domingo, 15 de enero de 2017

Trekking por Dolomitas, de Bressanone a San Candido - 10ª Etapa: Ref. Tre Scarperi- San Candido (Julio 2016)


Parecía que iba a costar, pero trás más de 150 km por Dolomitas esto se acaba y si nos dicen para seguir unos días habríamos seguido, pero las obligaciones diarias esperan y hay que volver. Como despedida,  hoy nos queda bajar a San Candido, disfrutando del recorrido por el bosque, y después de un rato de turisteo por el pueblo y capuccino en una terraza, nos toca autobús y tren para volver a Bressanone. 

Hoy las grandes cimas nos quedan atrás...
...o a los lados. Toca día tranquilo de senderismo ¡y además en bajada!.
Fecha: 13-07-2016
Montañeros: 2
Distancia: 11,22km
Desnivel positivo: 853 m
Desnivel negativo: 1.318 m
Duración (con paradas): 3 h 44 min
Recorrido: Refugio Tre Scarperi o Drie Schuster Hütte (1.626 m) - Bagni di San Candido (1.350 m) - San Candido/Innichen (1.173 m).

Dificultad: Fácil. Recorrido por senderos balizados.
Track en Wikiloc:http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14445240

Desayunamos tranquilamente. San Candido está ahí mismo, apenas un par de horas en bajada así que la frase del día es “no hay prisa”. Tras recoger por última vez los trastos y meterlos en la mochila, echamos a andar por la pista, dejándola enseguida por el sendero (nº 105, Alta Vía 4) hacia San Candido.

El sendero deja a un lado la pista y va descendiendo generalmente entre bosque. Cruzamos un primer aparcamiento y continuamos por el sendero 105. Llegado a un segundo aparcamiento decidimos dar un pequeño rodeo y nos dirigimos por un sendero que sale a la izquierda hacia los Bagni di San Candido (Wildbad Innichen), un antiguo balneario.


Ermita y el refugio a su espalda. La zona bien merece una visita si se está por la zona.
Tomamos el sendero, como siempre perfectamente señalizado, algo más abajo del refugio.
El descenso es suave, con un sendero siempre cercano a la carretera, a nuestra derecha.
Carretera que cruzamos en alguna ocasión para dejarla a nuestra izquierda.

Pasaremos un primer aparcamiento, hasta donde llega el transporte público. La carretera tiene algún tramo incluso con semáforo y paso alternativo, aunque a estas horas está todo muy tranquilo.
Y tranquilos como vamos, que menos que detenernos de vez en cuando a sacar fotos a las flores.
Como estas martagón o azucena silvestre...
...que encontramos en buen número.
También había unas cuantas como esta, de la familia de las orquidáceas.
Puestos a sacar fotos, se la sacamos a cualquier bicho que se movía.
O a ambas cosas, bichos y flores, a la vez.
El sendero (sendero 8) asciende primero por bosque (donde encontramos algunas zizahoris que ahí se quedan, no vamos a hacer de “giputxis robasetas” por Italia) para salir a una pista que faldea entre el bosque hasta que, ya casi en el balneario, la abandona por un sendero que, tras unos pocos metros, nos deja junto a  una de las fuentes y frente al viejo edificio de baños.

Aunque nos encontraremos algunos cruces en la pista, siempre estarán señalizados.
Llegando al antiguo balneario. Una valla impide el acceso a los edificios.
Pero las fuentes, con nombre como suele ser habitual, están fuera, por si se quiere probar.
Los edificios tenán buena pinta, pero el estado de conservación es bastante pobre.
Aquí decidimos no dar ya más vueltas y descendemos por la pista que en un par de revueltas nos conduce junto al río di Sesto. Una pista paralela al río nos lleva hasta las primeras casas de San Candido.
Pequeas viviendas y hoteles junto al río nos confirman que estamos llegando a San Candido.
Como decía “no hay prisa” así que damos una vuelta por el pueblo, muy turístico. Visitamos la iglesia y su cementerio, sacamos fotos a las casas, algunas de piedra vista con los típicos balcones de madera y con muchos crucifijos por todas partes, sacamos fotos de las flores que las adornan…y por supuesto nos sentamos en una terraza a disfrutar del ambiente.
Y cada casa, según nos acercamos al pueblo, con su jardín y sus flores.


Visitamos la iglesia...
...paseamos por sus calles...
...donde nos encontramos algunas preciosas casas de pieda.
Pero hay que volver a Bressanone, así que hacia el mediodía vamos a la estación del tren donde descubrimos que no hay tren ya que están arreglando la vía. Tras el primer momento de desconcierto nos explican que hay un servicio alternativo de bus, que nos llevará hasta Fortezza donde enlazaremos como estaba previsto con el tren a Bressanone.
 
Sin más problemas llegamos a Bressanone. Junto a la misma estación cogemos un urbano que nos sube a Plose donde nos espera el coche y damos por acabado el trekking. Hoy hemos estado más tiempo esperando el bus y el tren, o montados en ellos, que andando, así que esta última etapa es una etapa rara, poco más que un corto paseo por el bosque como despedida.

Si hay que resumir los diez días, solo puedo decir que realmente hemos disfrutado del trekking, nos vamos enamorados de Dolomitas con un propósito serio de volver y espero que todo esto se haya notado en estas entradas del blog, más que nada escritas, como todo el resto de entradas, para mi propio recuerdo.

Saludos de los dos desde la cima del Paterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario