domingo, 1 de septiembre de 2013

Peña Rápita-Fajalata, desde el Fuerte de Santa Elena

Este año, a primeros de julio aún quedaba mucha nieve en cotas altas, así que retrasamos las ascensiones a tremiles y optamos por montañas más modestas, que a estas alturas del año, estaban floreciendo en una primavera retrasada.

Peña Rápita, o Fajalata, fue la ascensión elegida. Primero, por darnos una vuelta por la Sierra de Tendenera, ya que no habíamos andado aún por ahí y aprovechar para disfrutar de las vistas del valle de Tena. Segundo, por ser fácil y superar apenas en 150 metros los 2000, no queríamos dificultades. Tercero, por ser una ascensión de las "mañaneras", en unas 3 horas o 3 horas y media se puede estar en la cima y no hay que meter el coche por ninguna pista de estado dudoso para acceder al parking, ya que desde la A-136 se accede directamente al aparcamiento desde el que comenzaremos a andar.

Peña Rápita, vista en los últimos metros del recorrido
Fecha: 07-07-2013
Recorrido: Estrecho de Santa Elena- Fuerte de Santa Elena- Barranco Lalana- Peña Rápita (Fajalata), 2.156 m. Vuelta por el mismo camino, aunque con visita a la ermita de Santa Elena.
Montañeros: 2
Distancia (Ida y vuelta): 13,68 km
Desnivel (positivo): 1.695  m
Duración (con paradas): 6 h 35 min
Dificultad: Fácil. Principal dificultad, los 1.700 m de desnivel. (Dificultad según Mendikat  "T3" o "Ascensión de Montaña exigente")   
Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5107350

Dejamos el coche en el parking que hay en el Estrecho de Santa Elena, en la carretera A-136 que sube al Portalet. El parking suele estar muy frecuentado ya que desde el se accede en pocos minutos andando tanto al Dolmen de Santa Elena, como al Fuerte y a la  Ermita de Santa Elena, con su característica cascada. Otro de los puntos visitables de la zona son los restos de la Línea P o Línea Pirineos , conjunto de bunkers de carácter defensivo, llegaron a realizarse unos 6.000, construidos tras la II Guerra Mundial y de los que pueden verse restos por casi todo el Pirineo.

Ermita de Santa Elena...
...y el manantial que alimenta la cascada.
También en las inmediaciones, restos de la Línea P.
Y en el valle, Dolmen de Santa Elena
Pero esta vez no estamos de excursión cultural, que nos vamos de monte, así que comenzamos a andar cruzando el puente que cruza el río Gallego y subimos por la pista hasta el Fuerte de Santa Elena, construido en el siglo XVI, reconstruido a finales del XIX y ya abandonado.

Lo primero, cruzamos el puente...
...sobre el estrecho de Santa Elena.
Fuerte de Santa Elena. Debemos dirigirnos a su parte de atrás.
Debemos acercarnos a la parte de atrás del edificio (del fuerte, no de la ermita cercana) y buscar el inicio del sendero que salva el talud, un par de metros, para internarse entre los matorrales. 

El sendero, un auténtico túnel entre el boj, va avanzando en dirección este, paralelo al barranco de l'Asieso y ganado altura progresivamente, marcando zetas en algunos puntos de mayor pendiente.


Esta pinta tiene el sendero por el que nos adentramos, bosque cerrado con un camino muy marcado.
De vez en cuando aparece algún pequeño claro herboso. En estos claros hemos de estar atento a los hitos, a veces medio cubiertos por la hierba, ya que el sendero tiende a difuminarse entre el pasto y no siempre está claro desde lejos dónde vuelve a internarse en el túnel. 

Uno de los claros. Apenas de aprecia el sendero en la hierba y tampoco se ve donde vuelve al bosque. Afortunadamente hay hitos.
Otro de los claros. Al otro lado el sendero desciende un par de metros hacia la izquierda (hitos) buscando volver al bosque.
Mirada atrás.Desde el anterior claro apenas hemos ganado cota.

Flor de Lis. Según los libros es poco común, pero ahí estaba.
Dejaremos a nuestra derecha las Agujas de l'Asieso, visibles en uno de los claros, y seguiremos, más o menos manteniendo cota, por una ladera cubierta de erizones que no consiguen ocultar el sendero.

Tragado por los erizones y las matas, aún y todo el sendero es evidente.
La vegetación se hace más escasa un poco más adelante, donde manteniendo cota y dirección, cruzamos una ladera de gran pendiente acercándonos al Barranco de Lalana. Los erizones y la vegetación vuelven según nos acercamos a la torrentera.

El sendero la cruza y avanza todavía unos 500 metros más en dirección este hasta que, llegados a un bosquecillo de pinos, gira a nuestra izquierda (norte) y sube entre los pinos hasta llegar unos pocos metros más arriba a una ladera con escasa vegetación (erizones, pinos sueltos...).

Mirada atrás. Desde el claro de la izquierda de la foto hemos faldeado por sendero. Aunque la ladera tienen una pendiente importante, nosotros hemos ido más o menos manteniendo cota.
Punto donde se cruza el torrente, sobre un muro de piedra.
El sendero sube directo (norte, hitos), aprovechando la roca que aflora entre los erizones para avanzar más rápido, aunque como la pendiente es importante, de avanzar rápido nada.

Ladera por la que hemos de subir.
Abajo, el contrafuerte con el bosquecillo de donde venimos. La cuesta es importante.
Unos 100 o 200 metros más arriba va apareciendo la huella de un nuevo arroyo seco, al principio menos evidente al ser solo marcas en las rocas y luego, al acercarse a los pinos, cerrándose un poco más. (En uno de los escalones que forma el arroyo seco veremos unos hitos que salen a nuestra izquierda. Nosotros los seguimos y lo que encontramos fue un pequeño manantial a unos 10-15 metros del camino, aunque supongo que probablemente se secará según avance el verano y, en cualquier caso, hay que desandar esos 15 metros para seguir subiendo por dónde veníamos). 

Primeros rastros del arroyo seco. Entraremos en una zona donde las rocas van formando escalones.
La huella del arroyo poco a poco va desapareciendo según nos acercamos a la zona en que, de no estar seco, comenzaría a manar el agua. Desde ese punto ya prácticamente tenemos a la vista el collado sobre nosotros, La Muralla a nuestra derecha y Peña Rápita a nuestra izquierda. 

La Muralla sobre nosotros, a nuestra derecha...
...y a la izquierda, Peña Rápita. Pronto empezaremos a desviarnos a nuestra izquierda.
Así que nos olvidamos de hitos y empezamos a ir desviándonos poco a poco a nuestra izquierda según subimos por prado, sin camino definido, hasta acceder al filo (el cortado hacia el norte es importante) en las cercanías de Peña Rápita. Tras pasar un pequeño collado,  y ascender los últimos metros llegamos a la cima, Peña Rápita o Fajalata (2.156 m, 3 h 30 min). Las vistas desde aquí son impresionantes y bien merecen la sudada.

Valle de Tena. Sin comentarios.
Primer plano, zona de Peña Telera. Al fondo, la zona de Ip, Punta Escarra...
Midi de Ossau, inconfundible
La Muralla, tras ella están Peña Blanca y Peña Roya, pero eso será otro día.
Para bajar desandamos el camino (mucho más descansado en bajada) y, una vez llegados al Fuerte de Santa Elena, aprovechamos para acercarnos una vez más a la Ermita y a la cascada, antes de bajar por la pista y dar por terminado el paseo. La verdad es que nos quedamos con ganas de haber seguido hasta Peña Blanca y Peña Roya, pero no teníamos tiempo y siempre es bueno tener excusas para volver.   

Como siempre, para acabar mapa de wikiloc y altimetría de la ascensión.