Cenando en Viadós los compañeros de mesa nos hacen la típica pregunta de "¿Qué habéis hecho hoy?" a la que sigue la inevitable "¿Y mañana?". La respuesta a la primera fue "los Culfredas", a la segunda, "los Veteranos y los Gemelos." Alguien en la mesa nos mira, sonríe y dice "¿Estáis tachando? ¿cuántos lleváis?".  ¡Nos han pillado!.
Los Culfredas, desde la ruta. No destacan especialmente
Viadós esta bastante lleno, pero la mayoría de la gente ira al Posets o al Bachimala. Algunos estarán haciendo los tres refugios y unos poquitos la GR o parte de ella. Pocos somos los que vamos a otras cimas, puede ser por tachar, puede ser por buscar caminos menos transitados.

En este caso los Culfredas entraron en nuestros planes por tachar (no los negamos), y de paso, nos alejamos un poco de los caminos más transitados, disfrutando de una relativa tranquilidad, aunque en agosto y con buen tiempo, encontraremos montañeros en cualquier cumbre que pueda llamarse fácil, y éstas sin duda lo son.
Y aún destacan menos si nos alejamos. Aquí las tenemos (centro) vistas desde la zona del Posets-espadas.
Fecha: 06-08-2015
Montañeros: 2
Recorrido: Refugio de Viadós (1.760 m) - Refugio de Tabernés (1.740 m) - Puerto de Cauarére (2.562 m) - Pico de Cabalera o Cauarére (2.901 m) - Pico de Culfreda SW o Batoua (3.034 m) - Culfreda Central (3.028 m) - Culfreda NE (3.032 m). Vuelta por el mismo camino.
Distancia (Ida y vuelta): 24,55 km.
Desnivel aproximado (positivo): 1.900 m
Duración (con paradas): 9 h 40 min.
Dificultad: Fácil. Recorrido largo y con bastante desnivel. 
Track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10519751

Pasamos noche en Viadós, a donde hemos llegado tras torturar el coche por la pista el día anterior, y tras desayunar descendemos por la pista hacia el Campamento de la Virgen Blanca. No llegamos a él, si no que antes tomamos en una curva una nueva pista que sale a nuestra derecha (Noroeste)

Inicio de la pista, al principio mantiene cota, aunque luego incluso descenderá un poco.
Vamos ascendiendo por la pista, que sigue el curso del arroyo Cinqueta de la Pez, cruzando el curso del arroyo un par de veces. 
Cascada desde el primero de los puentes
Y otro puente. Aquí el valle empieza a abrirse.
El arroyo baja con bastante agua, y no parece precisamente tranquilo.
Poco a poco el valle se va abriendo y nos deja en una zona amplia y despejada con el refugio de Tabernés a la vista (hasta aquí es posible llegar en coche). No es necesario llegar al refugio, si no que podemos meternos en el prado manteniendo la dirección, dejando el refugio a nuestra derecha, para ir a buscar un puente sobre el arroyo, por el que pasamos a la otra orilla, quedando el arroyo a nuestra derecha.
Entre los árboles aparece el refugio. Nosotros nos acercamos a él, pero luego descubrimos que no hacia falta, ya que el sendero abandona la pista antes de llegar y realmente va recto cruzando un prado.
El sendero nos lleva hasta este puente con cancela que hemos de cruzar.
A partir de aquí seguimos el sendero siempre con el curso de agua a nuestra derecha. El sendero, balizado y muy marcado, hará subidas y bajadas entre los pinos, manteniéndose siempre cerca del arroyo, para llegar finalmente a una zona llana cubierta de prado.
Postes indicadores. La senda es clara y no hay lugar a dudas.
Nos encontramos una pasarela para salvar un pequeño arroyo que se une al principal.
Y tras una corta subida, una borda junto a la que pastan las vacas.
Mirada a nuestra espalda. El sendero nos ha conducido a un claro, acercándose al arroyo.
En el pasto se mantiene el rastro de sendero.
Es en este claro donde giraremos a nuestra izquierda (Oeste), siguiendo los indicadores hacia el Puerto de la Madera. Nos alejamos del arroyo y empieza la subida. Primero nos internamos en el bosque, con el sendero ascendiendo de forma decidida. Luego, cuando el bosque empieza a ralear dejando espacio al prado, la pendiente se suaviza con una gran zeta que dibuja el sendero.

Mirada atrás. Abandonamos el claro y comenzamos a subir.
Empieza la cuesta y toca ponerse las pilas.
Avanzamos entre pinos que poco a poco van desapareciendo para dar paso al prado.
La gran zeta que dibuja el camino nos deja ver los objetivos del día. Y lo primero es ese collado, el de Cabalera o Cauarère, que vemos en el centro de la foto y a su derecha, el inicio de la loma hacia el pico del mismo nombre, antesala de los Culfreda.
Superada la zeta retomamos la dirección Oeste y seguimos por el prado primero manteniendo la dirección Oeste para girar luego hacia el Norte, dirigiéndonos claramente, ahora sí, al collado de Cabalera y hacia los Culfredas. De momento seguimos solos, tan solo encontramos algunas ovejas y vacas.
El sendero va dirigiéndose en suave ascensión  hacia el collado de roca blanca de la izquierda, pero antes de llegar a él irá girando hacia nuestra derecha, hacia el collado de la derecha, collado de Cabalera.
Nos dirigimos ya hacia el collado. El sendero sigue muy marcado y no se pierde ni cuando cruza un par de zonas, ya cerca del collado,  donde nos encontramos algunas torrenteras secas..
Vistas del Cauarère y los Culfredas, (bueno, solo el primero) según nos acercamos al collado.
Llegamos al amplio Puerto de Cabalera o Cauarére (2.562 m; 2 h 50 min).  Por aquello de sacarle una foto al mojón fronterizo, que me dice Topopirineos que anda por aquí, asciendo unos metros en dirección Sur, la contraria a la que deberíamos seguir. La foto del mojón no dice mucho, pero la del Puerto con los Culfreda al fondo merece la pena.

Desde la zona del mojón, el puerto y tras él el Pico de Cauarère y los Culfredas. Esto es lo que queda.
Mojón fronterizo 328. Las pintura amarilla, bastante reciente, hace que no tenga pérdida.
No soy nada romántico. Cuando veo este tipo de cosas siempre pienso que alguien iba más rápido que otro y que el primero en llegar se aburría mucho. O que si acampas por ahí tampoco es que hay mucho que hacer y mover piedras es un entretenimiento como cualquier otro.
Dejamos el puerto dirigiéndonos hacia el Norte, directamente hacia el cordal que baja del Pic de Cauarère, por un marcado sendero. Salvamos una primera loma dejándola a nuestra derecha y continuamos subiendo. La cresta se afila algo más, pero sigue siendo amplia y sin dificultades y nos deja en la cima del Pic de Cauarère o de Cabalera (2.901 m; 3 h 45 min).
Con toda la subida por delante. El camino nos lleva al inicio por la vertiente francesa.
Hemos salvado la primera loma y ya más en el centro de la cresta, continuamos subiendo. La pendiente aquí es de las buenas.
Cima del Pic de Cauarère. Al Noreste tenemos los Culfredas.


Seguimos por la cresta, descendiendo ahora en dirección Noreste hasta un nuevo collado. Del collado seguimos el sendero que por la ladera sur deja las primeras cotas de la cresta a nuestra izquierda. Poco a poco el sendero se va acercando al filo, para superar con unos zig-zags los últimos metros que nos dejan en la cresta. La cresta aquí se afila algo más, pero de nuevo no presenta tramos de dificultad. Eso sí, la roca no es muy firme, así que avanzamos con cuidado hasta llegar al primer tresmil del día, Pico Culfreda SW o Batoua  (3.034 m; 4 h 20 min).

Llegamos al collado tras superar el Pic de Cauarère. Toca volver a subir.
El sendero, tras el collado, deja la cresta a nuestra izquierda, remontando poco a poco por pedrea...
...pero acaba acercándose a la cresta.
Unos últimos zig-zags nos dejarán en la cresta.
La cresta tiene esta pinta. Parece peor de lo que realmente es.
Llegando ya a la cima del Batoua.
Mirada a mi espalda. Por ahí hemos pasado.
En la cima del Culfreda SW o Batoua. Frente a nosotros los otros dos Culfredas.
Mirada hacia el Sur. Magníficas vistas del Bachimala y al fondo del Posets-Espadas.
Aguzando la vista, panorámica hacia el núcleo del Perdido.

Continuamos por la cresta, con una nueva bajada a la siguiente horcada. Y por supuesto, nueva subida por la cresta. Llegamos primero a la cima del Culfreda Central (3.028 m; 4 h 40 min) y prácticamente sin darnos cuenta a la cima del Culfreda NE (3.032 m; 4 h 45 min). Aquí nos sentamos un rato a disfrutar de las vistas, reponer fuerzas y disfrutar del magnífico día que nos ha salido. Poco a poco vemos gente aparecer por el Puerto, bien desde Rimanjou o siguiendo nuestro mismo camino, pero de momento la cima es solo nuestra.

La vuelta la haremos, vista la hora, sin apresurarnos demasiado, por el mismo camino, deshaciendo la cresta hasta el puerto de Cabalera y bajando luego hasta el Cinqueta de la Pez y de ahí a Viadós, que al día siguiente nos toca otra buena subida.  

Dejamos el Culfreda SW a nuestra espalda, en el centro de la foto la horcada que acabamos de salvar.
Culfreda Central. Llegamos al segundo tresmil del día.
Desde su cima, siguiendo la cresta vemos a tiro de piedra el Culfreda NE.
Y si miramos atrás vemos el Batoua y la depresión en la cresta que hay que cruzar para llegar aquí.
Si apenas recorrido reseñable, nos plantamos en el tercer tresmil, el Culfreda NE.
Desde el Culfreda NE miramos hacia la continuación de la cresta, el Pico Balinet y el Guerreys. Pero eso, solo miramos.
Y como no, la mirada se va hacia el Bachimala...
...y hacia el Posets-Espadas.
Y aprovechando que el día está claro, incluso hacia el Perdido.
Despedida. Frente a nosotros una panorámica sin igual del Posets-Espadas. A la izquierda del Posets, bastante más bajas que esta cima, los picos para mañana, el Pico Veteranos y el Gemelos Ravier. Se aprecia incluso la brecha Carrive que nos cortará el camino por la cresta hacia el Posets.