Los Eristes, desde Viadós
Recorrido: Refugio Viadós (1.760 m) - Bal de la Ribereta - Ibón de Millars - Collado de Millars (2.831 m) - Pico Eriste Norte o Bagüeñola Norte o Pico Beraldi (3.025 m). Vuelta por el mismo camino.
Montañeros: 2
Distancia (Ida y vuelta): 14,99 km
Desnivel (positivo): 1.565 m
Duración (Ida): 3 h 55 min
Dificultad: Fácil. (PD- según las guías). Sendero evidente hasta el ibón de Millars, después abundantes hitos. Algún punto de usar las manos en la "cornisa" tras superar el ibón.
Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3488247
De nuevo un fin de semana en Viadós. Echo a faltar los días largos y la luna que nos acompañó el año pasado, este nos toco luna nueva, con esa luz que invitaba a sentarse en la puerta del refugio, frente al Posets-Espadas, y disfrutar de los cambios de color de sus laderas según avanzaba la tarde y la noche.
Empieza a caer la tarde sobre las bordas
El primer día repetimos, o mejor dicho repito, la cresta del Sabre al Abeillé. Bonita cresta que no me importó repetir dando la oportunidad a mi mujer para que la tache de su lista.
Sabre y Bachimala. Esta vista no la tendremos hasta no haber llegado a la cima de hoy
Por una vez acertamos, aunque a priori nos daba bastante miedo. Los otros dos Eristes ya los hicimos en su día, pero en años diferentes, y saliendo desde el Puerto de Sahún. De ninguno de los dos tenemos un buen recuerdo: el recorrido largo, caluroso y, una vez pasados los ibones, sin alicientes excepto la misma cima.
Eriste Norte, desde el Eriste Central
Los tres Eristes, el Norte a la derecha, desde el lado del Bal de Bagüeña
Pero en esta ocasión nos acompañó el día (soleado pero sin excesivo calor), el camino era claro, agradable en su inicio mientras se mantiene el GR (sendero, bosque...) y variado en su continuación, cuando ya dejamos atrás el ibón (pequeña cornisa por canchales, pedreras, bloques, una evitable trepadita cerca del collado, más bloques...) y además sin apenas posibilidad de extravío gracias a los numerosos hitos. Lo dicho, acertamos, no habríamos soportado volver desde el Puerto de Sahún solo para esta cima.
Foto desde la parte baja del refugio. Pasaremos entre las bordas y bajaremos al arroyo que dibuja esa línea entre el prado y el bosque
El Eriste N apenas destaca en la línea del horizonte (en la foto es el primer pico que aparece a la derecha). A su izquierda la antecima, que apenas se diferencia en esta toma, y un poco más a la izquierda, y abajo, el collado de Millars. El siguiente collado, el de Eriste. Bajo él, el Bal de la Ribereta.
Por carteles que no sea. Desde luego este camino no tiene pérdida.
Evidentemente seguimos por el GR (dirección general Sureste) hacia el Ibón de Millars. El camino sigue el Bal de la Ribereta, manteniéndose en su margen derecha (o lo que es lo mismo, quedando el arroyo a nuestra derecha según el sentido de la marcha). Hasta haber recorrido un par de kilómetros cruzaremos algunos claros entre el bosque de pinos y avanzando siempre por sendero marcado y sin apenas desnivel.
Tras ese par de kilómetros el prado desaparece y nos internamos en el bosque, donde encontraremos algunos zigzags y una pendiente que más o menos empieza ya a ser continua, aunque sin ser exigente. En un par de puntos encontramos grandes bancos de madera que supongo vendrán de perlas para descansar de las pesadas mochilas, pero que nosotros, más ligeros, no llegamos a utilizar.
Comienza la subida. Al fondo, el Collado de Eriste
La impresionante pared...
...y la explanada con el cruce de arroyos
La pendiente aquí se suaviza y nos da ocasión de ver asomar frente a nosotros, aunque algo a la derecha, el amplio collado de Millars, destacando la antecima piramidal a su derecha y después, casi más modesto por su aspecto redondeado, el Pico Eriste Norte.
El redondeado collado de Millars (primero por la izquierda), la antecima justo a su derecha y sin apenas diferenciación, la cima del Eriste
Señal en el cruce. Los ibones están bien indicados
Canchales aproximándonos al ibón de Millars. En el centro, el collado al que nos dirigimos. Ya se empieza a intuir por donde discurrirá el camino
Dejamos atrás el ibón, pero ya vamos eligiendo sitio para parar a la bajada
La línea de hitos gana pendiente al aproximarse a la pared y se mete en una especie de cornisa en la roca que sigue ascendiendo en diagonal por el contrafuerte hasta salir de nuevo a una zona de hierba. La cornisa no tiene dificultad técnica ni es excesivamente aérea, pero exige poner alguna que otra mano y, desde luego, estar atento a donde se ponen los pies.
La orilla del ibón por la que subimos vista desde el otro lado. Tras cruzar la pedrera que se ve a a la izquierda a media altura entramos de nuevo a la hierba y seguimos casi directos hacia arriba en busca de los hitos que siguen por la roca y que nos llevarán a la explanada que se intuye en el centro de la foto
Acercándonos a la pedrera
Ya situados en la cornisa por la que ascendemos hacia la explanada
Una vez en la hierba subimos aún unos metros más para llegar a una zona de explanada. Por lo visto es posible acceder a ella desde la subida del GR al Collado de Eriste (nos encontramos un grupo que estaba dando un paseo y que venía del GR) aunque como no he pasado por ahí desconozco cómo es el camino.
Desde la explanada. Collado de Millars (primero a la izquierda). La antecima parece más alta que el propio Eriste (centro, los dos)
Desde aquí seguimos teniendo a la vista el collado de Millars (lo vemos todo el rato desde el ibón) y el camino sigue siendo más o menos evidente, y la densidad de hitos es más que adecuada, así que no tendremos problema con la orientación.
Nos dirigimos hacia esa rotura en la muralla, algo a la izquierda del collado y bajo la Punta de Millars (a la izquierda del collado)
Avanzando entre pequeños bloques. Pronto el terreno estará más deshecho
La pequeña trepada nos deja en una amplia canal, algo deshecha, por la que seguimos ascendiendo siguiendo los hitos hasta salir a una zona de bloques, ya prácticamente en la parte baja del collado de Millars.
De un vistazo toda la subida que hemos hecho desde el ibón...
...y lo poquito que nos queda al collado. La antecima domina el horizonte y nos esconde el Eriste N.
Por los bloques de la antecima (no se trata de un tresmil en bajada, es que la foto la tome cuando nos íbamos)
En el centro de la foto apenas se intuye la vira, in situ estaba más claro
Por la vira, este tramo sin dificultades.
Salimos a la chimenea, miramos para abajo por aquello del vertigo, pero la foto la hago al frente: Eriste Central y Eriste Sur
Y los dos otra vez, las rocas en primer plano son la cima del Eriste Norte o Pico Beraldi
Macizo del Posets, muy cerca...
...el del Aneto...
y el Perdiguero
La bajada, por el mismo camino hasta Viadós, solo que ahora con una parada obligada en la orilla del ibón. Con paradas y tal nos hemos ido a un total de 9 horas, pero la sensación no ha sido de minutada, si no de "agradable excursión", y esto me suena raro cuando hablo de un tresmil y de 1500 de desnivel ¿me estaré acostumbrando?, ¿me estará empezando a gustar esto?.
Por cierto, como casi siempre, algunas de las fotos pertenecen a otras salidas por la zona. No es que la hierba haya crecido de la mañana a la tarde...
Y para acabar, altimetría, mapa y un par de fotos más de Viadós, que al menos a mi no me cansa.
Soberbia crónica y maravillosas fotografías.
ResponderEliminarPor cierto, genial nombre para un blog de montaña. "Tiene que ser por ahí...". ¿Cuantas veces lo habré dicho yo?
Yo creo que eso nos pasa a todos. Lo de "Tiene que ser por ahí..." lo digo muchas veces, a veces incluso acierto y consigo llegar adonde quería ir. Aunque en ocasiones no viene mal equivocarse y aprovechar para descubrir algún un nuevo sitio.
ResponderEliminarGracias por los comentarios.
Saludos