jueves, 29 de noviembre de 2018

Giro del Catinaccio Etapa 4: Refugio Antermoia - Compaccio (ferrata Laurenzi) - Junio 2018

Última etapa de este pequeño trekking. Tenemos por delante la ferrata a priori más compleja del trekking, la ferrata Laurenzi, que nos llevará de vuelta al Passo Molignon por la cresta Molignon y de ahí, por la Forcella del Denti di Terrarossa, a Compaccio.
Vista desde la zona de las cimas de Terrarossa. La mole, a la izquierda del centro de la foto, es el Molignon, la zona de la ferrata Laurenzi. La pirámide del centro, otra de las cimas del trekking, el Catinaccio de Antermoia.
Las descripciones hablan de una cresta aérea, con tramos verticales a recorrer horizontalmente y con algunas cortas paredes verticales por las que trepar. También hablan de unas magníficas vistas. Eso es justo lo que nos encontramos, y a nosotros nos encantó.
Ferrata Laurenzi, camino de la cima Noroeste del Molignon. Una ferrata realmente entretenida.
Fecha: 28-06-2018
Montañeros: 2
Distancia: 12,54 km
Desnivel positivo: 703 m
Desnivel negativo: 1.347 m
Duración (con paradas): 6 h 35 min (incluye una parada de una hora en el ref. Alpe di Tires)
Recorrido: Refugio de Antermoia - (2.495 m) – Valon de Antermoia (2.530 m) – Ferrata Laurenzi (Cima central Molignon o Mittlerer Molignon 2.845 m y Cima Noroeste Molignon o Nordwestlisch Molignon 2.782 m) – Refugio Alpe di Tires – Tierser Alp (2.440 m) - Forcella Denti di Terrarossa o Rosszänscharte (2.492 m) – Hotel Panorama (2.009 m) - Compaccio (1.850 m).
Dificultad: Moderado. Equipo de ferrata imprescindible.
IBP Index: 105
Track en wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-via-ferrata/giro-catinaccio-etapa-4-ref-antermoia-compaccio-ferrata-laurenzi-28-06-2018-27394905

Tras pasar una tranquila noche en la confortable habitación que nos correspondió en el refugio Antermoia (www.rifugioantermoia.com), desayunamos sin prisas. Por la noche las temperaturas habrán rondado los cero grados y todavía el día está muy frío, así que dentro se está muy bien y da mucha pereza salir. Además, en este refugio, que es del CAI (Club Alpino Italiano), se desayuna algo antes qué en el resto, así que contamos con una media hora más que el resto de días por delante. Por cierto, al ser del CAI hacen descuento con la tarjeta de FEDME. Para saber cómo llegamos al refugio, etapa también muy entretenida gracias a la ferrata del Catinaccio de Antermoia, puedes pinchar en la descripción de la etapa anterior: http://tienequeserporahi.blogspot.com/2018/11/giro-del-catinaccio-etapa-3-refugio.html.
Refugio de Antermoia. Tranquilo, acogedor y en un enclave precioso.
Vistas desde el refugio. Las nubes ya nos pronostican un día gris en lo meteorológico. Por suerte para nosotros se quedó solo en eso, en nubes grises, y pudimos hacer la ferrata sin problemas.
Vencemos la pereza y echamos a andar. Comenzamos desandando parte del recorrido del día anterior (Oeste), volviendo a pasar, por el sendero 584, junto al lago Antermoia y llegando hasta el Valon de Antermoia. Ahí nos encontramos el cartel indicador marcando la ferrata Laurenzi hacia la derecha. Miramos a nuestra derecha y no lo vemos claro. Finalmente localizamos unos hitos (pocos) y algún rastro de senda en la pedrera a nuestra derecha. Intentamos seguirlo sabiendo que tenemos que ir a una canal…pero vemos un par de canales pedregosas sobre nosotros y el track que llevo en el GPS parece conducirme a la que queda más a la derecha de las dos.
Esta es del día anterior. Lago de Antermoia, que dejaremos a nuestra izquierda...
...para continuar por el Valon de Antermoia. Al fondo a la izquierda el Catinaccio de Antermoia. La canal por la que accederemos a la Ferrata Laurenzi se intuye casi en el centro de la foto, por encima de las pedreras de las laderas de la derecha.
Hoy el día lo tenemos así, mucho más gris y con menos contrastes.
El par de canales que nos crearon dudas. A pesar de lo que me marcaba el track que llevaba, será la canal de la izquierda, más tendida y con menos nieve, la que habrá que seguir.
La señal está. El problema fue que después de la señal no vimos marcas que nos guiasen.
Nos remontamos (Noroeste) hacia ella sin ver hitos ni senda por ningún lado. Según subimos el terreno se vuelve más suelto y empinado. Cuando llegamos al inicio de la canal, vemos que es muy vertical, está cubierta de nieve y no hay rastro ninguno de senda…pero el track parece empecinarse en seguir por ahí. No me fío y decido explorar hacia la otra canal, la que queda más a la izquierda, de la que solo nos separa un contrafuerte que salvamos por su parte inferior.
Nos acercamos a la muralla, buscando el inicio de la canal. Es terreno descompuesto, en el que no fuimos capaces de encontrar los rastros de paso.
Mirada a nuestra espalda. El lago de Antermoia está ahí mismo.
Nos vamos acercando al inicio de la canal. No será la del centro, sino la de la izquierda, de la que en la foto solo se ve el inicio.
En esta canal, más tendida, aunque también muy suelta, descubrimos algún rastro de paso y nos decidimos a continuar por ella (Noroeste). La nieve se acumula en algunos puntos, pero afortunadamente nos deja paso libre, así que subimos pegados a la pared de nuestra derecha. Según subimos vemos que la nieve está cubriendo el sendero que se intuye en el terreno más practicable de la izquierda, terreno que nosotros no podemos utilizar por los neveros. Respiramos más tranquilos…estamos en el buen camino, lo que se confirma cuando llegamos al final de la canal y encontramos el cable, las típicas indicaciones de inicio de ferrata indicando la necesidad de equipo y las habituales marcas de pintura (2680 m; 45 min).
Salvamos la parte baja del contrafuerte entre canales y entramos en la de la izquierda. Parece que hay huella de paso junto a la pared de la derecha y por ella seguimos.
Vista de lejos parecía bastante tendida pero, entre lo suelto del terreno y la pendiente, cuesta avanzar.
Aunque nosotros avanzamos por la derecha o el centro de la canal, resulta que el sendero y las marcas van por la izquierda (derecha de la foto), cubiertas en su mayor parte por la nieve.
Inicio de la ferrata, con sus correspondientes avisos de precaución.
Un pequeño descanso, nos ponemos el equipo y tiramos para arriba. El inicio, una pared caliza, es vertical y exigente. Los apoyos están bastante separados y acabamos “tirando” de cable para subir estos primeros metros. Asusta un poco este inicio, pero son solo los primeros metros, luego la pendiente se suaviza y decrece la dificultad, aunque todavía nos quedará un rato más de trepadas. Estos primeros metros también nos avanzan una característica de la ferrata: hay cable, sí, pero el resto de equipamiento (grapas, etc) brilla por su ausencia.
Comenzamos trepando. Los primeros metros son exigentes, sin demasiados apoyos...
... y verticales. No hay grapas ni escaleras y hay que agarrarse a la roca. Aunque a los pocos metros la roca aumenta en apoyos.
Mirada abajo. Se aprecia lo vertical de estos primeros tramos.
Verticalidad que se mantendrá durante unos cuantos metros, aunque trepar será ya más sencillo.
Últimos metros de este primer tramo. Tras él las dificultades decrecen y el cable, aunque continuará, apenas será necesario. 
A continuación, saldremos a una corta zona, apenas unos metros, de sendero horizontal que parece dirigirse a la brecha entre la Croda dei Zirmei (Noroeste), pero que girará a nuestra derecha (Este) antes de llegar a ella, para seguir ascendiendo por una corta vira que no presenta ya mayores dificultades, aunque, hasta salir al crestón que nos conduce a la cima, se mantiene el cable.
Sendero horizontal. A la izquierda, las paredes de la Croda dei Zirmei. Sin llegar al collado, giraremos a nuestra derecha, subiendo en diagonal bajo la cresta.
Iniciamos la vira para salir a la cresta.
La vira es bastante amplia y no presenta dificultades.
Llegamos al crestón. Al fondo la cima del Molignon Central o Mittlerer Molignon.
Tras recorrer unos 100 metros de crestón, con las vistas del Sassopiato y el Piz Boe a nuestra derecha y la mole caliza de la Croda dei Zirmei y el Catinaccio de Antermoia a nuestra izquierda, llegamos a la cima del Molignon Central o Mittlerer Molignon (2.845 m; 1 h 30 min).
Últimos, y relajados, metros hasta la primera cima del día.
Según avanzamos, a nuestra izquierda, el Catinaccio de Antermoia y su cara Este, por la que descendimos el día anterior.
Cima del Molignon Central o Mittlerer Molignon y vistas hacia el norte.
Hacia el Oeste, Catinaccio de Antermoia en segundo plano y otra mole caliza, la Croda dei Zirmei, en primer plano.
Y hacia el Este, una zona que recorrimos hace un par de años. En primer plano el Sassopiato y el Sassolungo. Detrás, a su derecha, el grupo Sella y el Piz Boe. A la izquierda, la zona del Sass Rigais.
Continuamos por el crestón (Noroeste) siguiendo los hitos y las marcas de pintura que nos conducen a la parte alta del circo entre el Passo Principe y el Passo Molignon por el que anduvimos el segundo día (http://tienequeserporahi.blogspot.com/2018/10/giro-del-catinaccio-etapa-2-refugio.html). Si el circo impresiona visto de abajo, la impresión no es menor cuando lo ves desde arriba.
Frente a nosotros ya tenemos la siguiente cima del día, la cima Noroeste Molignon. Lo que desde aquí no está tan evidente es cómo vamos a llegar a ella. 
La forma de salir de dudas es continuar, así que echamos a andar.
Y nos encontramos esta impresionante vista. El circo entre el Passo Molignon y el Passo Principe aparece a nuestros pies. Precioso visto desde abajo y precioso visto desde arriba.
El crestón se estrecha y comienza el descenso. Aunque hay sendero, el cable aparece en algunos puntos.
Descendemos andando por la cresta. Frente a nosotros la cresta continua con una pared que más adelante salvaremos abandonando la cresta a nuestra derecha, descendiendo bastantes metros y ascendiendo por la chimenea de la izquierda de la foto. 
Mirada a nuestra espalda. Este es el trozo de cresta que hemos descendido. Y más o menos en el punto en el que estamos abandonaremos la cresta.
Un hito y las marcas de pintura nos marcan el punto en el que abandonamos la cresta y descendemos (sendero marcando zetas) hacia el lado Oeste (nuestra izquierda), hacia el circo. Es un descenso muy vertical, sin cable, que comenzamos sin apenas ver hacia dónde nos dirigimos, pero siempre con la visión de las paredes verticales del circo y del fondo del mismo, muchos metros más abajo.
Abandonamos la cresta hacia nuestra izquierda. La pared es vertical, aunque hay sendero. Abajo, muy abajo, el cerrado circo entre Molignon y Principe y su salida hacia el refugio Bergamo.
Bajamos por ese sendero unos 40-45 metros e iniciamos un corto flanqueo por buena roca, donde de nuevo aparece el cable, hacia una estrecha chimenea. Subimos por ella unos 20-30 metros a una estrecha horcada. Entre el cable y las dos paredes se asciende sin demasiados problemas. En la horcada nos encontramos a nuestra izquierda (Noroeste) una pared vertical, con una zona bastante lisa y sin demasiados agarres más allá del cable.
El sendero nos dirige a esa chimenea.
Para llegar a ella será necesario flanquear por roca. Vertical, pero transitable.
Subimos por la chimenea. Vertical, como no,...
...y con zonas escalonadas en las que hay que trepar.
Tirando de cable en la zona más comprometida, trepamos por ella saliendo de nuevo a la cresta. La cresta, unos 200 metros de longitud, es realmente entretenida. Es una cresta totalmente aérea, con un patio de cientos de metros a ambos lados, y que combina trepes y destrepes con recorridos horizontales por el lateral de la misma y algún que otro tramo más sencillo en el que avanzas caminando directamente por la cresta. El cable está presente en todo momento. Imprescindible en los pasos horizontales, en los destrepes y en las trepadas. Aunque personalmente, en los tramos de avanzar caminando, me resulta incómodo, ya que divide la cresta en dos y, a no ser que avances con el cable entre las piernas, resulta que reduce el espacio para el sendero a la mitad.
Tramo de retorno a la cresta. Unos cuantos metros en los que agarrarse fuerte a la roca. Visto desde abajo...
...y visto desde arriba.
Después de la chimenea seguimos con una zona muy entretenida. Encontraremos tramos verticales en los que hay que avanzar por el lateral de la cresta.
Son tramos con mucho patio, afortunadamente con una roca magnífica y con unas vistas preciosas que podrán disfrutar aquellos de nervios más templados.
Como buena cresta, presenta subidas y bajadas. Aquí esta ya la ultima brecha. Tras ella enseguida llegaremos a la cima.
Trepando los últimos tramos.
Y final de la ferrata. En este punto acababa o empezaba, depende de en qué sentido la hagas, oficialmente la ferrata. Actualmente el cable vuelve a aparecer más adelante, al abandonar la cresta, pero es en un tramo muy fácil, donde el cable es prescindible.
Vista a la cresta (centro de la foto) que hemos recorrido desde el Molignon Central.
Finalmente salimos a un amplio crestón por el que ya llegamos andando (sendero) a la Cima Noroeste del Molignon o Nordwestlisch Molignon (2.782 m; 2 h 40 min). Lo que queda es ya más sencillo, así que nos sentamos a reponer fuerzas y disfrutar de las vistas en el increíble banco de madera junto a la cima. Si subís llevad para escribir, ya que hay también una especie de atril, también en madera, con su cuaderno, pero no pudimos dejar constancia de nuestro paso, el lápiz estaba sin mina.
Llegando a la cima Noroeste del Molignon.
Hito cimero del Molignon Noroeste. Las miradas vuelven a la cresta. Desde aquí se aprecia (zona vertical central algo más oscura, en el lateral derecho de la cresta) la zona en la que abandonamos la cresta para ir a buscar la parte baja de la chimenea.
También desde la cima, la cresta que recorre la ferrata Laurenzi, la Croda dei Zirmei...
...y más a la derecha, el Catinaccio de Antermoia, el Passo Principe y la cima Principe.
Descansando en la cima. Al fondo, el Sassopiato y el Piz Boe.
Estos bancos, tallados en grandes troncos, son increíbles. Como increíble es que alguien los haya subido hasta aquí.
Cuaderno y su curioso estuche. El lápiz, que también estaba por ahí, no tenía ya mina y no llevábamos para escribir así que nos quedamos con las ganas de dejar constancia de nuestra visita.
El día se mantiene frío, gris y con nubes altas, por lo que no paramos mucho en la cima. Continuamos, Noroeste, descendiendo por el crestón (sendero, marcas de pintura) que poco a poco se va estrechando, aunque manteniendo en todo momento una anchura que te permite avanzar andando. Tras un rato de crestear en bajada, el sendero abandonará la cresta por nuestra izquierda conduciéndonos a una amplia canal, en la que para los menos habituados se puede emplear el cable, saliendo a una zona de pedrera. En la pedrera giraremos a nuestra izquierda (Suroeste) siguiendo el sendero hasta enlazar con el sendero 3A en un poste indicador.
Continuamos por la cresta. Esta es muchísimo más fácil y se hace andando. Al fondo, ya a la vista, el refugio de Alpe di Tires, la cresta de Terrarossa, por donde discurre la ferrata Maximilian, e incluso Compaccio.
Según descendemos por la cresta queda abajo, a nuestra izquierda, el Passo Molignon.
Abandonamos la cresta (marcas, cable...) hacia nuestra izquierda. Una canal fácil nos conducirá hasta la pedrera, donde ya por sendero llegaremos a las cercanías del Passo Molignon.
Poste indicador. Nos dirigimos por el 3A hacia el refugio Alpe di Tires-

Y echamos una última mirada a la pedrera que acabamos de recorrer. La canal por la que se abandona la cresta acaba más o menos donde termina el nevero del centro de la foto.
En esta, desde algo más lejos, se aprecia mejor. Hemos recorrido la parte de la cresta de la derecha de la foto (es el tramo fácil tras la cima Noroeste) y la hemos abandonado antes de alcanzar la brecha del centro.
Passo Molignon y en el centro, la pirámide del Catinaccio de Antermoia. Nos vamos despidiendo, por ahora, de la zona.
Refugio Alpe di Tires con la cresta de Terrarosa sobe él. Todo esto es ya terreno conocido.
Croquis de la ferrata. Nosotros, tomando como referencia el croquis, la hemos hecho de derecha a izquierda. Totalmente recomendable.
Desde aquí, el resto del camino es conocido. Tomamos el 3A hacia el refugio Alpe di Tires (www.tierseralpl.com), hacia el Suroeste. Es el recorrido que hicimos a la inversa en la segunda etapa (http://tienequeserporahi.blogspot.com/2018/10/giro-del-catinaccio-etapa-2-refugio.html). Vista la hora, hacemos una parada en el refugio, que a estas horas presenta un restaurante casi completo. Tras atizarnos una tabla de embutidos y queso locales, regados con la obligada cerveza, continuamos por sendero 2 hacia la Forcella Denti di Terrarossa y de ahí hasta Compaccio, recorriendo los mismos senderos que en la etapa 1, pero a la inversa (https://tienequeserporahi.blogspot.com/2018/10/giro-del-catinaccio-etapa-1-compaccio.html).
Recobrando fuerzas en el refugio Alpe di Tires con la "merienda del montañero", plato con embutidos y queso locales, algún encurtido y las obligadas jarras de cerveza.
Para los que puedan tener problemas con las ferratas aéreas o en caso de mal tiempo, existen opciones para llegar a Compasccio desde el refugio de Antermoia menos expuestas y más de senderismo. La primera podría ser el Passo de Antermoia y vuelta por el Passo Principe y el Passo Molignon a Alpe di Tires. Pero también, saliendo del refugio de Antermoia, podría seguirse el sendero 580 para enlazar con el 555 al Passo Duron y luego, o bien hasta la Forcella Dente di Terrarossa, o bien hacia el refugio Molignon por el sendero 7 y luego por el 7 y 12 hasta Compaccio. Qué no sea por opciones.

Han sido cuatro días de etapas cortas y no muy exigentes, lo que nos ha permitido disfrutar a tope de los senderos, las ferratas y los espectaculares paisajes de Dolomitas y de los del Catinaccio-Rosengarten en particular. Probablemente si esto hubiese sido todo se nos habría hecho corto y nos iríamos con pena…pero el plan es quedarnos por aquí, nos espera la Marmolada con su ferrata y el paso del glaciar, la ferrata del Col dei Bos con la galería Lagazuoi, la ferrata Dibona, la ferrata Tridentina, el Val de Contrin, el Val de Fiscalina y la Torre di Toblin con sus vistas a las Tre Cime di Lavaredo…más y más Dolomitas para disfrutar.
Grupo Sella, visto desde la cima del Grande Cir. Una cima fácil con magnificas vistas.
Val de Travenanzes y las Tofanas, desde la salida de la ferrata Col dei Bos. Hace un par de años me encantó este valle así que volver era obligado.
Grupo Sella, desde el paso Gardena. No hay excusas para no disfrutar de algunas vistas, hasta aquí casi se llega en coche.
Inconfundibles, las Tre Cime. Con estas no tenemos suerte, las hemos vuelto a pillar con nubes. En esta ocasión accedimos a los Dolomiti di Sesto, en concreto hicimos la ferrata a la Torre di Toblin, por el precioso Val de Fiscalina.   
Vistas del Grupo Sella desde la terraza del refugio Pisciadú, al que llegamos tras hacer la ferrata Tridentina.


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