viernes, 16 de febrero de 2018

Córcega GR20: Etapa 10 - Usciolu - Asinau

A priori la etapa de hoy, y a pesar de pasar por la cima del Monte Incudine de algo más de 2.100 m, no parece de las duras. Pero, aunque parece que el cuerpo va bien, o el cuerpo o la cabeza o los dos empiezan a estar cansados por lo que la subida en pleno mediodía al montecillo de marras, sin un arbolillo por los alrededores una vez cerca del Col di Luana, se convierte en un pequeño calvario.
Monte Incudine visto desde la Arista Monda, al inicio de la etapa. Ya se ve que queda lejos.
El inicio es más entretenido, con el avance por el cordal y el descenso hacia el altiplano de Coscione. Y de Incudine al refugio de Asinau una rápida bajada, aunque cuando llegas te preguntas ¿y para esto hemos corrido tanto? ¿qué prisa había por llegar?.
Avanzando por la Arista Monda. Sendero sin dificultades.
Fecha: 11-07-2017
Montañeros: 2
Distancia: 16,26 km
Desnivel positivo: 895 m
Desnivel negativo: 1.093 m
Duración (con paradas): 7 h 40 min
Recorrido: Refugio Usciolu (1.735 m) - Bocca de Suragheddu (1.786 m) – Arista Monda - Fuente (1.650 m) – Bocca di L’Agnonu (1.568 m) - Altiplano Coscione – Cruce Matalza (1.464 m) – Pasarela Furcinchesu (1.417 m) - Ruinas de Pedinieddi (1 .602m) – Fuente (1.660 m) – Col di Luana – Monte Incudine (2.129 m) - Bocca Stazzunara (2.025 m) -  Refugio Asinau (1.520 m).
Dificultad: Fácil.
IBP Index: 128
Track en Wikiloc:https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/corcega-gr20-etapa-10-usciolu-asinau-19749234

Una vez más el tiempo es una bendición a las seis de la mañana. Desayunamos en las mesas de la terraza lo que compramos en la tienda del refugio el día anterior, aunque no compré café (fallo mío) y me cuesta arrancar sin la dosis de “drogaína”.
Refugio de Usciolu y su terraza.
Ya con las mochilas a la espalda lo primero será subir a la Bocca de Suragheddu, una corta subida de unos 50 metros de desnivel y apenas 10 minutos de marcha que ayer se le hicieron eternos a la chica que bajaba a última hora. Para nosotros lo suficiente para calentar, así que paramos a ajustar la mochila, quitarnos la sudadera…y sacar una última foto del refugio de Usciolu.
Como no conocemos la zona no nos situamos, pero ahí tenemos el Monte Incudine, a la vista desde la terraza del refugio.
Última mirada al refugio según subimos a la Bocca de Suragheddu.
Ahí está la Bocca de Suragheddu. Menos de 50 metros de desnivel, lo justo para calentar.
El sendero sigue ahora durante un buen rato, como unos tres kilómetros, en dirección Suroeste por la cresta (Arista Monda). Con continuas subidas y bajadas, avanzamos sin dificultades por un marcado sendero, como es habitual en el GR20. Unas veces iremos por una vertiente, otras por la otra, pero siempre en un paisaje dominado por el granito. Las vistas hacia el Sur nos permiten ver el resto de la etapa, al menos hasta la cima del Monte Incudine.
Comenzamos a caminar por la cresta.
A nuestro alrededor, curiosas formaciones de roca.
Y por delante, más subidas y bajadas pero siempre con sendero.
Arista Monda.
Tras pasar una pedregosa canal en la cresta (1.801 m; 1 h 40 min) comenzamos la bajada hacia la Bocca di L’Agnonu. Comienzan a aparecer los árboles, concretamente hayas antiguas y retorcidas, con bastante espacio entre ellas en el que nos encontramos vacas pastando. Ya cerca de la Bocca nos encontramos una fuente (1.650 m; 1 h 55 min), apenas a unos metros del sendero. Recargamos agua, por si acaso, y continuamos perdiendo todavía algo de cota hasta la Bocca di L’Agnonu (1.568 m; 2 h 15 min) donde encontramos un poste indicador y varios carteles repartidos por las rocas.
Corta canal por la que pasaremos al otro lado de la cresta,...
...tras superarla descendemos hacia la Bocca di L’Agnonu.
Nos encontraremos un bosquecillo de pequeñas y retorcidas hayas,...
...muchas de ellas trasmochas,...
...pero dejándonos fotos preciosas.
Fuente. El ejemplar de la foto no creo que esté haciendo la GR.
Bocca di L’Agnonu. Incudine a la izquierda, GR20 oficial a la derecha.
Tanto cartel nos lía un poco, o a mí me falta el café…el caso es que nos vemos obligados a tirar del libro de Desnivel (sí, he cargado con él en la mochila) para asegurarnos. En esas llegan el par de franceses que, al vernos con papeles en la mano, no dudan en sacar su guía, francesa y muy detallada, ni punto de comparación con la nuestra. Al final era lo que pensábamos, la variante al Monte Incudine sale a nuestra izquierda (Sureste, señalizada como variante GR20 con marcas amarillas) y el GR20 oficial a la derecha (Suroeste), siguiendo las marcas rojas y blancas habituales.   
Indicador en la Bocca di L’Agnonu.
Continuamos siguiendo las marcas amarillas.
Seguimos de momento por bosque, perdiendo poco a poco cota hasta salir al Altiplano Coscione, una zona más o menos llana, despejada y cubierta de hierba entre la que serpentean, además del GR20, pequeños arroyos y desde donde vemos lo que nos espera para llegar a la cima del Incudine. Aprovechamos un montículo con su par de hayas para hacer una parada. Llevamos unas tres horas
andando y visto lo que falta, mejor coger fuerzas. Y ya puestos a parar, el altiplano Coscione es un sitio muy agradable. 
Bosque camino del altiplano Coscione.
Altiplano Coscione, con el Monte Incudine sobre él.
Mirada, mientras descansamos, al camino recorrido hasta el centro del altiplano.
Continuamos y llegamos al cruce de Matalza (1.464 m; 3 h 35 min). Un todo terreno aparcado nos dice que el terreno no es tan salvaje. Desde este cruce se podría retornar al GR20 oficial, pero evidentemente nos mantenemos en las marcas amarillas que en 5-10 minutos nos llevan al pequeño puente colgante de Furcinchesu (1.417 m; 3 h 45 min).

Arroyo en el Altiplano Coscione.
Salimos del altiplano...
...para llegar a Matalza, un cruce de caminos que nos permitiría retomar la GR20 oficial.
Seguimos, en cambio, por la variante con el arroyo a nuestra izquierda.
Pasarela Furcinchesu.
La pasarela marca el punto de inflexión. Se acabó la bajada y toca subir. Hasta la cima nos quedan unos 700 metros, no tantos a priori, pero nos van a caer todos a plomo. Al principio comenzamos subiendo entre hayas para salir a una zona despejada y cubierta de arbustos que impiden que te salgas del sendero marcado. Pasamos junto a unas ruinas, ruinas de Pedinieddi (1 .602m; 4 h 15 min) y volvemos a ingresar en el bosque donde encontraremos una nueva fuente (1.660 m; 4 h 30 min). Nos sentamos junto a la fuente. Se agradece la sombra y el frescor. No lo sabíamos, pero esa iba a ser la última sombra buena del día. De haberlo sabido lo mismo nos habríamos quedado un poco más. 
Cruzando la pasarela, de uno en uno. A partir de aquí tocará subir.
Salimos del bosque y llegamos a una zona llana y despejada.
Desde ella podemos ver las laderas del Incudine sobre nosotros.
Volvemos a entrar en un  bosquecillo. Ahí encontraremos la fuente.
Abandonamos la fuente y salimos a terreno despejado. Sobre nosotros tenemos ya la mole del Monte Incudine. El sendero se dirige poco a poco al Este, donde empieza a marcarse un amplio collado, el Col di Luana (aprox. 1.800m), al que finalmente no es necesario llegar. En sus cercanías el sendero gira a nuestra derecha (Sursureste) y ataca la subida por el cordal.
Camino del col di Luana.
Mirada a nuestra espalda, la subida desde el altiplano.
...y la arista Monda, con la Bocca di L’Agnonu a su izquierda.
Col di Luana. No llegaremos a él.
Varias antecimas, algunas salvadas dejándolas a nuestra izquierda, nos engañan haciéndonos creer que ya llegamos…pero no, la cima es la que se ve a lo lejos, como cerrando un pequeño circo y nos cuesta algo así como una hora llegar allí desde la zona del Col di Luana. Pero todo llega y por fin, justo al mediodía, llegamos a la cima del Monte Incudine (2.129 m; 5 h 45 min). 
Empezamos subiendo por el cordal.  Las primeras rampas son duras, o lo parecen con el sol encima nuestro.
A nuestra izquierda, cerrando el cordal tenemos la cima...
...pero para llegar todavía tendremos que superar algunas antecimas.
Comenzamos a ver la cruz de la cima...
Montículo de granito que constituye la cima del Monte Incudine. ¡Llegamos!
Tras las fotos de rigor en la granítica cima, donde volvemos a coincidir con el par de franceses, buscamos como locos algo de sombra. Mediodía y bloques de granito no es el mejor de los escenarios para ello. Nos sentamos entre las piedras, pero allí no hay quien pare a esas horas así que paramos lo justo para comer algo y comenzamos la bajada, continuando por el cordal, hasta la Bocca Stazzunara (2.025 m; 6 h 40 min).
Monte Incudine. Foto en la cima de los esforzados excursionistas.
Desde la cima tenemos a la vista todo el recorrido del día, con la Arista Monda, la Bocca de  Suragheddu, el altiplano Coscione...
Hacia la otra vertiente tenemos paredes escarpadas y aristas de roca...por ahí  abajo andará el refugio.
Bajamos siguiendo el cordal hasta el siguiente Collado.
Bocca Stazzunara.
En la Bocca enlazamos con el GR oficial. Supongo que por eso está llena de montañeros sentados en las rocas. Nosotros no paramos y continuamos (Sur) en descenso, siguiendo las marcas en las placas de granito. Habíamos leído de la dificultad de esta bajada, pero tampoco nos parece gran cosa.  Buenas placas, con buen agarre, aunque con bastante pendiente, y luego alguna bajada más vertical para salvar alguna roca y en la que hay que poner las manos. Ya cerca del refugio la pendiente se suaviza y el sendero se hace más amigable.
Las vistas desde la Bocca Stazzunara se merecen unas fotos.
Por ejemplo, las agujas de Bavella frente a nosotros. Mañana iremos por ahí,  y merecerá la pena.
Desde la Bocca Stazzunara tenemos a la vista el refugio Asinau. Está claro que la bajada va a ser vertiginosa.
Primero tendremos que descender  por unas grandes placas de granito. Sin problema al menos en seco.
Superadas las placas el sendero sigue bajando directo...
...hasta que ya cerca del refugio la pendiente se suaviza y giramos a nuestra izquierda.
Última mirada al collado Stazzunara. Ya se ve que la bajada ha sido directa.
Cuando llegamos al refugio Asinau (1.520 m; 7 h 40 min) nos deprimimos bastante. El edificio del refugio se quemó hace un par de años y no hay “refugio”, tan solo un par de casetas de obra prefabricadas para los guardas (cocina, tienda), una carpa que hará las veces de comedor y donde veremos a la mañana que hay gente durmiendo, así como algo separados, los WCs ecológicos (sucios, a diferencia de los ecológicos que habíamos encontrado hasta el momento) y las duchas (con manguera de jardín para ducharte y sin techo, esto último casi mejor ya que el sol te calienta mientras te duchas con agua fría).
Refugio de Asinau. En el centro la carpa, las casetas de obra y la fuente. A la izquierda la casa de los guardas y aún más a la izquierda, ya fuera de la foto, tendremos las duchas y los baños.
Vemos al llegar varios montañeros que se agolpan bajo la escasa sombra de un único y raquítico árbol junto a la fuente y un par de caballos que se revuelcan en el polvo de lo que son los emplazamientos de las tiendas. Nos acercamos al barracón para avisar de nuestra llegada y pillar tienda. Nos sorprenden las infinitas moscas posadas en la tienda de suministros. Cada alimento parece estar cubierto por una masa negra que se mueve y de vez en cuando se levanta…nos prometemos no comprar nada que no esté envasado.

Evidentemente no puedes dormir en el refugio, directamente la web del Parque ni te daba esa opción. Y por un error mío, resulta que donde creía que indicaba que íbamos dos personas reservé (y pagué, ya me vale) dos tiendas. Como no me devuelvan el dinero me voy con mis dos tablillas y pillo dos tiendas una al lado de la otra. Nos vendrá bien para dejar las mochilas y dormir más desahogados.

Nos duchamos, hacemos la colada y el sol sigue cascando. Por supuesto en la tienda tampoco se aguanta. Así que decidimos bajar a por la obligada Pietra y probar suerte en la carpa, ya que a estas horas el arbolito ya no da ni sombra. ERROR. Compartimos la carpa con el par de franceses, el alemán, las catalanas…y un millón de moscas. Mover las manos no las espanta, solo las cambia de sitio. Finalmente, la mejor estrategia parece ser alimentarlas. Dejamos un envoltorio de una chocolatina lleno de chocolate derretido encima de la mesa y se cubre totalmente de moscas…pero nos dejan en paz. El problema es que en cuanto llega alguien lo ve, piensa “qué asco” y las espanta. Por supuesto, a todo el que llega lo primero es pedirle que no haga eso, luego le explicamos el motivo y poco a poco volvemos a la normalidad.

Las agujas de Bavella, al otro lado del valle, son todo un espectáculo vistas desde la terraza del refugio, aunque necesites más de una foto para sacarlas sin que se cuelen las moscas.
Agujas de Bavella, ¡ahora sí!.
La cena en la carpa es peor, algo mejor en las mesas de fuera. Ahora hay que defender la comida de las moscas (embutido y paté, pasta…sorprendentemente aceptable) y todo mientras comes e intentas mantener una conversación con los compañeros de mesa. Un plato se ha quedado en la mesa que hace de mostrador, sus dueños no han aparecido cuando les han llamado para recogerlo. Las moscas se dan un atracón de embutido y paté y se me revuelve el estómago pensando que mi plato también ha estado por ahí.
 
Afortunadamente el sol se va poniendo y las moscas se van calmando. Nos sentamos en la terraza a disfrutar, ahora que se puede, de las vistas. Frente a nosotros, al otro lado del valle, nos esperan las agujas de Bavella, el espectacular “casi-final” de nuestro trekking. La conversación con el resto de montañeros, tras la cena, analiza lo que nos falta. Hay gente que ya lo tienen decidido, si las fuerzas los acompañan les queda un día de GR20. Otros se decantan por atenerse a lo marcado, dos días hasta Conca parando en Paliri. ¿Nosotros? La decisión a lo largo del día de mañana.
Perfil de la etapa de hoy. Bonito el perfil del Monte Incudine al final de la etapa.