Picos de la Pez, desde Tabernés (30-07-2018)

Un par de veces he recorrido la cresta del Bachimala (aquí la primera parte y la segunda aquí), y ninguna de las dos veces continuamos a los Picos de la Pez. Además, como Viadós nos queda lejos, este par de cimas nos quedaban pendientes. Así que este año, aprovechando un puente, nos quedamos un par de noches en Viadós con dos objetivos, hacer los Picos de la Pez y como siempre, disfrutar del, en mi opinión, uno de los mejores paisajes del Pirineo: las bordas de Viadós y los pliegues del Espadas. 

Viadós. En esta foto mirando hacia los Eristes.

La situación de los Picos de la Pez nos permitirá realizar una circular, subiendo desde Tabernés por los Ibones de Bachimala y bajando de nuevo a Tabernés por el Puerto de la Pez. Es una salida larga, pero merece la pena.

Toda la cresta del Bachimala vista desde los Culfredas. Los Picos de la Pez, a la izquierda de la foto,  cierran el circo de los ibones de Bachimala.

Fecha: 30-07-2018
Montañeros: 2
Distancia: 21,7 km
Desnivel positivo: 1.249 m
Duración (con paradas):  10 h 10 min
Recorrido:  Refugio de Viadós (1.740 m) – Refugio de Tabernés (1.720 m) – Vado del Bachimala (1.785 m) – Ibón Inferior de Bachimala (2.550 m) – Fin canal acceso a la cresta (2.880 m) – Pico de la Pez (3.024 m) – Pico Puerto de la Pez (3.018 m) – Puerto de la Pez (2.475 m) - Vado del Bachimala (1.785 m) - Refugio de Tabernés (1.720 m) - Refugio de Viadós (1.740 m)
Dificultad: Moderada. Principales dificultades, el terreno descompuesto en la canal de acceso a la cresta y la corta cresta. PD- según las guías hasta el Pico de la Pez, el resto F.
IBP Index: 175
Track en wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/picos-de-la-pez-desde-viados-30-07-2018-27140926

A Viadós llegamos andando desde el parking en la carretera, algo más arriba de San Juan de Plan, en dirección a Gistain. Se ve que hace mucho que no venía por aquí ya que no conocía el sendero que saliendo de este parking recorre el valle hasta el camping de la Virgen Blanca. En otras ocasiones habíamos o bien subido el coche hasta el refugio (se sigue pudiendo hacer, pero como teníamos tiempo y la pista no es muy allá, decidimos andar) o andando por la pista. Pero este sendero es nuevo para mí (y para Topopirineos, que en su versión 8 no lo incluye). 

Sendero, en uno de sus tramos más entretenidos.

Unas veces por una orilla del río, otras por la otra, vamos ascendiendo junto al río Cinqueta, sin demasiado desnivel, y siempre entre árboles. El río lo cruzaremos unas cuantas veces, aprovechando los diferentes puentes que existen a lo largo del recorrido y también nos permitirá acercarnos a preciosas pozas y cascadas. El sendero, muy bien balizado y siempre evidente, es más que recomendable, aunque solo sea para dar una vuelta.  

El sendero nos conduce junto a parajes como éste, donde es imposible no hacer una parada.

Pero vamos con los Picos de la Pez. Salimos prontito de Viadós, a las siete de la mañana. Las guías le dan unas 4 horas y media desde Tabernés, y nosotros todavía tenemos que llegar allí. Desde Viadós hay dos opciones lógicas para llegar a Tabernés: la primera un sendero que asciende tras el refugio de Viadós, faldea por la vertiente izquierda del valle del Cinqueta de la Pez para luego descender y salir a la zona cercana al refugio. La otra, descender desde el refugio de Viados por la pista y en la primera curva tomar la nueva pista, transitable para vehículos, que continúa hacia Tabernés. Habiendo recorrido anteriormente ambas opciones, esta vez nos decantamos por la pista. No sé si es más larga o más corta que la opción del sendero, pero al menos en el mapa aparece con un menor desnivel y, probablemente por eso y por ascender suavemente, en otras ocasiones se me ha hecho menos pesada. 

La pista cruza el Cinqueta de la Pez, con sus cascadas, que la poca luz de la mañana no nos deja reflejar en todo su esplendor.

Así que recorremos la pista hasta el refugio libre de Tabernés (en el último puente también podríamos haber abandonado la pista y tomado el sendero que asciende, Norte, por la orilla derecha, nuestra izquierda dirigiéndose hacia el Puerto de la Pez). Sin llegar al refugio, en el prado , seguimos el sendero que deja al refugio a nuestra derecha (1.720 m; 45 min). Aunque hay un par de furgonetas junto al refugio la zona está tranquila y las marmotas juegan en el prado, alrededor de una gran marmotera. Cruzamos el arroyo por un pequeño puente y seguimos el sendero que asciende por el bosque hasta unirse al que no cogimos antes.  

Llegando a Tabernés. Abandonamos la pista dejando el refugio a nuestra derecha.

Tras cruzar de nuevo el Cinqueta de la Pez enlazamos con el sendero balizado.

El sendero se mantiene en la orilla derecha, con el arroyo a nuestra derecha, y va ascendiendo suavemente por el bosque siempre paralelo al arroyo. Cruzamos por un puente de troncos el arroyo que desciende por el barranco de Culfreda y nos mantenemos en el sendero que, tras una corta subida por prado y retornar al bosque, pronto saldrá a una zona despejada. A nuestra izquierda veremos el sendero que se dirige al puerto de la Madera y los Culfredas. Nosotros nos mantenemos en el sendero hacia el puerto de la Pez, paralelos de momento al Cinqueta de la Pez, cruzando por un puente de troncos el barranco de la Madera.

El sendero asciende de forma bastante suave, pero alguna que otra cuesta vamos a encontrar.

Encontraremos marcas de pintura en esta parte del recorrido, las seguiremos hasta cruzar el vado de Bachimala.

Nos acercamos al vado de Bachimala y al desvío al puerto de la Madera. Aquí el valle se abre.

Desvío. De momento seguimos unos metros hacia el puerto de la Pez. Pero atentos, que nada más cruzar el Cinqueta de la Pez abandonaremos este sendero.

En seguida el sendero nos lleva a cruzar a la otra orilla del Cinqueta de la Pez por un nuevo puente de troncos (Vado del Bachimala, 1.785 m; 1 h 20 min). En esta zona llana abandonamos el sendero del Puerto de la Pez y nos dirigimos a nuestra derecha (Oeste, algunos hitos). El sendero, que se dirige a la Señal de Viadós, enseguida va ganando pendiente (a ratos muy pendiente) entre pinos y con el barranco de Bachimala a nuestra derecha.

Vado de Bachimala. Cruzamos por los puentes el Cinqueta de la Pez.

Según cruzamos el puente frente a nosotros tendremos el barranco de Bachimala. Nuestro camino asciende dejando a la izquierda (en la foto) del arroyo.

Ascendemos de forma muy directa por el bosque. Pronto la zona del vado queda muy abajo.

Tras el bosque aún ascenderemos un corto tramo por prado.

Cuando la pendiente se suaviza, el camino flanquea (Sureste) por prado hacia nuestra derecha. Aquí debemos estar atentos ya que una línea de hitos, no excesivamente marcados, asciende por nuestra izquierda (Noreste) y debemos seguirla abandonando el sendero (2.035 m; 1 h 45 min). Vamos ascendiendo por una ladera despejada siguiendo los hitos y a veces algún tímido rastro de senda.

Mirada atrás. Para mí la pendiente ya se ha suavizado.

De nuevo tomamos un desvío (algunos hitos nos lo marcan) alejándonos del barranco de Bachimala y continuando la subida.

Apenas hay rastro de senda, o nosotros no lo vemos, aunque el terreno permite ascender casi por cualquier sitio.

Mirada atrás. La pendiente es tan pesada como se ve en la foto.

Poco a poco vamos salvando los contrafuertes. Y mientras tanto, disfrutamos de las vistas hacia el otro lado del valle, hacia los Culfredas.

Y así unos 300 metros de desnivel, manteniendo dirección y ascenso, hasta que salvado un pequeño contrafuerte aparece por fin claramente marcado el sendero que ahora flanquea dirigiéndose al Norte para retomar, ya con el barranco de los ibones de Bachimala a la vista, el ascenso. Puede que la visión del torrente que desciende de los ibones nos distraiga de la pendiente, o puede que realmente este tramo sea más suave…la cosa es que seguimos hasta el Ibón Inferior de Bachimala por canchales y, tras cruzar el arroyo, ya sin demasiado esfuerzo nos plantamos en el ibón.

Por fin aparecen los Picos de la Pez. Y bajo ellos ya se intuye la zona donde encontraremos los ibones de Bachimala.

Recorreremos la senda que vemos en la pedrera y saldremos a una zona de hierba y canchales.

El desagüe de los ibones nos deja unas bonitas fotos, con los Picos arriba.

Ya casi en el ibón inferior aprovechamos para una paradita. Las vistas de escándalo.

Sobre nosotros quedan las paredes del Bachimala y la cresta hasta el Abeillé.

Descansamos en la orilla, con los Picos de la Pez ya a la vista (Noreste) y con toda la cresta Bachimala-Abeille al Este. Destaca en la cresta de los Picos de la Pez una primera cota, que no es un tresmil y que es la primera que vemos desde el ibón. A su derecha tenemos una canal y un collado al que hemos de dirigirnos.

Aunque algunas guías indican seguir hasta el ibón superior para girar hacia la canal, en Topopirineos aparece también la opción de ascender directamente desde el ibón inferior y eso es lo que hacemos. El terreno no es complicado (canchales, alguna zona de pequeños bloques…) y ascendemos orientándonos “a vista”, con el objetivo claro de la canal. 

El terreno permite ir ascendiendo en busca de la canal sin demasiados problemas. La primera cota (ya casi fuera de la foto por la izquierda) parece cada vez más baja según vamos subiendo, al menos frente a los Picos de la Pez.

Mirada a nuestra espalda según nos vamos acercando a la canal. Abajo tenemos los ibones.

Una pedrera nos acercará a la canal entre la primera cota y el Pico de la Pez (cima a la derecha de la foto). Subimos sin sendero ya que los rastros de senda parecen cruzar por el medio el nevero de la foto.

Bajo la canal, en una zona abierta y de bastante pendiente, un nevero nos espera cortándonos el paso, aunque ya se ve que arriba la canal está limpia. Vamos ascendiendo paralelos al mismo por una pedrera, pero llega un momento en el que hay que decidir: nos ponemos los crampones para cruzarlo o buscamos alguna alternativa en la roca para pasarlo por encima. Al final acabamos pasándolo parte entre la rimaya y parte por la roca.

En la foto no se aprecia ni la pendiente del nevero ni la rimaya, que era importante.

La canal está muy desecha, sobre todo en su inicio, y tiene toda la pinta que se ha quedado sin nieve hace muy poco ya que no aparecen rastros de senda ni de paso, borrados por la nieve. Tan solo, y de forma muy esporádica, vemos alguna huella de suela dejando claro que estas cimas no están en el listado de tresmiles populares.

Hacia la mitad de a canal. Mirada a lo que nos queda, con una corta trepada para salir a la cresta...

...y ya en la cresta, mirada al camino recorrido.

Una pequeña trepada nos deja en la cresta, que seguimos hacia nuestra derecha. En seguida aparece una vira a la izquierda de la cresta (hitos) que nos permite evitar los primeros tramos de cresta, aunque de nuevo volvemos a ella. La cresta pide que usemos las manos en algunos puntos, aunque sin pasos comprometidos. Según vamos llegando a la cima gana en amplitud y pierde dificultad, por lo que los últimos metros se hacen simplemente andando.

Salimos a la cresta y echamos una mirada a las cimas.

Los últimos tramos de cresta son empinados, pero sin demasiadas dificultades.

Y al final, como tantas veces, llegamos a la cresta andando. Al fondo se aprecia esa primera cota que tanto destacaba vista desde los ibones.

Cuando llegamos a la cima del Pico de la Pez (3.024 m; 4 h 40 min), ¡sorpresa!, nos encontramos otro montañero en la cima. Compartimos con él nuestro buen ratito de cima, conversación y vistas. Ha subido por el Puerto de la Pez, nuestra intención para la bajada, así que nos explica por dónde lo ha hecho y que referencias tenemos que seguir. Luego, sobre el terreno, no le haremos caso. El sendero inicial y las líneas de hitos nos llevarán por la derecha, paralelos a la cresta y camino referenciado en Topopirineos o Mendikat, y él nos planteaba descender más hacia nuestra izquierda salvada la pala inicial para luego ir convergiendo a la derecha, ya que los dos caminos van a acabar en el mismo.

Descansando en la cima del Pico de la Pez. Vamos con las vistas.

Ibones de Bachimala.

Culfredas, al otro lado del valle...

...y la continuación hacia el Lustou. Ese nos falta.

Bachimala, con parte de su entretenida cresta (Ledormeur, Punta del Ibón, Pequño Bachimala)...

...y su continuación (Pico Marcos Feliú y Abeillé).

Claro que de momento nos queda la otra cima. Así que mientras el montañero inicia el descenso hacia el puerto de la Pez, nosotros continuamos por el cordal, y tras cruzar un collado, llegar sin dificultad ninguna y sorprendidos de lo cerca que queda, al Pico Puerto de la Pez (3.018 m; 5 h 10 min).

Pico Puerto de la Pez. Prácticamente ahí mismo.

Pico de la Pez, visto desde el Pico Puerto de la Pez.

Para el descenso iniciamos el descendemos por la pala hacia el Noroeste, siguiendo los rastros de senda, muy marcada en la deshecha ladera. La ladera acaba en una zona de pequeños bloques de granito donde los hitos se nos despintan. Empezamos desviándonos hacia nuestra izquierda, dirigiéndonos hacia el fondo de la depresión que nos indicó desde la cima y que se ve que acaba en un torrente, pero tras dudarlo, y ya que los hitos no iban por ahí, decidimos mantenernos más cercanos a la cresta (nuestra derecha) siguiendo el sendero marcado en Topopirineos, opción que no suele fallar.

La bajada vista desde la cima del Pico de la Pez. Bajaremos por la derecha de la foto hacia el nevero que se ve en la foto. Luego iremos descendiendo paralelos a la cresta de la derecha que se irá cerrando y llevándonos hacia el centro.

Vamos descendiendo paralelos a la cresta, algo alejados de ella, por terreno de roca y a ratos hierba. Como la ladera se va cerrando según bajamos, acabamos convergiendo con la depresión y el torrente así que al final habríamos llegado al mismo sitio.

El primer tramo, hasta casi el nevero de la foto, es de pedrera deshecha por la que bajamos rápido. La senda se marca en la pedrera.

Mirada a las cimas. Vistas desde aquí abajo no destacan demasiado.

El torrente se desploma por un cortado, pero antes de que lleguemos ahí aparece una clara línea de hitos, y a ratos un sendero bien marcado, que se dirigen a nuestra derecha descendiendo suavemente para llegar a la cresta. La cresta, más afilada de lo que esperaba en algunos puntos, nos obligará a poner las manos. Pasamos junto a la brecha, con una cuerda de pasamanos, que desciende hacia el lado francés (Pont du Prat)y acabamos, tras otro corto tramo de cresta, en el Puerto de la Pez (2.475 m; 6 h 20 min).

Nos acercamos al torrente, aunque si llegar a él, ...

...para girar a nuestra derecha. Iniciamos un flanqueo en descenso del contrafuerte siguiendo los hitos y marcas de pintura.

El flanqueo nos deja en la arista. A nuestra derecha se abre el valle hacia Pont du Prat.

Aunque no es complicada, entramos en una arista que nos pide poner las manos en algunos puntos.

Frente a nosotros aparece el Puerto de la Pez. Vemos una pared vertical sobre los neveros...pero siendo un "puerto" confiamos en que existe un sendero fácil que nos permita salvar esa muralla.

Puerto de la Pez. Con sus indicadores incluyendo el de Camino de Santiago.

Aunque se ve muy vertical, descendemos de la cresta hacia nuestra izquierda siguiendo el sendero (marcas de PR blancas y amarillas que nos acompañarán hasta el vado de Bachimala), y sin dificultades reseñables llagamos a la ladera derecha del valle descendiendo (Sur) principalmente por prados hasta el centro del valle y siguiendo a partir de ese momento el curso del río Cinqueta de la Pez en descenso, primero manteniéndonos a su derecha y luego, tras cruzarlo por una zona de rocas, a su izquierda.  

Bajamos al valle, andando y sin problemas a pesar de la verticalidad que habíamos visto.

Mirada atrás, al Puerto de la Pez.

La mayor dificultad es el propio paso del Cinqueta de la Pez, bastante caudaloso este año, pero que realizamos por el método habitual de saltar de piedra en piedra y si acaso, pasar algunas zonas deshechas de los torrentes que se unen al principal.

Descendemos hasta llegar al fondo del valle. El Puerto de la Pez va quedando poco a poco lejos, a nuestra espalda.

Esta zona del valle es suave y cómoda de andar.

Y cuando nos acercamos al Cinqueta de la Pez, disfrutamos con las cascadas...

...y aunque el caudal nos ponga algo más difícil cruzarlo, pasamos al otro lado.

Según vamos descendiendo no podemos menos que pararnos de vez en cuando a sacar fotos del valle que hemos recorrido...

...o a los lirios, que aún tapizan estas laderas.

Una última bajada por el bosque, algo más pendiente, nos lleva de nuevo al vado de Bachimala (1.785 m; 8 h 10 min). Nos acercamos, volviendo un poco hacia atrás por la orilla, a las cascadas que forma el Cinqueta de la Pez (Gorgas de la Pez) y que desde el bosque no podíamos ver.  Un pequeño descanso por esta zona y retomamos el sendero. Todo esto a es sendero conocido por el que transitamos a la mañana. Regresamos al refugio de Tabernés (1.720 m; 9 h 20 min), descendemos a continuación por la pista y por supuesto se nos atraganta la subida hasta el refugio de Viadós. Son ya muchas horas con la mochila a cuestas y este último kilómetro parece pesar en las piernas más que todos los anteriores. 

Bajada por la zona de bosque, con el vado ya a la vista.

Descansamos por esta zona. Bocata, alguna que otra foto..

...algo de relajación con los pies en el agua (muy fría)...

...y continuamos camino hasta Viadós.

Tras la ducha, cervecita y a esperar la cena (especialmente la sopa, que como siempre nos sabrá a gloria) tirados en la hierba con las vistas del Espadas. Aunque hayamos tachado los tresmiles que se acceden desde aquí, estoy más que seguro que volveremos. Estas vistas hay que volverlas a disfrutar.

Viadós, sus bordas y el Espadas-Posets, imponentes sobre el valle. Lo dicho, una de mis vistas preferidas.

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