sábado, 15 de diciembre de 2018

Marmolada-Punta Penia, con ferrata y glaciar (02-07-2018)

Tras el trekking por Dolomitas que hicimos un par de años (http://tienequeserporahi.blogspot.com/2016/09/trekking-por-dolomitas-de-bressanone_28.html) nos volvimos a casa con la impresión de que, pese a haber realizado un recorrido muy completo y que realmente nos maravilló por la belleza de las montañas recorridas, nos habíamos dejado algunas cosas pendientes. Una de ellas, de las primeras de la lista, era la Marmolada.
Marmolada, vista desde el Piz Boe. Hoy subiremos por el glaciar de abajo a la derecha de la foto, hasta alcanzar la ferrata que nos llevará más o menos por la cresta hasta la cima. De ahí descenderemos por el estrecho glaciar del centro de la foto.
Marmolada, y su cima principal, Punta Penia de 3348 m, es considerada la reina de los Dolomitas, y con razón. La Marmolada destacaba en los paisajes durante las primeras etapas del trekking, y en la memoria guardo el recuerdo de la impresionante visión de su glaciar desde la cima del Piz Boe. En aquel momento, aunque ninguno lo dijo, nos propusimos volver para recorrer sus caminos.
Y una visión más cercana de Punta Penia y su glaciar. Esta maravillosa perspectiva la tenemos justo al bajarnos del funivia Fedaia en el Pian dei Fiacconi. En el centro, el glaciar por el que descenderemos, tras hacer cima, en el día de hoy.
Fecha: 02-07-2018
Montañeros: 2
Distancia: 6,72 km
Desnivel positivo (y negativo): 969 m
Duración (con paradas): 5 h 36 min (no incluye el telesilla)
Recorrido: Ref. Pian dei Fiacconi (2.626 m) – Glaciar Vernel - Ferrata Oeste Punta Penia - Punta Penia (3.348 m) -  cresta Schena de Mul -  Glaciar Marmolada – Refugio Ghiacciaio Marmolada (2.700 m) -  Ref. Pian dei Fiacconi (2.650 m)
Dificultad: Moderado. Equipo de ferrata y crampones-piolet imprescindible. Avance por glaciar que puede presentar grietas profundas.
IBP Index: 130
Track en wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/marmolada-02-07-2018-29379673

Para el acceso, fuimos en coche hasta el Passo y Lago Fedaia, cruzando el Lago por su dique y aparcando directamente en los aparcamientos al otro lado del lago, junto al curioso Funivia Fedaia (www.fedaia-marmolada.it) que nos subirá al Pian dei Fiacconi. No es un telesilla (vas de pie) y tampoco creo que se pueda llamar telecabina, o al menos no se parece a los habituales. Subirte y bajarte de las cestas metálicas es una pequeña aventura y cuesta un dinero, pero te quitan un buen desnivel y a nosotros nos venía bastante bien poder acortar el recorrido ya que, entre el desayuno en el hotel y llegar al lago, no era precisamente pronto cuando comenzamos a andar.
Funivia Fedaia. Realmente curiosas las cestas en las que subes y que tienes que coger "al vuelo" para subirte (y bajarte, que para mí es peor).
Lago Fedaia. El día tiene nubes y claros...
...y aunque la primera visión de la cima nos disipa todas las dudas. El día va a aguantar y merecerá la pena subir.
Pian dei Fiacconi. Luego, al irnos, el día tendrá ya esa pinta, pero a nosotros ya nos dará igual.
Tras bajarnos del “Funivia” (Refugio Pian dei Fiacconi, 2.626 m) tomamos hacia el Oeste (nuestra derecha) siguiendo el sendero 606 y a los diferentes grupos, más o menos numerosos, que tienen el mismo plan que nosotros para hoy: coronar la Reina de los Dolomitas. Como referencia, una página web italiana de ferratas https://www.vieferrate.it/pag-relazioni/relazioni-regione-veneto/84-marmolada/139-punta-penia.html.
Salida del Funivia que lleva al sendero 606.
Refugio Pian dei Fiacconi, justo al lado de la estación del Funivia Fedaia.
Salimos del Funivia hacia nuestra derecha y debemos descender. El objetivo es salvar por su parte inferior el gran contrafuerte (contrafuerte Norte) que vemos en la foto.
Empezamos perdiendo cota por terreno rocoso claramente glaciar hasta salvar el contrafuerte Norte. Salvado este contrafuerte entramos en un nuevo circo glaciar (Glaciar Vernel). Los primeros tramos nevados no tienen pendiente así que los recorremos sin más por la marcada huella.
Comenzamos descendiendo. El telesilla empieza a funcionar tarde y se ve que la gente no madruga (igual que nosotros) así que llevamos unos cuantos grupos por delante.
Poco a poco, por un marcado sendero, nos vamos acercando a la parte baja del contrafuerte.
Las vistas hacia arriba, a nuestra izquierda, nos dejan una buena muestra del efecto de los glaciares.
Salvamos el contrafuerte...
...y aparece el circo del Glaciar Vernel...
....cerrado por su derecha por el Piccolo Vernel y el Vernel.
El primer tramo, aunque con nieve, apenas presenta pendiente y lo recorremos sin crampones.
Antes de que comience a empinarse nos paramos en una roca (todos optamos por pararnos en el mismo sitio) y nos ponemos los crampones. Ya con los crampones vamos ascendiendo. Al principio, y como la huella no estaba muy clara en esta zona, parece que nos dirigimos directamente a una brecha, brecha situada sobre nosotros, pero algo a la derecha. Según vamos ascendiendo la huella, y los diferentes grupos que nos preceden, se van dirigiendo hacia las paredes del lado Este del Piccolo Vernel, paredes que cierran el circo por la derecha.
Comienza a empinarse el glaciar. La huella nos dirige algo más abajo y a la derecha del collado de la foto.
El par de rocas que afloran en la nieve, junto a la pared del Piccolo Vernel, nos sirven de referencia.
Según nos acercamos empieza a estar clara la salida. Una plataforma en la roca da paso a una cornisa y, por terreno ya rocoso, conduce en subida hasta la horcada. Incluso puede intuirse el cable en algún tramo. Así que nos dirigimos para allá. Solo una pareja queda delante de nosotros como referencia y, por como los vemos avanzar, y luego en alguna charla con ellos, vemos que ya conocen el camino. 
Llegamos a la pared. Una plataforma de roca nos permitirá salir de la nieve.
Accedemos saliendo del glaciar a la plataforma en la pared Este del Piccolo Vernel (1 h 15 min; aprox. 2.800 m), nos quitamos los crampones y nos ponemos el equipo de ferrata. Los primeros pasos nos meten el miedo en el cuerpo. La roca, mojada y pulida, no agarra y las botas resbalan según intentamos avanzar. Afortunadamente, son solo los primeros pasos y estábamos convenientemente sujetos al cable.  Tras este susto inicial continuamos ascendiendo hasta la horcada. Aquí (Forcella Marmolada, aprox. 2870 m; 1 h 30 min) nos encontramos un nuevo problema. El cable está enterrado por la nieve y hay que superar la brecha, aérea en estas condiciones, pasando a una gran piedra empotrada y de ahí estirándonos hasta acceder a la primera grapa…y todo sin poder atarnos al cable. Los superamos con mucho cuidado y seguimos ascendiendo dirigiéndonos a la arista.
Abandonamos la plataforma hacia nuestra izquierda.
Enseguida aparecen los tramos equipados, y menos mal.
Cruzando la Forcella. Bajo la nieve un viejo refugio de la primera guerra mundial y también el camino normal y el cable, lo que nos dificultó el paso. 
Los primeros tramos son fáciles, solo andar, pero enseguida abandonamos la arista y comenzamos una sucesión de cortos flanqueos por paredes lisas y ascensión de paredes verticales. Los flanqueos están equipados, además del cable, con pitones para el apoyo de pies y las ascensiones, que buscan las brechas en la roca, lo están en algunos tramos con pitones y en otros con unas curiosas escaleras que se ve que llevan mucho tiempo ahí.
Tramo de ladera tras la Forcella Marmolada. Aquí nos encontramos un senderito que nos conducirá a la cresta.
En la cresta vuelve a aparecer el cable. En estas condiciones no es necesario, pero entiendo que con nieve vendrá muy bien.
Tras el corto y fácil tramo de cresta, la abandonaremos hacia nuestra izquierda.
Y comienza la parte entretenida, como estos pitones clavados en una placa que recorremos horizontalmente.
El tramo horizontal nos conduce a una chimenea en la roca. Aquí encontraremos de todo para salvar este tramo vertical:  pitones, grapas y unas curiosas escaleras como la que se ve en la parte baja de la foto.
La chimenea presenta, además del equipamiento, bastantes agarres con los que ayudarnos, aunque también habrá tramos como el de la foto donde lo que recorremos son placas y prácticamente los únicos apoyos que utilizamos son los de la ferrata.
Y para relajar, también encontramos en algún que otro tramo en el que usamos menos las manos, aunque del cable no nos soltamos ya que el glaciar siempre está ahí abajo.
También nos encontramos con que de nuevo la nieve complica la cosa en algunos puntos, o bien porque añade un plus de resbaladicidad a la roca, de la que no nos fiamos desde ese primer susto, o bien porque dificulta el acceso al cable. En cualquier caso, la huella de los que nos preceden nos ayuda a salvar estos tramos.
Nieve acumulada en un paso horizontal. Este tiene mucha huella y, una vez enganchados al cable, se recorre sin problemas. En otras condiciones será problemático.
Tras una combinación de trepadas ayudados por los pitones, grapas y /o escaleras, volvemos a salir a la arista. Aquí la dificultad y la pendiente decrecen. Prácticamente se avanza caminando, en algunos casos por neveros, utilizando el cable como barandilla. Finalmente abandonamos la cresta y salimos a una pala de nieve (en nuestro caso a 3.220 m; 2 h 50 min, pero el punto donde se vuelve a la nieve variará según las fechas).
Vamos ascendiendo. Siempre con el glaciar allá abajo nos encontramos escaleras...
...grapas,...
...y más pitones.
La dificultad decrece cuando volvemos a salir a la cresta, donde volvemos a encontrarnos un sendero equipado con cable. La cima ya está ahí cerca.
Calzamos convenientemente los crampones, sacamos el piolet y remontamos por la nieve, manteniendo la arista algo más arriba a nuestra derecha. En seguida aparece al Este la cruz que corona Punta Penia, ya con unos cuantos montañeros en ella. Nos dirigimos a la cruz, dejando el refugio no guardado a nuestra derecha y llegando en nada a la cima. Punta Penia (3h 15 min; 3.348 m).
Salimos de nuevo a la nieve. Nos la encontramos blanda y con mucha huella, pero por si acaso, crampones y piolet.
Ya se ve la cima...y por si alguien tenía dudas, no vamos a estar solos.
Punta Penia-Marmolada. Foto obligada en la cima.
Y aunque cuando llegamos había bastante gente, también tuvimos nuestro rato tranquilo de cima.
Aunque podemos considerar que hace un buen día (no hace frío, no hace viento, no nos llueve ni nos nieva…) las nubes están rozando la cima y nos limitan las vistas. Como siempre que nos pasa eso nos da un poco de rabia…pero que le vamos a hacer. Disfrutamos de lo que podemos, nos sacamos unas cuantas fotos en la cima y tiramos para abajo, que las nubes vienen y van, pero tampoco está nada claro que en un momento dado decidan quedarse.
Las nubes solo nos dejaron ver las cimas más cercanas. Estas son las vistas hacia el otro lado del Val de Contrin.
Y estas las vistas hacia el lago Fedaia. Abajo a la derecha tenemos el glaciar de la Marmolada y detrás de las nubes podríamos estar vendo, por ejemplo, el grupo Sella, pero hoy y desde aquí no lo vamos a ver.
La otra cima destacada de la Marmolada, Punta Rocca.
Y por último, el refugio no guardado de Punta Penia.Lo hemos dejado a nuestra derecha en los últimos metros de la ascensión.
El descenso hemos decidido hacerlo por el glaciar. Descender por la ferrata por la que hemos subido es posible, pero siempre la bajada es más compleja que la subida. Además, esta opción es mucho más corta al ser esta vía mucho más directa.
Descenderemos por este contrafuerte, por la zona nevada y paralelos a la cresta para cruzarla hacia nuestra derecha y descender al glaciar de la Marmolada.
Así que nos dirigimos hacia el Norte, descendiendo por la nieve más o menos paralelos a la cresta sobre el glaciar y la pared vertical sobre el mismo. A una altura de unos 3.220 m accedemos a la cresta hacia nuestra derecha (Sureste) para tomar una chimenea vertical que baja al glaciar.
Descendemos por la nieve. De nuevo encontramos una huella muy marcada. Al fondo, el Piccolo y el Gran Vernel.
Nos acercamos al punto en el que se cruza el contrafuerte.
Afortunadamente no solo no hay cornisa al otro lado sino que la zona está limpia, permitiendo que nos quitemos cómodamente los crampones.
Mirada hacia arriba. A la derecha Punta Penia, a la izquierda Punta Rocca y bajo ellas el glaciar de la Marmolada.
Punta Rocca. Tiene su glaciar a la izquierda, por el que veremos un par de montañeros ascender mientras nosotros recorremos el de la Marmolada.
La chimenea, de unos 75 metros, es relativamente fácil (no creo que llegue a II) y estando además equipada como lo está no presenta demasiado problema, aunque claro está, hay que utilizar el equipo de ferrata y las manos en el descenso. De hecho, es la ruta que muchos siguen tanto para ascenso como para descenso.
Descendiendo por la chimenea hacia el glaciar. Es una chimenea bastante tendida, siempre con cable para asegurar.
Y aunque presenta algún que otro corto tramo más vertical, al ir encajonados, presentar la roca muchos apoyos y estar ahí al lado el cable, lo pasamos sin problema.
El problema de esta chimenea puede ser la caída de piedras, que puede formarse atasco (supongo que en la ferrata Oeste también pueden formase tapones, pero nosotros tuvimos suerte en la subida y fuimos prácticamente solos, no tanta en esta chimenea donde tuvimos que esperar en medio de la misma a que los grupos delante de nosotros avanzasen) y por supuesto, el acceso al glaciar. Las fotos que he visto por ahí de la grieta del glaciar, de muchos metros de profundidad y que justo acaba en la salida de la chimenea, son impresionantes.
Nos acercamos a la zona de salida al glaciar. Aunque se intuye alguna grieta, están todavía muy cerradas y cubiertas de nieve.
Nada que ver con lo que se puede encontrar en otras épocas del año. (Creo que es una foto que saqué de www.viaferrate.it cuando preparaba la ascensión.)
En este último aspecto tuvimos suerte. La grieta estaba cubierta y el acceso al glaciar no presentaba problemas. Ya en el glaciar (crampones y piolet) seguimos la marcada huella (sureste) que se dirige, avanzando paralelos por encima de la gran grieta, al centro del glaciar. Más o menos cuando parece ya superada la grieta, al menos en estas condiciones de nieve, giramos descendiendo hacia el Este. Algo más abajo, todavía en el glaciar, el sendero marca una gran zeta para salvar más cómodamente al pendiente, descendiendo luego prácticamente en dirección Norte.
Punto en el que entramos al glaciar de la Marmolada.
Mirada atrás. La chimenea por la que hemos bajado se aprecia claramente en el centro de la foto. Este primer tramo por el glaciar avanza horizontalmente hacia el centro del mismo buscando evitar las posibles grietas escondidas bajo la nieve.
Huella amplia y evidente con nieve, en esta ocasión, blanda. Lo amplio de la huella nos habla de lo transitada que es esta vía.
El glaciar presenta pendiente, pero esta no es excesiva y el descenso es bastante cómodo.
Mirada atrás. Ya queda poco para salir del glaciar. Hemos salvado con una gran lazada una zona de pendiente pasando por debajo de la zona con el hielo a la vista y entramos en una zona más llana donde nos encontramos gente con zapatillas dando una vuelta por la nieve.
Poco a poco, con la pendiente ya bastante suavizada, la nieve va dando paso a canchales, apareciendo en las rocas marcas de pintura e hitos que nos conducen al Refugio Ghiacciaio Marmolada (2.680 m). Nos sentamos en su terraza y nos tomamos una cervecita a la salud de la reina de los Dolomitas.  Las vistas del glaciar de la Marmolada, de Punta Penia y Punta Rocca, del Sassolungo, del Piz Boe…son espectáculo puro.
Espectacular visto desde esta zona, el glaciar y Punta Penia van quedando atrás, mientras nos adentramos en la zona de canchales.
Recorremos la zona de canchales dirigiéndonos hacia el refugio del glaciar de la Marmolada (Refugio Ghiacciaio Marmolada).
Las nubes aquí abajo nos permiten ver los montes más cercanos, como el Sassolungo y Sassopiato (presentes en la mitad de las fotos de nuestro trekking de 4 días por el grupo Catinaccio) y el grupo Sella con su cima más destacada, el Piz Boe medio cubierto por las nubes a la derecha de la foto.
Vistas hacia la Marmolada y su glaciar desde el refugio. Por el glaciar del centro de la foto hemos realizado el descenso.  
Refugio Ghiacciaio Marmolada. Un sitio increíble para un refugio guardado.
Y como el sitio es increíble, se merece un descanso para disfrutar de las vistas, ya sea hacia el otro lado del valle...
...o hacia la propia Marmolada. Y ya que estamos, una Corona para la reina de las Dolomitas.
De aquí al refugio Pian dei Fiacconi son solo unos minutos por sendero sin complicaciones. Ahí volvemos a tomar el funivia, llegando al parking en el Lago Fedaia unas 6 horas y media después de haber dejado el coche. Nos vamos contentos, la ascensión ha salido bien, no ha sido muy dura y hemos podido cumplir un pequeño sueño. Ahora, a por otro.
Refugio Ghiacciaio Marmolada visto desde el refugio Pian dei Fiacconi. Es un tramo corto y sencillito, incluso con escalones tallados en la roca para que no haya problemas.
El trono de la reina de los Dolomitas. No nos hemos sentado en él, pero llegamos a la cima, que es mucho más interesante.



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